miércoles, 30 de noviembre de 2011

68. Planes para las vacaciones

Fue un instante, ese instante extraño que sucede cuando de improviso diriges tu mirada a alguien y descubres que te está observando, era ese cruce de miradas que sin saber porqué te hace sentirte incómodo, eso fue lo que sucedió cuando Yuri giró su vista y se encontró con los azules e intensos ojos de Nowaki.
- Nowaki - le dijo de pronto la chica - ¿Quieres que vayamos a comprar algo de beber?
- Si, vale ¿queréis algo vosotros?
Después de unos pasos, Nowaki se rascó la cabeza y decidió hablar.
- Esto, Yuri ¿Puedo hacerte una pregunta personal?
- ¿Cómo de personal?
- ¿Estás enamorada de Kamui?
- Tu no sabes lo que es la discreción ¿no, Nowaki?
- Es que yo... yo soy así ¡vaya que si!
- Pues te responderé igual. No. No estoy enamorada. Kamui me parece muy guapo, muy cool, me gustaría salir con él pero también me gusta Suo y más chicos ¿Por qué lo preguntas?
- No, por nada. Solo de pronto lo pensé. Mejor así.
- ¿Tu también te has dado cuenta, verdad?
- ¿De qué?
- De lo que ha cambiado Kamui, cuando está Akane no parece el mismo ¿verdad?
- Si, y cada vez es más descarado.
- ¿Te preocupa Momoka? A mi también. Es mi mejor amiga aunque no lo parezca, pero es tan tonta que no se da cuenta de nada.
- ¿Tu estás molesta?
- No, es normal ¿no? Hace ya un tiempo que me di cuenta. Cuando la mira sus ojos parecen distintos, me dí cuenta enseguida. En fin ¡que se le va a hacer! Alguna vez tenía que gustarle alguna chica. Solo espero que Momoka no lo pase demasiado mal, ella está realmente muy enamorada. Si te digo la verdad creo que entre Momoka y yo ya es una costumbre rivalizar por Kamui pero es solo porque no me gusta que me gane pero en realidad no quiero que lo pase mal.
- Pero... creo que en esta historia no solo están los sentimientos de Momoka.
- Ya lo se. Pero es mi amiga y son los que más me preocupan ¿Tu estas enamorado de Momoka?
- Mu gusta mucho pero empiezo a pensar que no lo se.
- ¿Pues sabes qué? Creo que le damos demasiadas vueltas a este tema. Las cosas son como son y ya está, he estado observando a Kamui y está muy molesto, no puede comportarse como quiere ¿le has dicho tu que sea considerado con Momoka?
Nowaki volvió a rascarse la cabeza.
- Bueno yo... creo que si.
- Pues muy mal echo ¿no ves lo mal que se siente? Así terminará por cogerle manía a Momoka.
- Es que él me dijo que no sabía si le gustaba Momoka y...
- Pues debería comportarse de una forma natural, relajado, no así que le da miedo mirar por si Momoka nota algo pero no lo puede evitar. Mira Nowaki, nosotros somos amigos de Momoka ¿no? si se lleva una decepción trataremos de animarla y le diremos lo poco que vale Kamui y que no la merece y ya está.
- ¿Y a ti quien te anima?
- Yo me animo sola, el mundo está lleno de chicos guapos... como tú.
- Y de chicas guapas como tú.
Se miraron durante unos segundos.
- Lástima que seamos amigos ¿no? - dijo Yuri apartando la mirada.
Nowaki suspiró, nunca se había parado a pensar como era Yuri, siempre la había visto como una chillona, mandona, histérica... pero resultaba muy simpática y una buena amiga ¿por qué escondería esa faceta suya con tanta superficialidad? Y lo mas inquietante ¿desde cuando sabía él esas palabras tan raras?
