sábado, 23 de agosto de 2014

125. Confidencias en una cueva

En el pueblo de Akira no llovía, allí lucía el sol pero los que habían ido tampoco lo veían dentro de esa cueva que estaban visitando.
- No te separes mucho de mi - decía Kimisuke a Sumire - No vayas a perderte.
- No te preocupes, ya ha dicho Akira que por aquí no te pierdes.
- No ha dicho que no te pierdas, ha dicho que no te vas a perder de no encontrarte pero lo mismo nos das un buen susto.
- ¿Tu te asustarías si yo me perdiera?
- Pues claro ¿Si te pierdes no te vas a asustar?
- Ah no... Yo me fío de Aki, él ha dicho que si no me meto por las puertas rojas no hay problema.
- ¿Y si volvemos? Esto es una cueva, no hay mucho que ver.
- No, vamos a explorar un poquito más ¿Y a ti no te gustaría perderte? Es como una aventura emocionante ¿no?
- Desde luego que tienes unas ideas de lo más curiosas.
Sumire dejó salir de pronto una risilla malvada.
- ¿A que viene ahora esa risita?
- Pienso en mi hermano y en Suo... se han dado las manitas... que tontos que son.
- Es que Akira nos lo dijo.
- Bah, no seas tonto. Akira quería agarrar a Akane, por eso lo dijo, luego pues Shibi y Genki se aprovecharon para coger la manita de las chicas ¿Pero ellos? Son dos chicos, se supone que son valientes.
- Ah, pues yo me agarré para no perderme.
- Es porque tu eres también un poco inocente que te crees cualquier cosa.
- ¿Inocente?
- Si, eres muy inocente. Que bonito ha sido... se han cogido las manitas.
- Parece que tú quieres que Suo salga con Misaki.
- Pues claro que si, son perfectos el uno para el otro.
- Y eso lo has decidido tu solita, claro.
- Mi hermano es muy bueno, es el mejor hermano del mundo.
- Y yo no lo dudo.
- Y es muy buena persona y lo ha pasado muy mal. La gente es muy cruel y le ha hecho mucho daño. Ya le han dado bastantes palos, el último un novio que tuvo, o eso decía él, parecía un chico bueno, mi familia le aceptó muy bien y mis padres con tal de ver a su hijo feliz pues no les importaba que fuera... ya sabes. Pero el muy asqueroso solo era un... de pronto dijo que es que estaba confundido, que no sabía cual era su identidad y... se buscó una novia. Mi hermano lo pasó muy mal, se sintió muy dolido y…
- Vale, vale, no te pongas nerviosa, yo no juzgo a tu hermano.
- Es muy buena persona y... oye ¿Tu sabes por dónde se sale de aquí?
Kimisuke miró a su alrededor, la verdad es que él, con esa oscuridad, todo lo veía igual.
- Creo que ya tienes tu emocionante aventura.
...
Hana tenía que admitir que se lo estaba pasando muy bien y ahora no se arrepentía para nada de haber ido a pasar el fin de semana allí. Estaba en un sitio precioso, había visto un espectáculo que quizás no habría visto nunca o por lo menos no de forma tan privilegiada, porque los Shikamoto habían echo una excepción con ellos por ser amigos de Akira; y se estaba divirtiendo mucho, en ningún momento se sintió excluida del grupo a pesar de ser algo más mayor en edad que el resto, las chicas la trataron como a una más y no solo ellas, los chicos también actuaban con total naturalidad, como si ella fuera una más del grupo.
Miró a Shibi que parecía abstraído observando una de las paredes de la cueva, sería que había encontrado algún escarabajo o algo así, de sobra era conocido por todos su pasión por los insectos. Mira que era un chico curioso ese Shibi, mas que curioso, era... raro.
