sábado, 23 de agosto de 2014

131. Las cosas no serán como antes

Sin duda había sido un fin de semana de lo más ajetreado e intenso. Todos tenían algo que contar, bueno o malo, más importante o menos pero desde luego que no había sido un fin de semana tranquilo y aburrido.
Mientras esperaba a que Akane se metiese en su cama, porque seguro que lo haría, Akira cogió el libro que le había prestado Kohaku para repasar todo aquello sobre el trastorno de personalidad disociativo, necesitaba encontrar en él algo, alguna pista sobre la reacción que había tenido Akane, aunque claro, lo mejor era ir a hablar con la madre de Nowaki pero aún así necesitaba encontrar alguna respuesta. Cogió uno de sus cuadernos y allí empezó a apuntar cosas que le llamaban la atención y a hacer esquemas que le servían a él para aclarar sus ideas.
Cuando oyó los pasos de Akane por subiendo las escaleras cerró el libro y el cuaderno, apagó la luz y se acostó como cada día esperando a que Akane entrase a hurtadillas en su habitación.
Esa noche Akane durmió mal. En realidad a Akane le costaba dormirse, se sentía muy intranquila, como si hubiese perdido algo o como si se estuviese perdiendo alguna cosa importante y cuando lo lograba tenía sueños muy absurdos en los que sentía dolor y rabia al mismo tiempo... seguro que le pasaba eso por cenar justo antes de acostarse.
No conseguía coger una postura cómoda así que se levantó o terminaría por despertar a Akira. Quedaban todavía horas para que amaneciese pero ella tenía los ojos abiertos como platos, pensó que si leía algo quizás le entrase el sueño. A tientas, ya que la luz de la luna que entraba por la ventana era bastante escasa se levantó. Pensó que lo mejor era coger un libro de Akira porque ella solo tenía allí los que le habían mandado leer en el instituto, eso la hizo recordar que debería llevar alguno por si volvía a desvelarse tener algo que leer. De momento le iba a ser difícil escoger alguno de los de Akira con esa oscuridad, lo mejor sería coger el que siempre dejaba al lado del futón, Akane sabía que Akira tenía la costumbre de leer un poco antes de dormirse. Con mucho cuidado y a tientas encontró el libro y con él en la mano salió de puntillas de la habitación para ir a la suya.
Mientras se acomodaba en su futón y encendía un pequeño aplique se preguntaba si sería el libro que ella le había regalado. Lo miró"Trastornos de la personalidad. Tristezas del alma", vaya, este era el libro que leía en el tren, cuando iban este verano a su pueblo, pues si que parecía que le interesaba la psicología... quien lo diría. Bueno seguro que ese libro estaba lleno de términos médicos que terminarían por aburrirla y le entraría el sueño.
"Trastornos de personalidad" leyó " paranoide, esquizoide, esquizotípico, histriónico, antisocial, narcisista, límite, disociativo, evitación, dependencia, obsesivo-compulsivo"
- Madre mía, cuantos trastornos que hay. A ver si es que él tiene algo de esto y por eso le interesa tanto.
Ojeó el libro y este fue a abrirse donde había metida una tarjeta de visita. Curiosa como siempre, Akane cogió la tarjeta "Namikaze Sonomi".
- Es la madre de Nowaki, ah claro, el libro se lo ha dejado Kohaku, creo que es su psicóloga. Bueno, vamos a leer esto mismo "Trastorno disociativo de la personalidad" pues vale.
"La disociación es a veces un recurso necesario y común, para muchos adultos que intentan olvidar una situación en particular de su vida.
¿Cómo es posible que existan muchas personalidades en una persona? Parecería una cuestión que sólo se ve en películas o la excusa de algunos criminales para defenderse argumentando no saber lo que hacían. Sin embargo, este problema existe aunque no sea demasiado común"
Akane se saltó algún que otro párrafo hasta que uno le llamó especialmente la atención.
"El trastorno de identidad disociativo es un diagnóstico descrito como la existencia de una o más identidades o personalidades en un individuo, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente. Al menos dos de estas personalidades deben tomar control del comportamiento del individuo de forma rutinaria.
Las personas con un trastorno de identidad disociativo frecuentemente oyen hablar a otros de lo que ellas han hecho pero que no recuerdan. Otras pueden mencionar cambios en su comportamiento que ellas tampoco recuerdan. Pueden descubrir objetos, productos o manuscritos con los que no contaban o que no reconocen.