No hay mayor ciego que aquel que no quiere ver. Era el problema de Momoka, que ella se empeñaba en ver solo lo que quería. Hacía ya años que se había encabezonado en que Kamui era el chico perfecto para ella y a partir de ese momento ya no quería saber nada más. Le quería, seguro, eso debía ser amor, Kamui era la persona mas importante para ella. Reconocía que Nowaki era una gran persona, un gran amigo, el chico, a base de corazón y paciencia había conseguido ganarse su cariño, pero era solo eso, cariño, cariño como de hermana, ya si que no le quedaba ninguna duda, sin embargo lo de Kamui era distinto... o eso era lo que ella estaba empeñada en creer.
Y ahí estaba, viéndole jugar aquel absurdo partido de tenis sin red, se veía que lo estaba pasando bien y eso era lo que ella quería porque sabía como era, le conocía, sabía lo que él mismo siempre se exigía, siempre estaba tan solo, tan amargado... verle ahora tan relajado y tan participativo era algo maravilloso.
Con el ceño fruncido, Akira también observaba a Kamui y Ayesa jugar al tenis. Sumire contaba algo, era increíble lo que esa chica podía llegar a hablar... todo el mundo parecía pasarlo muy bien, pero él estaba enfrascado en sus pensamientos: condenada chica, no tenía bastante con ser cabezota, rencorosa y desconfiada que encima tenía que tener una doble personalidad ¿pero por qué le pasaba todo esto a él? ¿por qué todo tenía que ser tan complicado?... maldita sea, lo mirara por donde lo mirara todo eran problemas y encima estaba Kamui, con su cara de baboso que a lo mejor podría engañas a todo el mundo pero a él no y ella... esa Ayesa era tan desinhibida, tan... instintiva... maldita sea. Akira sentía que todo se había descontrolado y todo había sido por su culpa, él solo quería ayudar a Akane pero lo había fastidiado todo, si se hubiese quedado callado y quieto todo habría quedado en una anécdota, dolorosa si, pero solo eso, pero no, él no, él tenía que removerlo todo , su intención no era mala pero ¿que había conseguido? Primero que Akane se enfadase con él por meterse donde no le llamaban, segundo que le diese aquella crisis tan horrible, tercero traerle malos recuerdos y cuarto hacer que de nuevo aflorase esa personalidad suya, Ayesa... y ahora las preocupaciones de Akane eran mayores porque recordaba más el pasado y Ayesa había tomado el control y él... él no era nadie, no ayudaba en nada, todo su interés era ayudarla y no hacía nada, no podía hacer nada, ni siquiera consolarla porque Ayesa se ocupaba de todo y que poco le gustaba la forma de ser de Ayesa, sería parte de Akane pero estaba empezando a verla como una rival, si, una rival que le apartaba de Akane, que le impedía verla y ayudarla, abrazarla y decirle que él la iba a proteger de todo... ¡dios! ¿cómo podía ser todo tan complicado? ¿por qué se sentía tan inútil? Y para colmo estaba ese maldito beso, por su culpa no podía dormir tranquilo desde entonces, aquel roce le perseguía continuamente... malditas hormonas adolescentes... claro que tampoco entendía porqué se ponía así, si no era la primera vez que le besaban... seguramente le pasaba porque hacía mucho tiempo que no se enrollaba con ninguna chica, si, debía ser por eso, en fin, quizás lo que debía hacer era salir con alguna chica a ver si así calmaba sus hormonas, podría pedírselo a Yuri, últimamente estaba mas que rara, seguramente si le pedía salir se animaría, ella era así, le encantaba sentir que los chicos se interesaban por ella... ¿pero que estaba pensando? ¿sería capaz de pedirle salir a una chica solo para sentirse mejor? ¿pero que clase de persona era? ¿cómo iba a hacer algo así?... de todas formas solo eran pensamientos a los que nunca haría caso porque él no deseaba sentir otros labios que no fueran los de Akane y mucho se temía que por mucho que se enrollase con quien fuera aquel beso seguiría torturándole... porque aunque fuera Ayesa, aunque Akane no hiciera eso... eran los labios de Akane, era su aliento, era... un tortura que le estaba volviendo loco.