Conocía a Shibi desde que él y Kenshi eran amigos de pequeños y siempre había sido igual de extraño. Es difícil cuando conoces alguien de niño darte cuenta de que ha crecido, a veces tenemos la sensación de que el tiempo no avanza y siempre somos los mismos, ella recordaba a Kenshi y Shibi de niños, se acordaba de llevarlos a veces al cine, a exposiciones de coches, también de cuando Kenshi se apuntó a un equipo de futbol... tenía montones de recuerdos de ellos de pequeños, ayudarles con los disfraces del colegio, tantas cosas que ahora le resultaba más que raro darse cuenta de que ya no eran tan niños. No solo habían crecido físicamente, tenía que reconocer que Shibi había madurado, quizás más que su hermano o quizás es que siempre había sido más maduro, eso no lo sabía bien.
Lo que si parecía es que Shibi siempre sabía lo que quería, que tenía muy claras sus ideas y que le importaba muy poco la opinión de lo demás.
- Shibi - se acercó a él - ¿Que haces?
- Soy curioso.
- ¿Puedo hablar contigo?
- ¿Te pasa algo malo?
- No, solo tengo unas dudas.
- Pues a ver si te las puedo resolver.
- Me estaba preguntando que es lo que pretendes.
- ¿Aun no te has dado cuenta?
- Shibi, por favor, que soy como tú hermana mayor.
- Pero no lo eres.
- ¿De veras quieres seguir con esa tontería?
- ¿Que tontería? Tú me gustas y me gustaría que tuviésemos "algo".
- ¿El qué?
- Eso dependerá de como nos vaya, puede ser algo superficial o algo más profundo.
- Shibi, que soy mayor que tu,
- Y por eso me gustas,
- ¿No ves que eres un crío para mi?
- No, no soy tan crío.
- Hasta hace nada yo te recogía del colegio ¿no lo recuerdas?
- Si, cierto, lo hacías y también nos comprabas caramelos a Kenshi y a mi si sacábamos buenas notas, pero de eso ya hace años... años, Hana, años.
- No tantos.
- Los suficientes. Verás, no solo me acuerdo de eso, también recuerdo cuando para mi tu eras la insoportable y sabionda hermana mayor de mi amigo Kenshi, la que no nos dejaba hacer nada.
- ¿Lo ves?
- Pero Hana, es precisamente porque te conozco desde hace tanto tiempo, porque hemos crecido juntos, que me gustas. Siempre has sido muy cariñosa con Kenshi y también conmigo, un poco severa cuando tenías que serlo pero también nuestra cómplice muchas veces. Me diste clases de matemáticas y gracias a ti comprendí los polinomios, eres simpática y agradable, eres inteligente y responsable y tu aspecto físico también me gusta bastante. Precisamente es porque nos conocemos por lo que me gustas y no veo nada de malo o extraño en decírtelo,
- Pero a ti te gustaba Akane,
- Y dale con Akane. De veras que me revienta que la gente de por hecho lo que le da la gana.
- Perdona pero no puedo ignorar que siempre estabais juntos y a ti te gustaba.
- Créeme que si estuviese enamorado de Akane no tendría ahora esta tontería, como tú lo llamas. Lucharía por ella, eso te lo aseguro.
- Pero está saliendo con Akira.
- ¿Entonces no crees que yo estaría mas deprimido?
- Bueno, visto así. Aunque quizás me estás utilizando para olvidarla ¿no lo has pensado?
- Es cierto que una vez creí estar enamorado de ella pero fue algo que yo mismo me dije para engañarme. Siempre hemos sido muy buenos amigos y nos hemos tenido mucho cariño pero mi primer enamoramiento fue de otra persona, de una chica estupenda pero yo sabía que lo nuestro no iba a poder terminar bien, yo mismo me dije que tenía que olvidarla y me dolió y me aferré a Akane, a nuestro cariño, me dije que estaba enamorado de ella pero no era cierto y ella tampoco estaba enamorada de mi, por suerte nos dimos cuenta y corregimos el error, pero de eso ya hace más de un año.
- Y de pronto el otro día viste a la hermana de tu amigo y decidiste... ¿que decidiste?
- Que me gustabas, aunque en realidad ya me fijé en ti desde que el género femenino comenzó a interesarme. No se si lo nuestro tiene futuro o no, no se si me enamoraré de ti o tu de mi o si realmente seré un crío para ti y me darás la patada pero tu estas ahí y yo estoy aquí y tengo que intentarlo y me da igual que seas mayor que yo ¿A ti te preocupa lo que digan los demás?