En la "personalidad múltiple", la persona se "olvida" de sí misma involuntariamente y se transforma en otra, repitiendo este proceso frecuentemente en varias personalidades, de las cuales existe por lo general una o dos que prevalecen. Lo que es interesante es que cada una de estas personalidades tiene su propia forma de ser, sentir, pensar y reaccionar, y hasta en ocasiones una no está de acuerdo con la otra."
Fue entonces cuando volvió al principio y comenzó a leer todo con verdadero interés e inquietud y a medida que leía era como si montones de piezas comenzaran a bullir por su cerebro indicándole donde debía colocarlas.
"El Trastorno de Personalidad Múltiple se caracteriza porque el enfermo no tiene conciencia de su problema, o por lo menos no la ha desarrollado a su voluntad. Esta condición corresponde a un proceso llamado Trastorno Disociativo de Identidad, y es llamado así porque la persona no se siente conectada entre una personalidad y otra en distintos momentos de su vida."
"La disociación es un estado en el que una persona se separa de la realidad. La persona con un trastorno de identidad disociativo es incapaz de recordad información personal importante debido a que se trata de acontecimientos que han ocurrido cuando otra de las identidades tenía el control".
"Causas:
El trastorno de identidad disociativa es un mecanismo de defensa para poder sobrellevar el dolor y el miedo provocado por un abuso repetido durante la infancia, perpetrado de un modo impredecible por uno los padres u otro miembro de la familia, que en otros momentos se encarga también de atender y cuidar al niño. El trastorno es más grave en aquellos niños cuyo padre o madre (u otro miembro de la familia) es incapaz de ofrecerles amor y protección... Cuando este estado resulta abrumador, se alzan las defensas psíquicas en forma de disociación."
Leía y leía, releía y volvía a releer asegurándose de leer las palabras correctas y pensando que todo era una exageración suya aunque las palabras de Kamui hablándole de la otra Akane, las lagunas mentales, la exploración médica, frases y cosas que a veces le decían que ella había dicho o hecho y no recordaba... Era una exageración suya fruto sin duda alguna de la falta de sueño. Mas valía que devolviese el libro a su sitio y se acostase, todavía podría dormir un poco.
...
Nowaki se despertó muy temprano. No podía dejar de pensar en tantas cosas que tenia en la cabeza, Yuri, Momoka, Kamui, Akira... Todo a su alrededor empezaba a sobrepasarle, él quería ayudar a todo el mundo pero sentía que no podía con tanto. Quería ayudar a Yuri, quería apoyar a Akira, quería entender a Kamui y algo le decía que Momoka necesitaba hablar con un amigo.
Había sido el primero en despertarse de su familia. Intentando no hacer demasiado ruido fue a la cocina, puso agua a hervir y mientras buscó en un armario una especie de envase de plástico en forma de pequeño cubo.
El agua hervía, destapó el envase y vertió el agua dentro tapándolo de nuevo. Eso era lo que más le molestaba del ramen instantáneo, los tres minutos que tenía que esperar para que estuviese listo.
Se sentó frente a la mesa de la cocina mirando y puso los codos encima de ella sujetándose la cabeza con ambas manos. Cerró los ojos ¿Que podía hacer? El siempre tenía solución para todo, siempre encontraba las palabras con las que dar ánimo a todo el mundo pero sin embargo ahora no se le ocurría nada... si al menos Kamui quisiese hablar con él y contarle que le pasaba.
Fue dejando caer su cabeza poco a poco resbalando entre sus antebrazos hasta casi tocar con ella la mesa cuando una cálida mano apoyándose suavemente en su espalda le hizo levantar la cabeza.
- ¿Mamá?
- Te has levantado muy temprano.
- Me desperté y tenía hambre.
- Ya veo, ya. Pues podías haber preparado el desayuno.
- Me apetecía un poco de ramen - dijo abriendo el envase - ¡Que aproveche!
- Me cuesta horrores que comas como es debido, siempre con el ramen y si no las hamburguesas.
- Al menos como - dijo con tristeza.
- ¿Te pasa algo Nowaki? - se preocupó Sonomi sentándose a su lado.
- ¿Por qué dices eso?
- Porque soy tu madre y te conozco.
Sonomi era sobretodo la madre de Nowaki y como madre suya que era le dolía ver a su hijo tan abatido, no era normal verle en ese estado, quizás por eso le preocupaba.
- Mamá... ¿Te acuerdas de lo que te conté de Yuri?
- Por supuesto que me acuerdo ¿Que sucede? ¿Ha empeorado?
- Bastante, además ahora actúa de una forma muy rara, es como si quisiese llamar la atención.
- Quiere que la gente se de cuenta de lo que le pasa pero no quiere decirlo. En el fondo quiere que alguien la detenga... pero no se atreve a pedir ayuda. Ya he visto esto yo muchas veces.