Y allí estaba ella, tan feliz, utilizando el cuerpo de Akane, sonriendo a Kamui, y allí estaba Kamui, disfrutando de esas sonrisas. Analizando como era Ayesa, totalmente espontánea, con esas ganas de vivir la vida y sentirlo todo, seguramente terminarán... sintió una punzada clavándose en su pecho... no, no podía ser... por unos instantes imaginó a Kamui besando aquellos labios suaves y ardientes, los mismos que él había besado...¡mierda!
Jisei le miraba. Vio como cerró los ojos violentamente y se llevó una mano mas o menos a la altura del corazón. Había estado mirándole todo el tiempo, de echo, llevaba varios días observándole y es que el aura de Akira normalmente era grisácea y monótona pero desde que apareció Ayesa aquello era todo un festival, tenía destellos de todos tipo, ahora mismo una especie de hilo fino y verde parecía envolverle. Se acercó a él.
- Eso que has sentido - le dijo en voz baja - se llaman celos.
- ¿Qué? - casi gritó sorprendido Akira, sus ojos se había abierto asombrados, pero de improviso recuperó su expresión habitual de aburrimiento.
- Acabas de sentir la punzada de los celos.
- Ahg... no me vengas con tus tonterías.
- Y ya no te vas a librar de ellos.
- Eso sería algo... - Akira bajó la vista.
- ¿Algo que? - sonrió Jisei segura de que , inteligente como era, Akira también sabía que eso eran celos.
Nowaki y Yuri regresaban cargados con latas de refrescos. Ayesa paraba de jugar y se acercaba a Kamui.
- Creo que lo voy a dejar ¿por qué no le pides seguir a tu melocotón?
- No creo que quiera.
- Yo creo que si, que lo está deseando.
- ¿Te quieres librar de mi?
- No que va, pero ella es más deportista que y.
- ¿Crees que te lo he pedido a ti por ser deportista?
- No me provoques Kamui Kaguya, a lo mejor te arrepientes.
- ¿Tengo que tenerte miedo?
Ayesa sonrió.
- ¿Te apetecería salir algún día conmigo? - le preguntó mirándole de forma insinuante.
- Creía que querías que aclarara mis sentimientos con Momoka.
- No te pido que seamos novios, solo una cita, ya sabes, salir, reírnos, pasarlo bien...
- ¿Que día te viene bien?
- Veo que tu no te haces de rogar, así me gusta. Anda, volvamos, ya estoy bastante acalorada ¿tu no?
- Pero no te olvides que tenemos una cita.
- ¿Ya ha terminado el partido? - preguntó Karasu.
- Por mi parte si - respondió la chica - Ya ya he sudado bastante ¿Hay agua?
- Es raro verte por aquí en vacaciones, Momoka ¿este año no os vais? - preguntó Ryuko.
- No, este año parece ser que no.
- Pues yo tengo que ir a clases de refuerzo - se quejó Nowaki.
- Eso es por haber hecho el vago todo el curso - le gruñó Momoka.
- ¿Y tú, Akane? - se interesó Kamui.
- No. Tengo que ocuparme de mis hermanos.
- ¿Todo el verano? - preguntó ahora Suo.
- Pues casi. Además, prometí llevar a los bellotas a su reunión anual.
- ¿Los bellotas? - interrogó Sumire - ¿Que es eso?
- Un grupo de enanos monstruosos.
- Yo te ayudaré - dijo Shibi - Este año haremos equipo nosotros.
- Y seguramente con Hizashi, ese no se pierde una - afirmó contundente la chica.
- Pero el año pasado fueron él y Genki ¿no? - proseguía Shibi.
- Y el anterior – rió Ayesa - ¿Sabes tu donde llevarlos?
- ¿Pero que es eso de los bellotas? - gritó Sumire.
- Son un grupo de críos - explicó Kyojin - Dos de los hermanos de Akane, uno de Shibi, la hermana de Genki, la hermana de Himeko y el primo de Kimisuke, el de 3-1.
- El club de los hermanos pequeños - añadió Ryuko - Han montado un grupillo "los bellotas" se hacen llamar, dicen que porque ahora son pequeños pero con el tiempo se convertirán en majestuosos árboles.
- ¡Oh que bien suena eso! - se entusiasmó Sumire.