- No. Eso en realidad me da igual.
- ¿Entonces?
- Creo que a pesar de ser mayor que yo eres bastante más insegura. Tienes miedo a comenzar cualquier relación y pones de excusa que soy joven pero los dos sabemos que lo que te pasa es que tienes miedo. Soy joven, es cierto, pero se lo que quiero y no soy un caprichoso.
"¿Y por qué no?" Se preguntaba a si misma, "¿Por qué no?" Si le gustaba, le gustaba estar con él, le gustaba lo serio que era y ese misterio que siempre parecía envolverle y se le veía seguro de sí mismo y hasta reconocía que en algunas ocasiones parecía más lógico que algunos de su edad, siempre había sido más maduro que Kenshi, siempre parecía mayor ¿Por qué le daba tanto miedo darle una oportunidad? No, eso no estaba bien dicho, tendría que decir ¿Por qué le daba tanto miedo "darse" una oportunidad?
...
Shiho y Genki caminaban despacio y con cuidado de no caerse. Shiho se ajustaba sus gafas y miraba todo con gran curiosidad, para ella todo tenía interés, desde las formas que habían cogido las piedras debido a la erosión hasta esa especie de laberinto subterráneo.
- Es increíble - decía - Es que no me puedo creer que esto está bajo tierra y que el hombre no haya participado en nada ¿Que tipo de roca es esta? Tenía que habérselo preguntado a Akira.
- Que curioso - comentó Genki.
- ¿Que te resulta tan curioso?
- Es que creí que te gustaban las estrellas y el espacio pero veo que también te gusta lo que está enterrado bajo tierra.
- Me interesa todo ¿Te has dado cuenta de lo impresionante que es este lugar? ¿Cuánto tiempo llevará aquí? ¿Cuando empezó a formarse esta cueva?
- ¿Tu crees que vivirían en ella nuestros antepasados?
- Pues supongo que no porque nos lo hubiera dicho Akira, seguramente si hubiese habido restos humanos en esta cueva pues... no se, creo que no ¿Pero te imaginas los animales que habrán buscado refugio aquí?
- A lo mejor nuestros antepasados no vivieron aquí pero si buscaron refugio ¿no?
- Si, seguramente ¡Y dinosaurios!
- ¿Y se perderían también por aquí?
- Que sitio tan... silencioso, aislado del mundo, aquí dentro parece que el tiempo no existe ¿verdad? Es como si estuviésemos aislados, resulta raro pensar que fuera el mundo continúa.
- ¿Sabes lo que puedes hacer? Escribir un artículo sobre esto.
- ¿Sobre qué exactamente?
- Sobre las cuevas, unos lugares mágicos y perdidos en el tiempo.
Shiho rompió a reír alegremente.
- ¿Te hace gracia lo que he dicho?
- Es que te ha quedado muy bonito.
- ¡Si! ¡A veces recibo inspiración! Aunque quizás es por estar a tu lado - ambos se miraron y retiraron inmediatamente la mirada nerviosos - Quiero decir que gracias a ti se me despierta la curiosidad, sabes tantas cosas que me das envidia... entiéndeme, es envidia de la buena, o sea que te admiro y me entran ganas de aprender... ¡Ay me estoy liando mucho! ¿Que es lo que estoy diciendo?
Shiho volvió a reír.
- Eres un chico estupendo, contigo nunca se aburre nadie.
- ¡Ala! Harás que me ponga colorado. Gracias, nunca nadie me había dicho algo tan bonito.
- ¿Nunca?
- Mi madre tal vez pero creo que ella no cuenta.
- Pues eres un chico asombroso, te esfuerzas más que nadie por aprender.
- Ah, bueno, eso no tiene mucha importancia.
- ¿Te puedo preguntar algo?
- Claro, si no es muy difícil.
- ¿Te gusta Momoka?
- No - contestó con contundencia - Me gustaba y mucho pero ya no.
- ¿Cómo se desenamora alguien de una persona?
- Pues es doloroso pero al final te das cuenta de que los sueños a veces son solo sueños.
- ¿No crees en los sueños?
- Uy si, mas que nadie, pero ese sueño era más bien una cabezonería mia.