- Deberías tratarla ya.
- Por supuesto. No podemos retrasarlo más. Es urgente que venga a mi consulta.
- ¿Y cómo lo hacemos?
- Pues diciéndole a la directora o al equipo de orientación que hablen con sus padres, por supuesto.
- Es justo lo que pensé.
- ¿Y que más te pasa? Porque te pasa algo más.
- Si... también está lo de Kamui. Ya sabes que Kamui para mí siempre ha sido más que un amigo.
- Oh si, ya lo se, vaya que si lo se.
- Pero es que últimamente no le entiendo, no se porqué actúa como lo hace, se que algo le pasa pero no me lo quiere contar, me aparta de su lado, discute con Momoka y... se ha encaprichado de Akane.
- ¿Akane? ¿Te refieres a la novia de Akira?
- Ellos dices que no son novios pero si que lo son. Mamá yo no quiero ver enfrentados a mis amigos. Está como obsesionado con esa chica, yo creo que es porque no...
- ¿Por que no actúa como Momoka?
- Akane es de Akira, le quiere a él y Akira la quiere a ella. Creo que lo que Kamui no soporta es que otro chico le haya quitado lo que él intentaba conseguir.
- Puede ser, siempre ha sido muy orgulloso aunque a lo mejor tiene otras razones.
- ¿Que razones?
- No se. Su madre, la madre de Kamui, me llamó ayer, quiere que hoy vayamos a comer juntas... seguro que me quiere contar algo de su hijo, seguro que pasa algo.
- Si ya te lo digo yo, pasar le pasa algo pero no quiero decírmelo, me aparta de él.
- Minako ya se ha despertado - dijo al oír de pronto el ruido de la televisión - Voy a preparar el desayuno, luego seguimos hablando.
- ¡Buenos días a todos! - dijo entrando Minako - ¿Está el desayuno?
- No, aún no - contestó Sonomi - Y si no vas a ver la televisión ve y apágala.
- ¿Por qué Nowaki está comiendo ramen? ¿Puedo yo comer ramen también?
- No. Ve y apaga la televisión.
- No te olvides de que hoy tenemos la revisión en el instituto y me tienes que dar la cartilla con las vacunas y esas cosas.
- ¡Es verdad! Lo había olvidado.
- ¿Hoy tienes la revisión? - preguntó Nowaki mientras veía salir a su madre de la cocina.
- Si, hoy. Ya te contaré lo que crecido.
- No has crecido nada, eres una canija.
- Ja, ya veremos. Ya compararemos a ver quien ha crecido más este año, enano.
- Toma Minako, aquí tienes tu cartilla.
- Voy a guardarla en mi cartera, no se me vaya a olvidar
-¿Y la tuya cuando es, Nowaki?
- Mañana.
- Estupendo. Mira que bien nos va a venir para que Shinobu avise a los padres de Yuri.
- ¿Shinobu?
- Es la enfermera ¿no? Bueno ella o Chikara... porque Yuri ha perdido peso ¿verdad?
- Mucho.
- Genial. Mejor excusa no la vamos a encontrar. Es ideal para que le digan a los padres que le hagan unos análisis a ver porqué ha perdido tanto peso. Tu deja todo esto en mis manos que yo se lo que hago.
Sin dejarle decir una palabra Sonomi volvió a salir de la cocina. Nowaki terminó su ramen y se dirigió a arreglarse. Cuando ya duchado y listo para ir al instituto regresó encontró a su padre, vestido con su uniforme azul marino de piloto, desayunando.
- ¿Hoy tienes vuelo, papá?
- Si, hoy voy nada menos que a Canadá ¿Que te parece?
- ¡Genial!
- ¿Que te parece si te llevo en coche al instituto?
- Yo tengo que pasar por casa de Chiharu - replicó Minako - ¿Me acercas?
- Claro.
- Voy a por mis cosas.
- Venga Nowaki, nos vamos. Dejaremos a tu hermana en casa de su amiga y luego vamos a charlar un poco.
- ¿De qué vamos a charlar?
- De chicas - dijo mirando de reojo a su mujer - Algo me dice que es hora de que hablemos de chicas.
Lo malo de tener una madre como Sonomi Namikaze y ser tan expresivo como Nowaki era que enseguida se daba cuenta de lo que Nowaki no le había dicho pero era evidente.
...
Akira se despertó como ya empezaba a ser parte de su rutina unos minutos antes de que sonara la alarma para despertar a Akane pero allí no estaba Akane.
Se sentó en la cama y bostezó. Seguramente Akane se despertó antes y se había levantado, era evidente.