- Apuesto a que eso es idea de la hermana de Genki - rió Kyojin - Es igual que él pero en niña pequeña.
- El caso - continuaba Ayesa - Es que han cogido la costumbre de toooooodos los años hacer una salida sin padres, a vivir la aventura, pero como son pequeños nuestros y no les dan permiso pues nos lían a nosotros... y nuestros padres nos obligan.
- Son bastante liantes - añadió Shibi.
- O sea que este año me toca a mi - proseguía Ayesa - ¿Dónde les llevamos?
- ¿Son muchos días? - se interesó Suo.
- No, dos o tres como mucho - contestó Ayesa - Los suficientes como para sacar de quicio a cualquiera.
- ¿Por qué no los llevas de acampada? - propuso Akira - Yo conozco un buen sitio, es agradable y no es peligroso.
- ¡Una acampada! - exclamó de pronto Ayesa - ¡Eso si que me gustaría! Pero no quiero ir con los monstruos, darían mucho trabajo.
- Pero una acampada es ideal para lo niños, es toda una aventura - siguió Akira.
- Si pero habría que montar las tiendas, hacer la fogata, preparar la comida y vigilarles a ellos. Sería mejor un sitio mas "recogido" donde pudiesen estar a su aire pero mas cómodos... sobretodo para mi. La acampada me gusta pero sin críos.
- Tendríamos que buscar alquilar una casa o algo - sugirió Shibi.
- Eso... encima a pagar.
- Mi familia tiene una casa en la playa - habló Kamui - Podríais utilizarla.
- ¿Nos la alquilarías? ¿A buen precio?
- Pero el año pasado fueron a la playa - intervino Shibi - ... y el anterior, no se si les va a gustar mucho esa propuesta.
- También tenemos otra casa en la montaña, al pié de un lago - continuó Kamui.
- ¡Pero que asco das, Kamui! - se burló Karasu - Los Kaguya estáis forrados.
- Los Kaguya son una familia muy respetable - habló Momoka - Kamui no lo hace por presumir.
- Pues igualmente da asquito.
- Lo digo en serio - continuó hablando Kamui - Podéis ir, no os cobraremos nada, solo que, debería ir yo también.
- Eres todo un caballero, Kamui - dijo Yuri.
- Y muy generoso - añadió Momoka - Aceptar meter en tu casa a tanto niño... ¿estás seguro que tus padres aceptarán?
- Son 6 niños - explicó Ayesa - Mas nosotros, tú y Hizashi seguro ¿vamos a coger todos?
- Si, no hay problema y más personas aún.
- ¿De veras podríamos ir?
- Claro.
- Pero es mucha molestia.
- Ninguna molestia, cenicienta, nos lo pasaremos bien.
- No si a mi me apetece pero es que es abusar.
- Solo me tenéis que decir que días queréis ir.
- ¡Que envidia! - exclamó Sumire.
- ¡Ya te digo! - se unió Yuri - El propio Kamui invitando a su casa de veraneo... que fuerte.
- Bueno Yuri, si queréis a vosotros os invito a la de la playa.
Sumire se acercó y le cogió las manos mirándole con ojos brillantes.
- ¿Lo harías? ¿Me invitarías?
- Si mujer, os invito.
- ¡Ahhhhhhh! - gritó abrazándose a Jisei - ¿Lo oyes? ¡Podemos ir a la playa! Comeremos sandías y nos tumbaremos al sol y... ¡sería fantástico!
- Pero lo ha dicho solo por quedar bien, anda loca no le pongas en un aprieto - le replicó Jisei.
- No, no. Lo digo en serio ¿Que dices Momoka? ¿Yuri?
- Seria abusar de ti y la generosidad de tus padres - repuso Momoka.
- Mis vacaciones siempre son muy aburridas, voy a muchos sitios, si, pero siempre estoy solo, me gustaría pasarlo bien con mis amigos. Son sitios bonitos y me gustaría tener algún recuerdo de ellos, no es que lo haya pasado mal, siempre he estado con mi madre pero otros recuerdos también estarían bien.