- No si te entiendo. A veces nos gusta una persona y no lo podemos evitar y creemos que nos hemos enamorado o algo así y de pronto nos damos cuenta de que no, de que solo le admiramos o cosas así.
- ¿A ti te ha pasado?
- Claro. A mi me gustaba mucho Akira, yo le veía y pensaba que nunca más iba a gustarme otro chico.
- Vaya, no sabía eso de ti.
- Pues debes ser de los pocos que lo ignoraban porque se me notaba bastante.
- ¿Y que pasó?
- Nada. Simplemente me di cuenta de que, como tú dices, era una cabezonería.
Genki sonrió satisfecho.
- Somos muy iguales ¿A que si?
- Corrígeme si me equivoco pero tu eres disléxico ¿no?
- Pues si, lo soy.
- Entonces doy por hecho que tú la izquierda y la derecha como que las equivocas.
- Nunca se cual es la derecha - rió.
- Bien... pues creo que nos hemos perdido y que no debes saber como salir de aquí.
- Hombre - dijo riendo y rascándose la cabeza - A lo mejor si hacemos lo contrario a lo que yo piense...
...
Suo y Misaki caminaban en silencio aunque ninguno de los dos se estaba fijando mucho en nada. Después de lo que había pasado la noche anterior la situación entre ellos podía definirse como bastante incómoda. Ambos recordaban que había pasado algo porque era algo que no se podía negar y para ambos era igual de problemático.
Misaki había besado a Suo y eso era innegable, no había sido que se había caído sobre él o algo así, le había besado y no había sido por error ni porque esta vez estuviera ebrio, que no y Suo le había dicho una de esas frases cursis que te salen sin pensar y que cuando las piensas no te crees que hayas sido capaz de decir.
Desde aquel incidente no había vuelto a hablar sobre el tema pero se sentían incómodos, era algo que pesaba sobre ellos.
- Suo - dijo de pronto Misaki, ya no podía más con esa situación, no importaba lo que pasase, aunque fuera malo, porque al menos hablarían del tema y aunque fuese para mal acabarían con aquella tensión. Ya tenía asumido que Suo iba a enfadarse y a decirle que no quería saber nada más de él, solo esperaba que al menos no le insultase o le humillase pero preparado para que lo rechazase si estaba - Yo quería que hablásemos sobre lo que pasó anoche.
Suo le miró asustado. Sabía que tenían que hablar y también sabía que tenía que decirle algo sobre lo que había dicho y no sabía que decirle ¿Que explicación le daba de porqué le había dicho aquello? A ver si ahora Misaki pensaba que estaba burlándose de él o cualquier cosa. Sabía que Misaki era un chico sensible y que lo había pasado mal porque le habían rechazado debido a su orientación sexual y había recibido muchas burlas... lo que no deseaba por nada del mundo era ofenderle.
- Misaki mira, yo...
- Por favor quiero que me disculpes. Yo no quería ofenderte, ni molestarte, ni nada. No se porqué te di ese beso, fue un impulso repentino pero te juro que no volverá a pasar nunca... aunque si no quieres que volvamos a ser amigos yo te entenderé perfectamente.
Por toda respuesta Suo empujó a Misaki contra la pared de la cueva. Misaki sintió como el corazón le daba un vuelco, ya iba a pasar, Suo estaba enfadado con él. Cerró los ojos esperando sus palabras y como iban a clavársele por dentro y quizás hasta un puñetazo... no sería la primera vez.
- ¿Que me pasa Misaki? - oyó decir con voz lamentosa a Suo.
Abrió los ojos con miedo y le miró. Suo tenía un extraño rictus en la cara.
- ¿Qué te pasa? - respondió.
- Eso es lo que quiero saber. Quiero saber que me pasa. Quiero saber porqué me gusta estar contigo y si te aproximas a mí mi cuerpo reacciona como no debería hacerlo. Quiero saber porqué quiero abrazarte y por qué cuando cierro los ojos veo tu mirada. Quiero saber porqué me preocupo todo el día por ti y me duele imaginar que alguien te trata mal... ¿Qué me pasa, Misaki?