Salió dispuesto a ir a darse una ducha y arreglarse cuando un ruido en la cocina llamó su atención, fue un golpe seco y fuerte. Bajó las escaleras para ver que pasaba.
- ¿Se te ha caído algo, Akane? - dijo desde la puerta de la cocina.
Akane tenía una gran caja abierta en el suelo llena de verduras y frutas y las estaba sacando y colocando en la pequeña nevera.
- Ah, hola, buenos días Akira. Menuda pinta que traes.
- Lo siento, he oído caer algo y... ¿Qué es todo eso?
- Son verduras y frutas que trajo tu padre ayer, por lo visto te lo dan tus abuelas y también huevos.
- ¿Y para que me dan tantos pimientos y pepinos?
- Supongo que para que... creo que saben que vivo aquí y es para que me pueda hacer la comida.
- Hombre, las verduras son buenas pero no te vendría mal un poco de carne o pescado también.
- Tus abuelas son muy amables. Mira, he preparado la comida de hoy, para ti y para mí.
- ¿Me has preparado la comida?
- Si. Bueno, preparaba la mía así que no ha sido molestia.
- Vaya... Como se entere mi madre de que una chica me prepara la comida de seguro me pega.
- Que tonterías dices.
- De tonterías nada, no le gusta que me mantenga una chica, me educó para que me valiese por mi mismo, sin depender de las mujeres.
- Yo creí que eras un machista redomado.
- Si, esa impresión doy pero nada más alejado de la realidad. Mis familia es muy matriarcal, las mujeres son las que mandan y a mi me han enseñado a respetarlas. Yo nunca menospreciaría a una mujer, ni la consideraría inferior a mí por la cuenta que me trae.
- Es por eso que cada vez me gustas mas - dijo tratando de que aquella frase resultara lo más natural y poco importante del mundo - ¿Entonces no te preparo el desayuno?
- Hombre, eso no quita que no me guste que me mimen. Pero no, voy a desayunar a casa de mi madre, es que a ella le gusta mimarme.
- Está bien. Yo me voy a ir ya. Quiero pasar por casa de Jisei, tenemos muchas cosas que contarnos. Anoche, cuando llegamos, con hablar de Ryuko no tuvimos tiempo de hablar de nosotras.
- Ah... mujeres.
- ¡Calla ya! - dijo pasando a su lado y dándole un cachete en uno de los glúteos que hizo que Akira abriera bastante los ojos - Nos vemos en el instituto.
- Mujeres... - murmuró en voz baja - Son los seres más raros del universo.
Cuando Akira salió para ir al instituto encontró a Kyojin esperándole. Miró a su amigo frunciendo el ceño.
- ¿Aún sigues preocupado?
- Bastante.
- Te agobias demasiado. No tienes que preocuparte tanto, todo se va a resolver.
- Quizás desde tu punto de vista parezca una tontería.
- Hombre - se rascó la cabeza - Depende de con que lo compares.
- Ya se que tu tienes problemas mas graves pero…
- Tranquilízate. Entiendo que estés preocupado pero es que todo va a salir bien, ya lo verás. Tu eres una buena persona y sus padres se darán cuenta.
- No se, Aki, tengo como un mal presentimiento.
- Eres un exagerado.
- Es que siento como una presión aquí - se tocó la boca del estómago.
- A lo mejor son gases - bromeó.
- ¿Y tu que?
- ¿Qué de qué?
- ¿Cómo está Akane?
- Bien, bien. Esta mañana estaba muy... cariñosa.
- ¿Vas a ir a hablar con la madre de Nowaki?
- Por supuesto, cuanto antes, hoy mismo le pediré un cita.
- ¿De veras se puso tan agresiva?
- Me puso los huevos de corbata, con eso te lo digo todo... y no es figuradamente, es algo literal, te lo aseguro.
- ¿Pues que la hiciste para que se pusiera así?
- La falté el respeto. Me porté como un capullo, Kyo, como un verdadero capullo egoísta y... no la respeté, ni a ella, ni a sus... ideas.
- Vamos no será para tanto.
- Me dejé llevar demasiado y caí en el juego de Ayesa... como me arrepiento. Es algo que no voy a poder justificar sin meter mis hormonas por medio.
- Bueno, tampoco es como si la hubieras violado o algo así.
Akira le miró con cara de circunstancia.
- Vale - musitó Kyojin - Entendido. Solo espero que no me deis un sobrino, no estoy preparado para esa responsabilidad, soy muy joven aún.
- Lo que me faltaba - suspiró Akira - No, no, no, seguro... creo... espero.