- ¿Y tus padres que van a decir de tanta invitación? - se preocupó Momoka.
- Mis padres estarán encantados. Siempre dicen que tengo que invitar a alguien.
- ¡Ah, yo quiero ir! - decía Sumire - Por favor - se acercó a Ayesa - ¿Vienes tu?
- Si acepto lo de la casa del lago sería abusar.
- Jo ¿Jisei? Di que si, di que si.
- Lo pensaremos ¿vale?
- ¿Y tú, Ryuko? ¿Nadie quiere venir?
- Ryuko va a venir con Kyojin y conmigo de acampada - intervino Akira bastante molesto, la verdad es que estaba muy mosqueado con Kamui y su prepotencia, sus casas y con todo en general, se daba cuenta de que Kamui había hecho una gran jugada, llevarse a Akane de vacaciones era algo que la alejaba de él, tenía que pensar rápido, tenía que buscar un contraataque y tenía que ser algo que le diera la ventaja a él, la idea de adelantarsele y llevarse él antes de vacaciones a Akane parecía lo más apropiado. Esperaba que Kyojin entendiese la indirecta - ¿verdad Kyojin?
Kyojin le miró algo confuso, los ojos de Akira se clavaron en él, estaba claro que quería decirle algo.
- Yo no tengo casas en la playa - continuó Akira sin dejar de mirarle - Pero los Shikamoto tenemos unos terrenos donde se puede acampar.
- ¡Ah claro! - dijo finalmente Kyojin - Es un sitio estupendo, pasa un río y todo, es que Ryuko yo quiero que vengas conmigo - esperaba que eso fuera lo que Akira pretendía - Ya verás como te va a gustar Ryuko, pescaremos y con suerte veremos ciervos.
- ¿Vas a ir de acampada con Kyojin y yo no lo sabía? - interrogó Ayesa - ¿Cómo nadie me ha dicho nada? Con lo que a mi me apetece ir de acampada.
Kyojin miró a Ryuko y cogió su mano apretándosela, como era de esperar esta no entendía nada de nada pero la idea de ir de acampada ellos cuatro le pareció de lo mas atractiva.
- Me gustaría pero mis padres... - se lamentó.
- Pero si voy yo contigo... - sugirió Ayesa.
- ¿Vendrías? Si tu vienes no hay problema pero ¿Y tus hermanos?
- ¿Cuando sería? - interrogó a Kyojin?
- ¿Tu también te apuntas? - dijo con un fingido tono de lamento Akira.
- Por supuesto, no voy a dejar a Ryuko sola con dos tíos y además ya sabes que todo lo que sea para acosarte a ti me apunto.
- ¿No pensarás traer al anticristo? Mira que te conozco.
- Dentro de unos días Ginta se va a un campamento, mi madre y su marido se van con el pequeño unos días y Takato con mi padre, él y su familia se van de vacaciones.
- ¿Y no te llevan a ti?
- No, no me apetece. Con tres hijos se apañan bien, no me necesitan. Son solo unos días los que voy a estar sola pero me gustaría tanto cambiar de aire.
- Entonces está hecho - habló Akira con un tono mas amable - Aviso a padre para que él de permiso para que acampemos y no haya problemas.
- ¿Pero no son terrenos vuestros? - se interesó Yuri.
- Pero está prohibido acampar, imagínate que nos encuentra el guarda.
Akane miró sonriendo casi infantilmente a Akira, ahora si, Akira reconocía tras esa sonrisa a la Akane se echaba tanto de menos, ahora si se sentía tranquilo y podía vanagloriarse de haber metido aquel "gol" a Kamui, ahora, por supuesto, tenía que saber sacar provecho de la ventaja.
Estuvieron hablando sobre las nuevas opciones que tenían para las vacaciones. Momoka, Yuri y Sumire parecían entusiasmadas en ir a la playa, claro que, si iba Sumire parecía que Karasu y Suo iban a ir adosados a ella.
- ¡Ah! - gritó de pronto Sumire muy alarmada.
- ¿Que te pasa, loca? - se interesó Jisei.