Misaki no sabía que contestar, no sabía si estar alegre o preocupado.
- Yo... yo no lo se.
- Se supone que siempre he sido... normal, quiero decir que nunca me he fijado en un chico, que a mi me gustan las chicas.
- Lo siento - fue lo único que pudo contestar.
- A lo mejor es que siempre he sido así y no lo sabía. Nunca he demostrado mucho interés por las chicas ¿es por eso? ¿Es así como se sabe?
- No... no es así.
- Yo salí con Yuri pero...
- ¿Tu crees que sientes algo por mi?
- Yo... creo que si, que me gusta estar contigo, ir contigo a ver cosas, hablar, pasear, compartir... ¿es eso sentir algo?
- Pero yo soy un chico como tu.
- Pues eso díselo a lo que siento porque creo que le ha dado igual. Mira Misaki yo no soy bueno diciendo mis sentimientos, ni mostrándolos, no soy espontáneo, no sabes lo que esto me está costando yo...
Suo puso la mano en la mejilla de Misaki y este su mano sobre la del chico.
- ¿Que me pasa Misaki?
- Te lo tengo dicho - oyeron la alegre voz de Minako y ambos se separaron rápidamente - Pensar todo el día en chicos es muy malo.
- Mira quien lo ha ido a decir - respondía Chiharu.
- ¿Yoooooo?
- Apártate que me tiznas, le dijo la sartén al cazo.
- Uy... ¡Hola chicos! Que casualidad que nos hayamos encontrado.
- Algunos pasillos están comunicados - explicó Chiharu.
- Pues menos mal que no nos hemos encontrado a ninguna parejita ¿eh? - le guiñó un ojo a su amiga.
- Pues que bien que nos hayamos encontrado - habló Misaki tratando de disimular- ¿Vosotras sabéis salir de aquí?
...
- Estoy preocupada por los niños - decía Akane mientras Akira, apoyado en una de la paredes, con las manos dentro de los bolsillos, la miraba con media sonrisa en los labios - ¿Que pasa? No me fío de ellos.
- Ya. Tu lo que no quieres es estar a solar conmigo.
- Claro, claro, es que no me fío de mi misma, no vaya a ser que se me desaten mis instintos mas primitivos.
- Ya decía yo que era irresistible.
- Venga, anda, volvamos.
- Vaya, yo que quería que aprovechases para enseñarme.
- ¿Enseñarte que, Bambi?
- A eso que dices que no se hacer.
-¡Vete a chupar un limón! - dijo echando a andar hacia donde ella creía que estaba la salida.
- Si sigues por ahí te vas a meter más adentro.
- Bueno, pues guíame tú que eres tan listo.
- Ay, que paciencia hay que tener contigo. Venga, vamos.
- Ya se que piensas que soy una exagerada con mis hermanos.
- Te agobias demasiado con ese tema.
- Eso será que tú no te agobias por nada.
- No vale la pena que nos agobiemos los dos, ya lo haces tú por mí. Bueno, ya estamos de vuelta.
- ¿Y los niños?
- Pues estarán pasándoselo bien.
- Oye - dijo acercándose al pequeño algo subterráneo - ¿Y de donde sale este lago?
- Bueno, mas que un lago es una charca.
- Si pero ¿De donde sale?
- Tú siempre quieres saberlo todo ¿verdad?
- Esa es una forma de evadir mi pregunta.
- Igual que tu evades las clases que me tienes que dar.
- ¿Pero que clases?
- Dijiste - dijo dando un paso hacia ella - Que yo no sabía besar y puesto que lo afirmas yo exijo que me enseñes.
- Cada día estás más tonto.
- Verás, es que creo que soy un poco lento y voy a necesitar muchas clases.
- ¿Quieres dejar de decir tonterías?
- No se, creo que es de buena persona enseñar al que no sabe.
- ¡Pues que te enseñe alguna de tus novietas! ¡Y no te acerques más!
Akane se giró rápidamente y quiso dar un paso pero como no miró tropezó con una piedra que había delante de ella. Akira corrió a sujetarla pero aún así llegó tarde y la chica terminó cayendo de boca en el lago. Por suerte no cubría y se levantó rápidamente.