Como casi siempre era habitual, se encontraron con el grupo formado por Ryuko, Sumire y Xu-Xu que parecían muy revolucionadas. Después de unas cuantas frases y preguntas la conversación se dirigió hacia las quejas de Sumire sobre lo que le dolía el golpe del día anterior y las explicaciones de que no podía andar deprisa.
- Lo peor es bajas las escaleras, os lo juro, subirlas es malo pero bajarlas...y también levantarme cuando estoy sentada.
- Tendrás que ir al médico - decía Xu-Xu.
- Es que me da vergüenza enseñarle el culete.
- Pero tendrás que ir - repitió.
- ¿Pero como fue que te caíste? - se interesó Ryuko.
- Ah no se, yo iba andando y de pronto me vi sentada en el suelo, me quedé como así "¿Pero que ha pasado?"
- ¿Te dolió mucho el golpe?
- Que va, no fue para tanto pero cuando me senté a esperar que nos encontraran, porque ya os he dicho que nos perdimos por la cueva, pues al levantarme ¡Que no podía! ¡Ah! ¿Y Akane? - miró interrogativa a Akira - ¿No viene contigo?
- Se fue a buscar a Jisei a su casa, por lo visto tenían mucho de que hablar.
- ¿Y tu qué? - sonrió Ryuko - ¿Qué vas a hacer con Kamui?
- De momento nada.
- ¡Cómo que nada! - exclamó Sumire.
- Quiero decir que esperaré a ver que hace él. Comprenderlo, no voy a ir como un histérico a decirle cualquier cosa. Según yo lo veo esta es la situación: ahora mismo la hembra es mía, está en mi territorio, así que lo que él va a hacer es amenazar con entrar en mi territorio y robármela y yo lo que debo hacer es defenderlo.
- Dicen que la mejor defensa es un buen ataque - añadió Xu-Xu.
- Puede. Pero si yo doy el primer paso él se va a defender diciendo que soy un paranoico o vete tú a saber que. No, yo tengo que esperar a que él me ataque primero, a que entre a quitarme mi cierva y entonces contraatacar… es así de simple. Así que no le diré nada, esperaré a que él haga el primer movimiento, así podré analizar bien la situación, observarle y planear mi estrategia.
- No se, creo que deberías dejarle muy claro que no vas a renunciar a Akane y que le vas a plantar cara - habló contundente Kyojin.
- Lo haré, en su momento lo haré, pero te repito que no voy a ir hasta él en plan histérico ni nada de eso. Si quiere quitarme a Akane será él quien deba dar el primer paso.
- ¿Seguro que sabes lo que haces?
- Además no puedo dejar que Akane me vea en plan celoso posesivo, ya sabes como es, se pondría histérica. Akane quiere sentirse protegida no... agobiada. Tengo que demostrarle que confío en ella. Además Akane ya sabe lo que yo le ofrezco, lo ha visto, sabe que lo único que quiero es hacerla feliz, ahora depende de ella valorarlo.
- Bueeeeeno - Sumire se acercó a Akira y se agarró de su brazo - ¡Ay, ay! Siempre he querido decir esto que dicen en las películas... ejem... si ella no se queda contigo, me quedo yo.
- ¿Pero tu no estabas medio liada con Kimisuke? - gritó Xu-Xu.
- Jo, pero me hacía ilusión decirlo.
...
Momoka caminaba sonriendo hacia el instituto. Recordaba lo bien que se lo había pasado el día anterior. Takumi era un chico serio, no hablaba mucho pero fue educado y sobretodo era muy sincero, al menos Momoka sabía en todo momento lo que pretendía y no pretendía averiguar "que sentía por ella"... a su lado comenzó a sentirse cómoda y relajada. Hablaron de la pasión por el arte que tenía Takumi, le maravillaba que algo bello pudiese permanecer bello durante años, así que no se extrañó cuando este le confesó que su deseo era convertirse en director de cine, en plasmar la belleza que veía y que perdurase para siempre, poder contar algo bello, imágenes, gestos, dolor, alegría... Momoka estaba muy sorprendida porque realmente no esperaba que un chico que parecía tan serio, que no mostraba sus sentimientos nunca, tuviera tantos anhelos.
Después de hablar de sus sueños comenzaron a contarse cosas de sus familias y así, Momoka, comenzó a saber un poco más de ese chico, de su vida en Hohein y de su familia. Era el hijo único de una modesta familia, sus padres trabajaban los dos así que prácticamente fue criado por sus abuelos, sobretodo por su abuelo que hacía que se sintiera querido y ahora que había fallecido le echaba muchísimo de menos, tanto que le dolía ver a su abuela Mito alegre y animosa como si no le importase su muerte. Sabía que era irracional, que la vida sigue y no se puede uno estancar pero no podía evitarlo.