- Es que... ay, no quiero dejar a mi hermano solo, le prometí que pasaríamos las vacaciones juntos, es que acaba de terminar una relación y no quiero que se deprima.
- Dile a Kamui que le invite también a él - propuso Ayesa.
- Pero no puedo hacer eso.
- Dile que venga también - afirmó Kamui.
- ¿Te verdad? ¿Mi hermano puede ir? - Sumire de nuevo le había cogido las manos y le miraba con ojos de cachorrillo.
- Si, ya conozco a tu hermano, vino a mi piscina, además uno más no va a causar muchos problemas.
- ¡Fantástico! - gritó Sumire - Pero oye ¿no querrás algo a cambio, no?
- Tranquila - respondió Kamui mirando de reojo a quien para él era Akane - Ya pediré a alguien que me devuelva el favor.
Después de mucho hablar quedaron en llamar a los que no estaban allí para ver que decidían. Nowaki permanecía bastante callado, algo inusual en él, pero es que analizaba o al menos lo intentaba, si debía ir a la playa o no. Tenía la sensación de estar siempre con Kamui y Momoka, quizás debía apartarse un poco de ellos, a lo mejor su presencia era incómoda para Kamui y eso no le pedía a Momoka aquella famosa cita que dijo que iba a pedirle. Bien, no iría, porque como Kamui sabía que él bebía los vientos por Momoka a lo mejor eso le cortaba, pues nada, le daría esa libertad a ver si así se decidía.
Después de un rato bastante agradable, Ryuko dijo que iba a volver a su casa.
- Pero es muy pronto - dijo Yuri.
- Es igual, voy dando un paseo.
- Yo te acompaño - añadió Kyojin.
- Así que es por eso... - sonrió Momoka y también el resto de sus amigos - Pillines.
Ryuko se sintió avergonzada y Kyojin sonrió tontamente.
- Pues nada, que lo paseis bien - insistió Karasu.-
- Hasta mañana - se despidió Ryuko.
- ¡Eh! - gritó Ayesa - Y no la toques ¿entendido?
- Por favor, no la avergüences - intervino Shibi - Deja a los chicos ahora que van decidiéndose.
- Que ni se le ocurra pensar en tocarla. Ya sabes, a mi princesa ni tocarla, ni besarla.
- ¡Si señor! - dijo en tono eufórico Kyojin - ¡Puede quedar tranquilo señor, no la tocaré!
- Anda, anda, vámonos ¡Hasta luego a todos!
- Desde luego como eres Akane - rió Momoka
.- Pobre chico - añadió Karasu - Me lo tienes asustado.
. Mejo, cuanto más asustado esté mejor.
- Claro - sugirió Yuri - Como a ti no te gusta besar le amargas la vida a los demás.
- Es que me gusta dar por saco.
- Que tú no quieras disfrutar de la vida no quiere decir que tengas que impedírselo a los demás - repuso Yuri.
Ayesa la miró con los ojos entornados.
- ¡Uy lo que le ha dicho! - susurró Jisei.
- ¿Que has dicho, Yuri, bonita?
- Se va a liar - volvió a susurrar Jisei.
- Que no sabes disfrutar.
- ¿Crees que no se disfrutas?
- Hija nunca quieres jugar a nada, eres bastante aburrida.
- Ah, o sea que como no juego a vuestros juegecitos creéis que no se disfrutas.
- Esto... chicas... - comenzó a decir Nowaki viendo el ambiente helado que se había creado entre ellas
- ¡Tú no te metas! - le advirtió Momoka.
- ¿Solo por jugar a dar besitos sois más divertidas que yo? - continuó Ayesa dando un paso hacia Yuri.
- Chica - insistió Momoka - Son juegos inocentes y no entendemos por qué los odias tanto.
- No los odio, los considero tontos.
- ¿Te dan miedo? - se burló Yuri.
Ayesa miró a todos los que allí había a la vez que todos la miraban a ella. Sacó un chicle y le quitó el papel.
- ¿Tenéis dinero suelto?
- ¿Quieres algo de beber? - se interesó Kamui.