- ¿Te has hecho daño?
- ¡Mierda! - dijo intentando levantarse - Creo que me he destrozado las rodillas.
- Trae que te ayudo. Menuda caída, te has empapado entera.
- ¡Fíjate que pinta tengo! ¡Eh! ¡No me mires tanto! - dijo intentando cubrirse el pecho.
- No seas así, no te estaba mirando.
- Por si acaso, que a los chicos os gustan mucho las camisetas mojadas.
- Mira que herida te has hecho en esa rodilla ¿Te duele? Ven, siéntate a ver si te la puedo secar o algo.
- Si no es nada. Lo pero es que mira como me he puesto.
- Espera - Akira se quitó la mochila que llevaba y su camiseta - Toma, quítate esa ropa mojada y ponte esta.
- Pero es la tuya.
- No importa, al menos está seca.
Akane parecía gruñir algo pero cogió la camiseta de Akira y se metió por uno de los pasillos. Al rato apareció con su camiseta y sus pantalones mojados en una de las manos y la camiseta de Akira por vestido.
- Ni se te ocurra mirarme el culo, te lo advierto.
- Te está un poco corta.
- Ya, ya lo se, así que no me hagas agacharme.
- ¿Quieres también mis pantalones?
- ¡Vete por ahí!
- ¿No llevas nada debajo? - dijo sonriendo en plan malicioso.
- Eso quisieras tú, no te digo.
- ¡Ya llegamos! - se oyó decir a Minako - ¡Por fin!
Aparecieron por uno de los pasillos Minako, Chiharu, Misaki y Suo.
- ¿Os habéis perdido? - preguntó Akira.
- ¿Estás tonto? - gruñó Chiharu - Yo no me pierdo por aquí, ya lo sabes ¿Y el resto?
- Aún no han aparecido.
- ¿Que te ha pasado, hermana? - preguntó Chiharu - ¿Y tu ropa?
- Me caí al lago... todo por culpa de tu hermano.
- Hombre como no - comentó Akira - Todo es culpa mía. Un día caerá un meteorito a la Tierra, se acabará el mundo pero Akane seguirá aquí diciendo "Ha sido culpa de Akira, ha sido culpa de Akira"
No tardaron en regresar Shibi y Hana. El resto parecía tardar un poco más y ya empezaban a preguntarse si no se habían perdido pero por fin aparecieron Genki y Shiho, efectivamente, se habían perdido pero solo un poco. Kimisuke y Sumire tardaron más en aparecer. Sumire iba enganchada al brazo de Kimisuke y andaba muy despacio.
- ¿Qué ha pasado? - se alarmó Genki.
- ¿Te caíste de nuevo? - se resignó Shibi.
- No pero... ay... me duele... me duele mucho - se quejó Sumire.
- ¿El qué? - preguntó Hana.
- Mi amor propio - señaló ese lugar donde la espalda pierde su respetable nombre - Ahora me duele mucho.
- Uh, que mal - dijo Hana - Seguro que es por la caída de antes.
- Pero antes no me dolía tanto pero ahora... es que no puedo casi andar.
- Supongo que será porque se ha enfriado el golpe ¿no es eso? - apuntó Shiho.
- ¡Akira, capitán! ¡Akane! - Sumomo y Kotoko llegaron corriendo y con gestos apurados hacia ellos.
- ¿Qué os pasa?
- ¿No han aparecido Yusuke y Hotaru?
- ¿Que quieres decir con que si no han aparecido? - Akane se acercó iracunda hacia ellas.
- No... nosotras... nada... vamos a buscar a Masaru y Takato.
- ¡Eh! ¡Quietas ahí! - las detuvo Shibi antes de que se marcharan corriendo - Ya estáis largando lo que ha pasado.
- Bueno es que... - comenzaba a decir Sumomo nerviosa.
- ¡Sumomo! - Masaru apareció corriendo seguido de Takato - ¿Aparecieron?
En un momento allí se formó un gran caos entre los niños tratando de explicar algo que nadie entendía, Akane gritando que era lo que pasaba, Shibi y Kimisuke amenazando a los niños con que más les valía decir lo que pasaba y demás rumores entre el reto.