También descubrió que su madre trabajaba como secretaria para el padre de Kohaku. Llevaba muchos años trabajando para esa familia. Su madre intentaba pasar todo el tiempo posible con él pero el padre de Kohaku y su trabajo la absorbía demasiado y él odiaba a esa familia que le robaba su tiempo y para colmo esos dos niños insoportables, Karura y Karasu que la llamaban "tata" ¿Que querían? ¿Quitársela? Aunque admitía que si estaba estudiando en Kizuna era gracias a una beca que obtuvo gracias a esa familia y también gracias a eso podría ir a la universidad.
Así fue como Momoka descubrió de donde le venía toda esa manía que siempre parecía tener por Kohaku y sus hermanos.
"...
- Siempre pensé que eras una chica hueca, vacía e insoportable - le dijo Takumi en la puerta de su casa cuando iban a separarse.
- ¿Hueca yo?
- Si. Entiéndeme, siempre te he visto detrás de Kamui, pensaba que no tenías cerebro.
- Si, si lo entiendo, siempre he sido una ridícula y me he comportado como esas... "admiradoras" que tiene que van detrás de él mirándole con ojos tiernos.
- Sinceramente, si.
- Mira, agradezco tu sinceridad.
- Y si embargo hoy me he sorprendido contándote cosas de las que nunca hablo.
- Quizás es que necesitabas alguien a quien contárselas.
- Quizás.
Takumi se acercó a ella y la besó y Momoka no dudó en responder a ese beso.
- ¿Te gustaría que saliéramos otro día? - le preguntó mirándola fijamente a los ojos - Hay mas museos que ver.
- Sería interesante.
- Solo que hay un problema... No creo que a tus amigos les guste que salgamos.
Momoka se quedó reflexionando. Tenía razón, no quería ni pensar en lo que Nowaki iba a decir cuando se enterase, además con lo escandaloso y exagerado que es para todo.
..."
- ¡Momoka! ¡Momoka! - los gritos de Yuri la hicieron volver a la realidad - Chica ¿Que no me oyes?
- Es que estaba distraída.
- Menos mal que te encuentro Momoka, tengo un montón de cosas que contarte y tu a mi también y tenemos poco tiempo.
...
En el instituto todo parecía normal, como cualquier otro lunes monótono. En clase de 3-1 Kohaku y Himeko se miraban y se sonreían cómplices, Nowaki observaba continuamente a Kamui que comenzaba a sentirse agobiado y de mal humor, Akane hablaba con Jisei sobre Inari y su relación aunque de vez en cuando venía a su mente aquello que había leído sobre los trastornos de personalidad y aunque se decía que era absurdo la idea de que a ella le pasaba algo se colaba más y más en su mente.
Momoka y Yuri continuaban recordaban lo que les había pasado durante el fin de semana.
Karura se dirigía sola caminando hacia su pabellón cuando le sorprendió ver a Hizashi, franqueado por las dos Barbies y no parecía especialmente disgustado o incómodo, tenía su expresión de siempre y hasta... parecía hablar con ellas y ellas tenían como mucha confianza con él o al menos esa impresión le daba a Karura. Intentando que no se notara su consternación pasó de largo y entró en su clase.
Vio a Akira sentado sobre su mesa hablando con Shibi y se acercó a ellos.
- Hola - les saludó.
- Hola Karura - respondió Shibi - Bueno, nos vemos luego y hablamos. Voy a mi sitio. Hasta luego, Karura.
- Hasta luego Shibi - le dijo Akira - ¿Te pasa algo?
- No, no me pasa nada es solo que... no me esperaba ver ciertas cosas.
- ¿Qué cosas?
- Viniendo hacia aquí he visto a Hizashi hablando con las Barbie de 3-1.
- ¿Preocupada?
- No, no... ¿Por qué iba a estarlo?
- No se, quizás porque son "nuestras enemigas".
- Tiene derecho a tener amigas pero ¿Por qué esas... pijas?
- Es curioso, no sabía que las conociese o más bien que ellas se "dignasen" a hablar con el populacho.
- Bueno, Hizashi es un Girei, no es tan populacho.
- ¿Noto algo de celos?
- ¿Celos? No ¿Por qué iba a tener celos?
El timbre indicó el comienzo de las clases y cada uno volvió a su asiento.
- Buenos días, gusanitos - saludó Nanao con ese tono de sarcasmo que siempre empleaba.
- Buenos días - contestaron casi al unísono.
- No saquéis las cosas, ni os acomodéis. Nos trasladamos de clase.