- No. Vamos a jugar a un juego, uno de esos que os gustan a vosotros ¿os apetece?
- ¿A las prendas? - preguntó Sumire - ¿O a verdad, atrevimiento o beso?
- Algo parecido, eso si, no quiero asustar a nadie, si hay alguien con moralidad estrecha que lo diga.
- ¿Quieres jugar? - se extrañó Momoka - Eso es nuevo en ti.
- Por mí vale - respondió Yuri.
- Sumire ¿quieres jugar? - le preguntó Ayesa.
Sumire miró asustada a todo el mundo.
- Pues no se ¿tu que dices Jisei?
- Que primero nos tiene que decir que juego es.
- Pues son las prendas... pero pagando.
- ¿Pagando? ¿Que hay que pagar? - interrogó Akira.
- Al principio es lo mismo. Ponemos en algún sitio las prendas de las chicas y en otra la de los chicos, a no ser que lo hagamos mixto pero supongo que eso es demasiado para vuestra mente cerrada.
- Separado está bien - se apresuró a decir Jisei temerosa de hasta donde podía llegar su amiga - Empecemos por lo fácil.
- Bueno, mixto es más morboso pero vale. Supongamos que yo saco una prenda de Karasu, por poner un ejemplo, entonces yo debe besar a Karasu, puedo besarle como quiera pero depende de donde lo haga y como él me pagará.
- No entiendo - decía confusa Momoka mientras Jisei suspiraba con resignación - ¿Que te pagará?
- Los besos se pagan ¿entiendes? A ver quien saca mas dinero.
- Pero eso tiene un nombre muy feo - advirtió Akira - Yo diría que está rozando algo ilegal.
- Es un juego, un juego ¿que pasa? ¿no os atrevéis?
- ¿Cual es la tarifa? - dijo muy resulta Yuri.
- Un piquito 10 yenes, si es algo más intenso se puede subir el precio, depende de quien lo reciba. Un beso, lo que sería un beso simple y normal 100 yenes y según vaya siendo mas profundo se sube la tarifa.
- Todos se miraban en silencio.
- ¿Que pasa? ¿Os da miedo que valoren vuestro besos?
- A mi no - respondió Jisei - Siempre puedes dar besos en la mejilla y punto ¿o no?
- Besos en la mejilla, 5 yenes. También podéis pedir multa si no os atrevéis a besar. En ese caso la multa la pagaréis vosotros, algo se os pedirá que hagáis.
- ¡Vale! - exclamó Sumire - ¡Yo si me atrevo!
- Esto no suena nada bien - se quejó Akira - Esto suena a prostituir tus besos.
- Oh mira, uno con moral.
- A ver, cobrar por dar besos tiene un nombre.
- Ya sabía yo que no os ibais a atrever, con todo lo aburrida que soy yo resulta que tengo más valor que ninguno y me atrevo a desafiar a la moral.
- Yo no creo que sea para tanto - habló Kamui - Yo estoy dispuesto a jugar.
Akira le miró desafiante.
- ¿Pagarías a la chica que te gusta para que te de un beso? Eso es muy miserable, Kaguya.
- Es solo un juego, Shikamoto.
- ¿Y pagarías a una chica por que se dejara besar por ti?
- ¿Que problema tienes, Shikamoto?
- El problema es que no me gustaría ver a la chica que me gusta besar a otro y que este le diese dinero valorando sus besos. Los besos se dan de corazón.
- Pues yo he oído de ti otras cosas.
- A ver Akira - se interpuso entre ambos Jisei viendo que aquello empezaba a parecerse a una discusión personal entre ambos - Vamos a tranquilizarnos un poco. Tampoco es para ponernos tan radicales Akira.
- Claro, solo se empieza ofreciendo céntimos por piquitos y a saber como se termina.
- Tranquilizate Aki, estás muy tenso, es extraño en ti.
- De todas formas esto solo es un farol de Akane - habló de pronto Yuri - Todos sabemos que lo ha dicho porque no íbamos a querer jugar, ha intentado que nosotros quedemos comos sosos y ella dárselas de atrevida pero te ha salido mal, guapa.
- ¿No iba en serio? - se asombró Sumire.
- O sea - dijo Ayesa sacándose el chicle de la boca - Que tu crees que yo no me atrevo a besar y que he dicho todo eso para que vosotros quedéis mal ¿no?
- Evidentemente.
- Bien, sujeta el chicle, bonita y elige a un chico de estos, te voy a demostrar si se jugar o no.
- Karasu - dijo sin dudar Yuri, segura de que Akane no se atrevería a besarlo.
Antes de que pudiese darse cuenta tenía el chicle de Akane pegado en su mano y veía, sin dar crédito a sus ojos, como su compañera poniendo las manos en el cuello de Karasu le atraía violentamente hacia ella para besarle de forma sorprendente.
Eso era perfecto para Jisei porque podía observar las reacciones de Akira y Kamui. El primero retiró la mirada con si todo le resultase aburrido y Kamui, por el contrario miró fijamente sin pestañear.
- ¿En cuanto lo valoras? - susurró Ayesa
Karasu permaneció unos instantes con los ojos cerrados y después paladeó.
- ¡Venga ya, panoli!- gritó Nowaki
- Espera, lo estoy analizando. Toma mi cartera y coge lo que te de la gana.
Yuri devolvió con bastante asco el chicle a su compañera y sacó una toallita húmeda de su bolso.
- ¿Para tanto ha sido? - gruñía.
- Mira, los pelos como escarpias tengo.
- Que le guste a este salido es muy fácil, habría que ver si te atrevías con Kamui.
No hizo falta que nadie respondiera, fue Kamui el que, dejándose llevar por un pensamiento loco y sin pensar, rodeo la cintura de Akane para juntar sus labios en un beso, un beso que llevaba ya mucho tiempo deseando.
Para asombro de todos la chica no le rechazó, al contrario, parecía responderle. No es que fuese un beso muy apasionado o espectacular, de hecho se podía decir que fue corto pero lo suficientemente largo como para que Momoka se sintiese decepcionada y algo como un presentimiento incómodo y molesto en su interior y por supuesto, lo suficiente para que Jisei notara el aura de Akira llena de dolor y celos.
Yuri miró llena de furia. Si había algo que no soportaba era que alguien le quitase protagonismo.
Y sin tener tiempo de reponerse de la sorpresa, todo vieron como era ahora Yuri la que cogía a Akira de la nuca para pillarle desprevenido y plantar en sus labios un efusivo y esta vez si intenso beso.
Akira se sorprendió pero se dejó besar, conocía a Yuri bastante bien y sabía que ella tendría que demostrar que era buena, el problema era que Akira no sentía nada, es decir, sentía si, notaba el roce, la presión, ciertas cosquillas, podría describirse como agradable, un beso algo exigente tal vez, hasta sentía la lengua de Yuri rozando sus labios pidiendo entrar, cosa que podría ser excitante pero ¿dónde estaban las mariposas, esas mariposas que bailaron en su estómago cuando Ayesa le besó? ¿dónde estaba el hormigueo que recorría todo su cuerpo, esa descarga a lo largo de su columna? No, no había nada de eso, nada le ponía la carne de gallina. Respondió al beso de la chica, lo hizo para ver si venían las mariposas, pero no. Yuri se separó triunfante mientras alguien silbaba y otros exclamaban algo ininteligible, pero Akira se quedó como atontado, sin comprender lo que había pasado y aún mas triste que antes miró a Kamui que sonreía presuntuoso mientras aún rodeaba la cintura de Ayesa.
Cuando, ya anochecido, regresaron, en el camino de vuelta, mientras las chicas hablaban de todo lo que había pasado de forma escandalosa, Kamui se puso al lado de Akira.
- Me has metido un gol por toda la escuadra, Shikamoto - le comentó en voz baja - Te llevas a Akane de vacaciones antes que yo pero yo voy a salir con ella, tenemos una cita.
Al instante se alejó mientras sonreía, dejando a Akira con la sensación de tener un espina clavada.
- Como si me importara... - murmuró con voz amarga – Maldita sea...

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