- ¡Silencio! - gritó Akane - A ver, vamos por parte ¿Dónde están Yusuke y Hotaru?
Silencio.
- ¿Que me digáis donde están? - gritó aún más Akane,
- Se metieron en uno de esos pasadizos pero aún no han salido - explicó Masaru - Pero no tenéis que preocuparos porque los primos de Akira ayer nos dieron unos mapas y los llevan.
- ¿Unos mapas? - les interrogó Shibi.
- Si, mira, yo también tengo uno.
- Ay dios mío, que mal presentimiento tengo - se quejó Akira - ¿Y en que pasillo se han metido?
- Pues no se... - titubeaba Masaru - En uno de esos.
- Trae ese mapa - Akira lo cogió bruscamente - Ay que mal presentimiento... creo que me voy a poner enfermo.
- Mirad - habló de nuevo Akane en voz alta - Mas vale que nos digáis la verdad porque tengo el culo mojado y estoy de muy mal humor.
- ¿No será que se han metido por uno de esos rojos por donde no debíamos meternos?
De nuevo el silencio.
- ¡Masaru! ¡Habla! - le dijo Kimisuke mirándole con cara de "de esta no te libras"
- ¡Vale si! - gritó llorando Takato - ¡Se han metido en uno de esos pasadizos! ¡Lo siento mucho Akane!
- ¿Pero porqué han hecho eso? - se acercó acusador a ellos Genki.
- Porque teníamos mapas y pensamos... - empezó a decir Masaru.
- ¡Dios! - gritó Akira - ¿No os advertí que era peligroso?
- ¡Pero tienen mapas! - replicó Kotoko.
- ¿Que tienes mapas? - bramó Akane - Ay, a mi me va a dar algo, yo los mato, los mato.
- Tranquilizaos - dijo Shiho - Si nos ponemos nerviosos no vamos a pensar con claridad.
- Voy a entrar a buscarlos - propuso Akira.
- Claro, hermanito, muy bueno, a ver si así te pierdes tú también.
- Por lo visto tenemos mapas ¿no?
- Yo voy contigo - dijo Akane.
- No, voy yo solo. Tampoco voy a entrar mucho, solo a gritar a ver si los oigo.
- Eso no es muy buena idea - le refutó Shibi.
- Pues alguien tiene que entrar a buscarlos. Chiharu corre, ve a buscar a los tíos y diles que vengan con los bomberos o... lo que sea.
- Yo entro contigo - dijo Kimisuke.
- Yo los mato, yo lo mato - continuaba Akane.
- Bueno yo voy corriendo a avisar, pero tú no entres Akira, solo asómate.
- Voy contigo Chiharu - propuso Minako.
- ¡Esperad! - habló de pronto Shibi - Todo esto es muy raro ¿No crees, Akira?
Akira le miró perplejo.
- No es extraño Shibi - dijo Akane - Ya les conoces, son capaces de eso y mucho mas.
- ¿Pero alguien no ve nada raro? ¿Soy yo el único que se ha dado cuenta? Bueno Akira tu es que no conoces a Takato como yo ¿verdad?
Akira miró a Takato y luego a Shibi.
- ¿No debería llorar más? - dijo con voz confusa Akira.
Todos miraron a Takato.
- ¡Esta bien! ¡No se han metido en ese sito! ¡Lo siento Akane! ¡Perdóname! - comenzó a llorar de forma desesperada.
- ¡Salir! - gritó Sumomo - ¡Ya se han dado cuenta!
- ¡Vaya porquería! - apareció Yusuke enfadado - ¡Siempre lo fastidias todo Takato!
- Era una broma que queríamos gastaros - explicó Sumomo.
- Perdóname Akane - lloriqueó Takato.
- ¿Que era una broma? - gritó furiosa Akane - ¿Que era una broma? ¿Casi me muero del susto y era una broma?
- Tranquilízate Akane - le dijo Hana - Lo importante es que no ha pasado nada.
- ¿Que me tranquilice? ¡No puedo tranquilizarme! Yo tengo que hacer algo con estos nervios que me han puesto. Venid aquí, venid, si tenéis valor.