- ¿Cómo que nos trasladamos? - gritó Genki de forma alarmada.
- Si, nos trasladamos. Ya sabéis que os pusimos aquí para que estuvieseis alejados del grupo de 3-1 y evitar en lo posible que coincidieseis y no tuviera lugar mas desagradables incidentes como los del año pasado ¿Os acordáis?
- Claro que nos acordamos - se quejó Karasu - Nos tenéis aquí apartados, en el pabellón de los proscritos.
- Pues en vista de los acontecimientos que tuvieron lugar la semana pasada durante el festival cultural, ya sabes Karasu, entre otras cosas el puñetazo que tu mismo le diste a Seishiro.
- Ya sabía yo que no ibais a olvidar - masculló Karasu - Que rencorosos que sois.
- ¡Karasu hizo lo que tenía que hacer! - protestó Nowaki.
- ¡Nowaki, siéntate! - gritó la profesora - Ahora no estamos juzgando si hizo bien o mal, así que contener vuestros impulsos. El caso es que después de lo que sucedió y en vista de que da igual lo separados que os pongamos porque cuando alguien quiere pelea siempre la encuentra...
- ¡Eso díselo a ellos! - protestó ahora Kenshi.
- ¡Que os calléis he dicho! - volvió a gritar Nanao - Dejar que al menos cuente lo que tengo que contar, pesados. A ver, como decía, que vista la inutilidad de la medida hemos decidido trasladaros a vosotros y a 3-1 al pabellón de tercero, donde están los de 3-3 y 3-4. Es más cómodo para los profesores.
- O sea - habló Kamui - Que separar a las manzanas podridas no ha dado resultado.
- Ninguno y tampoco creemos que sea bueno trataros como apestados, mas bien creemos que potencia vuestra inseguridad y os hace más... insoportables. Así que, vamos, a nuestra nueva clase, pollitos.
- ¿Los de 3-1 también van a ser trasladados? - preguntó Momoka después de levantar la mano.
- Si, claro. Vais a estar muy cerquita de ellos pero espero que demostréis que no sois unos animales salvajes y sepáis controlar vuestros impulsos incivilizados.
- ¿No teméis que comencemos revueltas o algo así? - preguntó Karasu.
- Pues si, yo no me fío de vosotros pero cualquier acto de violencia ya sea verbal o física contra vuestros compañeros va a ser severamente castigada y repercutirá en vuestro expediente ¿Entendido? - dio un sonoro golpe en la mesa con unas carpetas - Y ahora venga, recoged vuestras cosas y vamos a nuestra nueva clase y procurar mantener el silencio ¿Entendido?
Siguieron a la profesora hacia su nuevo pabellón, donde estaban los curso de 2º y 3º. Al llegar a la tercera planta Nanao se detuvo.
- Bueno chicos, al final del pasillo a la derecha está nuestro nuevo hogar y justo enfrente los de 3-1. Ya sabéis, portaos bien a la entrada y salida del aula, por mi parte he dicho que sabríais comportaos así que no me dejéis mal.
- El problema es que lo hagan ellos.
- Vosotros comportaos como es debido, es lo que os tiene que importar.
Entraron en la nueva aula y más o menos fueron sentándose en los mismos sitios que ocupaban en la anterior, con la excepción de Kamui que escogió una mesa justo al lado de Akane, precisamente el sitio que solía ocupar Jisei. Esta se quedó perpleja y miró curiosa la reacción de Akane y Akira. Este a su vez, al ver aquello se apresuró a sentarse al otro lado de Akane mientras sonreía a Kamui, ese era el sitio de Ryuko, esto a ella no le importó mucho ya que al hacerlo quedó libre un sitio al lado de Kyojin. Jisei se sentó detrás de Kamui y al lado de Sumire lo que obligó a Genki a cambiar su asiento logrando, sin que nadie se diera cuenta que con el cambio Yuri quedase sentada al lado de Nowaki.
- ¿Has visto? - susurró divertida Sumire a Jisei - Akane franqueada por sus dos "machos".
- Esperemos que no haya muchas cornadas.
- ¿Estáis ya situados? - habló en voz alta la profesora - A ver, tengo que contaros otra novedad ¿Me escucháis?
- Si, vamos, suéltalo ya - gruñó Nowaki.
- La novedad es que a partir de esta semana y para garantizar la convivencia entre vosotros y vuestros súper enemigos, todos los viernes os vais a quedar una hora más en el instituto.
- ¿Cómo dices? - se oyó exclamar a mas de uno mientras un intenso rumor se adueñó el aula.
- ¡Silencio! Era broma.
Quejas, protestas y exclamaciones de alivio volvieron a llenar el aula.
- ¡Que os calléis! ¿Es que no podéis mantener el silencio?
- ¡Es culpa tuya que nos asustas! - se quejó Genki.
- Me encanta ver vuestras caras de pánico, pequeños egoístas - sonrió - Bueno, a ver, hemos modificado vuestros horarios. Aquí tenéis los nuevos, toma, ve pasándolo - le dio un taco de hojas a Ryuko está cogió una y pasó el taco a Kamui - Lo hemos hecho para que las horas de tutoría coincidan con los de 3-1, esto tiene su razón y es que, las dos clases de tutoría que tenéis a la semana serán compartidas.
- ¿Compartidas con quien? - preguntó Yuri.
- Con los de 3-1. Con eso quiero decir y callaos para que pueda hablar, así me gusta, que vamos a mezclar las clases.
- ¿Cómo a mezclar las clases? - preguntó ahora Kenshi,
- Si. Para la clase de tutoría la mitad de vosotros se quedará aquí y la otra mitad irá a la clase de enfrente, a cambio la mitad de los de 3-1 vendrá aquí ¿Es eso tan difícil de entender?
- ¿Quieres decir que tendremos clases como ellos? - se alarmó Genki.
- Si, eso mismo quiero decir. A partir de ahora las clases de tutoría serán clases de convivencia, intentaremos... que aprendáis a convivir.
- Pero... - comenzó a quejarse Nowaki.
- ¡No hay peros que valgan! - gritó Nanao - La decisión está tomada, ahora vais a demostrar no solo que sois un grupo unido si no que sabéis convivir con los demás porque vamos a ser muy duros y cualquier alboroto en las clases será castigado con la expulsión ¿entendido? Vais a convivir y llevaros bien por las buenas o por las malas.
- Bueno, voy a decir a los que daréis la clase de tutoría en el aula de enfrente. A ver, un poquito de silencio ¿no? Vale, así me gusta. Empezamos - Nanao miró a todos los expectantes alumnos, le encantaba tenerlos así de intrigados, algunos con caras de miedo - Kyojin.
A Kyojin eso no le preocupaba demasiado, lo que de verdad le tenía preocupado era con quienes les tocaría, sobretodo a Ryuko que se la veía tan desamparada.
- Una pregunta - interrumpió Akira - ¿Esta selección ha sido hecha de forma razonable o como la de la jornada de convivencia, así a la lotería?
- Se ha hecho de forma muy concienzuda. Teniendo en cuenta muchas cosas. Vamos, el siguiente, Ryuko.
Ryuko pensó que al menos sola no se quedaba, para una chica tan insegura como ella quedarse sin sus amigos y entre esa gente que no entendía era algo angustioso.
- Himeko, Jisei, Nowaki.
- Himeko nos toca juntos - comentó el chico alegremente, también le preocupaba pensar que a Himeko le tocase sola con esa panda - ¿Y tú a quien vas a dar tutoría?
- Todo a su tiempo. Siguiente, Kohaku.
Kohaku se alegró de que le tocara con Himeko. Hizashi respiró aliviado, parecía que él no iba a estar con su prima pero al menos Nowaki y Kohaku si.
- Karura, Kamui y Yuri.
- No vas a poder aprender a convivir con tus novietas, bambi - comentó Akane en voz baja.
- Pero si contigo, menudo rollo ¿No?
- Por lo tanto - volvió a hablar Nanao llamando la atención de todos - Los que se quedarán en esta clase son: Hizashi, Shibi, Momoka, Suo, Genki, Karasu, Kenshi, Xu-Xu, Sumire, Akane y Akira ¿Comprendido? La clase aquí la daré yo y para los que se van se la dará Ebisu, el tutor de 3-1, aunque las actividades que haremos serán decididas y supervisadas por los dos.
- ¿Y nuestros compañeros? - se interesó Momoka - ¿Nos dices nuestros compañeros?
- No pensaba hacerlo para que os llevaseis la sorpresa pero como se que algunos de vosotros se hablan con los de la otra clase os ibais a enterar de todas formas, así que os lo diré pero no quiero ni quejas ni protestas ¿Entendido? Vamos a ver, vendrán a esta clase: Takumi, Deisuke, Kuromaru, Kimisuke, Jiro, Seishiro, Hikari, Fatora, Tsuki, y Seiji. Y los que encontrareis en la otra clase son a: Yuko, Setsu, Shugo, Taro, Nagato, Kanna, Stella, Kikyo, Reiji, Zenko, Dosu y Yuya. Exactamente seréis 21 en cada clase.

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