- Desde luego, que poco sentido del humor que tienen - comentaba Hotaru a Yusuke.
Después de prodigarse gritos, amenazas, advertencias y armar bastante ruido decidieron que ya era hora de salir de la cueva y comenzar el camino de regreso.
A pesar de todo los niños estaban contentos, ellos se había divertido haciendo la broma y les parecía que los mayores eran muy exagerados y tenían poco sentido del humor, claro que no se imaginaban el miedo que habían pasado creyéndoles perdidos, sobretodo Akira que conocía bien lo difícil que era rescatar a quienes se perdían por allí y Akane, siempre muy sobreprotectora con sus hermanos. Esta aún iba vestida solo con la camiseta de Akira y cojeaba un poco porque la rodilla empezaba a escocerle. Akira se acercó a ella.
- ¿Te llevo aupa? - le propuso sonriendo.
- Si venga ¿y que más?
- Pues mira, Kimisuke lleva a Sumire.
Sumire cada vez se quejaba más de su dolor y cada vez andaba más despacio así que al final accedió a que Kimisuke la cargara a su espalda.
- Si te cansas me lo dices y me bajas ¿vale? - decía Sumire bastante apurada.
- Tranquila., tu agárrate fuerte.
Sumire se sentía cansada y comenzó a sentir como se le cerraban los ojos. Sacudió su cabeza violentamente, no, no podía dormirse encima de un chico, encima que la cargaba no iba a tener tanto morro.
Hana miraba a Shibi bastante asombrada. La verdad es que estaba impresionada, era un chico mucho más maduro de lo que imaginaba.
Shiho y Genki se miraban y sonreían un poco tontamente. Les gustaba estar el uno con el otro, sentían como que se comprendían.
Suo y Misaki seguían sin hablarse aunque tenían que reconocer que ya no se sentían tan tensos, al menos Suo, parecía que se empezaba a liberar de algo, no sabía el qué, era una sensación interna. Misaki por su parte tenía un poco de miedo ¿Qué eran realmente esos sentimientos de los que hablaba Suo? A ver si el chico solo estaba confuso, a ver si su orientación sexual le había confundido y pensaba que sentía algo pero solo era simpatía… era algo bastante complicado.
- ¿Dónde voy a dormir esta noche? - preguntaba Akane.
- ¿Dónde quieres dormir?
- Pues cerca de los niños, no me fío de ellos ni un pelo.
- Pero Suo y Misaki han dicho que dormirán en ellos.
- Pues sigo sin fiarme.
- De acuerdo, pues dormiremos con ellos. A mí con tal de que no ronques me da igual.
- ¿Es que vas a dormir tu con nosotros?
- Hombre claro, no pienso dejarte sola.
- Akira… ¿Me puedo abrazar a ti? Lo digo para apoyarme.
- Ya estás tardando.
- ¿Y no se enfadarán tus padres si no duermes en tu habitación?
- No. Mis padres entenderán que tengo que ocuparme de mis invitados.
- Akira…
- Dime.
- Gracias… por la camiseta.
- No me des las gracias, se te ve muy sexy así, es más, creo que no deberías ponerte nunca pantalones.
- ¡Serás tonto! - dijo golpeándole en el pecho con el dorso de la mano.
- ¡Ahu! - se quejó tocándose donde le había golpeado - Te juro que algún día me romperás algo.
- Tú también estás muy bien sin camiseta.
- Procura no excitarte demasiado o tendremos un problema.
- No te lo tengas tan creído.
- Si es que se que te gusto.
- Ciervo del demonio.
- Condenada cabeza de calabaza.
Y ambos sonrieron porque a pesar de la anécdota de los hermanos perdidos y del susto que se había llevado y a pesar de las caídas había sido un gran día y sobretodo, aunque ninguno lo decía, caminando abrazados, aunque fuera para que Akane se pudiese sujetar, se estaba muy bien. Akane empezaba a admitir que le gustaba sentirse abrazada por Akira, que sus brazos eran cálidos y que le daba la sensación de estar protegida y sentir que nada malo podía pasarle mientras estuviera así… no lo iba a reconocer en voz alta, no, nadie se lo oiría, pero le gustaba mucho.

0 comentarios: