miércoles, 30 de noviembre de 2011

66. Ayesa

"El trastorno de identidad disociativo o de personalidad múltiple es el trastorno caracterizado por la existencia de dos o más identidades o estados de la personalidad que controlan el comportamiento del individuo de modo alternante.
En este trastorno se da una amnesia consistente en la incapacidad de recordar información personal relevante sobre alguna de las identidades coexistentes. La amnesia no es uniforme en todas las personalidades, de forma que lo que desconoce una de las personalidades puede saberlo la otra."
La personalidad múltiple existe, no es una imaginación y tampoco algo que yo me he inventado, es un trastorno psiquiátrico que convierte la vida de quien lo padece en algo caótico y que, tristemente surge por motivos dolorosos. Toda la información mostrada en esta historia es real, para crear a Akane y su doble personalidad me he informado mucho y recurrido al asesoramiento de psicólogos y psiquiatras, a parte de haber hablado con personas con este tipo de trastorno mental. Como punto final recordar que estas personas no están locas, simplemente heridas, tener en cuenta algunas de las causas que puede llevar a una persona a disociar su personalidad:
" * El estrés insoportable, como el haber sufrido abusos físicos o psicológicos durante la niñez.
* Una habilidad para separar los propios recuerdos, percepciones o identidades del conocimiento consciente (capacidad disociativa).
* Antes de tener una visión unificada del yo y de los otros se puede consolidar sólidamente un desarrollo anormal.
* Una insuficiente protección y atención durante la niñez."
Aclarado este tema ya podemos leer el capítulo, un capítulo muy importante y que confío que se comprenda. Espero que os guste.
....................................................................................
Aún estaba somnolienta, miraba el techo de la habitación de Jisei mareada y desorientada. Sentada en la cama, Ryuko le había cogió una mano y se la acariciaba.
- No estés triste Ryuko, no me gusta verte triste.
- No lo puedo evitar, he pasado mucho miedo.
- No quiero que llores, eres mi princesa.
- ¡Mira que eres tonta!
- ¿Te acuerdas? Yo era el caballero que te defendía y Jisei el hada mágica que se disfrazaba de campesina para que no la reconociesen.
- Eras el caballero más valiente del reino.
- ¿A que si? Me siento mareada ¿que ha pasado?
- ¿No te acuerdas?
- Ya sabes que los malos momentos suelo encerrarlos. Creo que grité a Akira ¿lo hice?
- Te enfadaste bastante.
- ¿Estamos en casa de Jisei?
- Si, en su cuarto.
- Eso me parecía ¿y dónde está?
- Preparando una infusión.
- ¿Sabes? He soñado que éramos pequeñas otra vez y yo mataba al dragón.
Jisei entró en la habitación llevando una bandeja con una tetera y tres vasos. Akane se incorporó lentamente.
- ¿Ya te has despertado?
- ¿He montado alguna escena?
- Digamos que ha sido entretenido ¿cómo te encuentras?
- Estoy mareada.
- ¿Recuerdas algo?
- Recuerdo a Akira... la verdad, es mono.
Aquella respuesta sorprendió a Jisei que comenzó a observarla.
- Tómate esto, te sentará bien - dijo - tú también Ryuko.
- Toma tus gafas - Ryuko las cogió de encima de la mesilla done las había puesto al quitárselas para que no durmiera con ellas.
- Ah, gracias ¿y mi cartera? - Akane, con las gafas en la mano, la buscaba con la mirada.
- Se la ha llevado Shibi, dijo que la llevaría a tu casa - contestó Ryuko.
- Que encanto, siempre pendiente de todo ¿Estaba con nosotros? He perdido facultades porque no lo recuerdo, creo que estoy algo anquilosada... en fin.
Akane volvió a dejar las gafas en la mesilla.
- ¿No te las pones? - preguntó Jisei.
- No.
Algo le dijo a Jisei que aquello no iba bien, sospecha que se confirmó cuando observó a Akane quitarse el reloj de su muñeca izquierda y ponérselo en la derecha.
- ¿Qué recuerdas exactamente? - se interesó.
- No se, estar molesta.
- Es extraño que tú no recuerdes todo.
- ¿Tan importante es? ¿He hecho algo raro?
- ¿Raro como distinto o como hago lo que me sale de las narices?
- Tu si que estás rara, hadita.
- Ya... ¿Y que piensas de Akira?
Jisei vio como de repente su amiga sonreía maliciosamente.
- No está mal, tiene su punto, dicen que sabe besar muy bien... habrá que comprobarlo.
Ryuko, que estaba bebiendo la infusión, sintió que el líquido se le iba por donde no debía.
- Estupendo - dijo Jisei - Pues nada, que me alegro de verte, mi caballero andante.
- ¿Que quieres decir Jisei? - Ryuko sentía su corazón acelerado.
- ¿No es evidente?
- ¿Me echabas de menos, princesa? - dijo sonriendo Akane.
- ¡Ah! ¿Si? ¿Si? - Se oyó el timbre de la puerta - Si no te acuerdas de nada ¿no te extraña estar en casa de Jisei? ¿en su cama?
- No, supongo que algo habrá pasado pera da igual, ya me enteraré - Akane se estiró - Es estupendo sentirse viva.
- ¡Madre mía! - se lamentaba Jisei mientras se llevaba una mano a la frente.
Alguien golpeó en la puerta de la habitación, al momento esta se abrió y Kisuke asomó su cabeza.
- Hermanita, un par de chicos preguntan por vosotras.
- Ah claro, les he dicho que vinieran - se levantó y se acercó a una estantería llena de libros, parecía saber lo que buscaba, cogió un libro y sopló un poco - Ahora vuelvo, Ryuko, vigílala.
Jisei salió y Kisuke entró. El hermano de Jisei se sentó en la silla que antes había ocupado esta.
- ¿Cómo te encuentras, pulga?
- Dispuesta a picarte.
- ¿Y tú? ¿Estás ya más tranquila?
- Si, gracias Kisuke.
Jisei fue al comedor, allí, de pié, estaban Akira y Kyojin.
- Hola chicos.
- ¿Cómo están? - preguntó Kyojin impaciente.
- Ryuko está más tranquila y Akane... esto... sentaros, lo vais a necesitar.
- ¿Que pasa? - se alarmó Akira.
- No... esto... ¿vosotros no conocéis a Ayesa?
- ¿Quien es Ayesa?
Se oyó un gran golpe.
- Je... esa es Ayesa.
Lo que había pasado es que Kisuke pasó los dedos por la mejilla de Ryuko.
- Así me gusta - había dicho - Te queda mejor una sonrisa.
Lo siguiente que vio fue el suelo al caer de la silla.
- ¡Maldito pervertido! - decía Akane mirándole furiosa.
Por supuesto, Akira y Kyojin estaban algo extrañados del golpe que había escuchado pero no les intrigaba mucho.
- ¿Alguna amiga tuya? - preguntó Kyojin.
- Si, es una vieja amiga. Voy a intentar resumiros el problema... a ver... bueno pues... Ayesa es Akane.
- ¿Algún nick?
- No, un trastorno de personalidad.
- Ya ha vuelto la pulga salvaje - decía entrando Kisuke - Está loca, me ha pateado los riñones. Bueno yo me voy, vosotros andaos con ojo, cuando a la pulga se le cruzan los cables no hay quien la tosa. Ciao, hermanita.
Akira y Kyojin miraron a Jisei.
- ¿Akane ha pegado a tu hermano? - preguntó intrigado Akira.
- No, Akane no... Ayesa. Veréis - abrió el libro y hojeó hasta encontrar lo que buscaba - Aquí está, Akane sufre de lo que se llama "Trastorno de Identidad Disociativo" - Akira y Kyojin la miraron con los ojos abiertos de par en par y sin comprender nada - Os leo textualmente "El trastorno de identidad disociativo es un diagnóstico descrito como la existencia de una o más identidades o personalidades en un individuo, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente. Al menos dos de estas personalidades deben tomar control del comportamiento del individuo de forma rutinaria."... es un buen libro, no es una patraña, está escrito por varios médicos.
Akira parpadeó un par de veces.
- Perdona Jisei - dijo Kyojin - Pero no me he enterado de nada.
- ¿Me estás diciendo que Akane tiene doble personalidad? - dijo atónito Akira.
- O triple. Shibi os ha contado "eso" ¿no? Por favor, tratad de entenderlo ella no esta loca, ella era una niña que estaba muy sola con una carga muy pesada, se sentía atrapada... Mira Akira, lee tu mismo esto, toma - le pasó el libro.
- ¿Que quieres que lea?
- Aquí, lee las causas que puede provocar lo que ella tiene.
- "Se atribuye a la interacción de diversos factores: estrés abrumador, capacidad para disociar, falta de apoyo y cariño durante la infancia ante experiencias dolorosas, falta de protección frente a procesos traumáticos (el 97% de los adultos con este trastorno manifiestan haber sufrido maltrato durante la infancia, pudiendo ser comprobado en el 85%). Los niños no nacen con un sentimiento de identidad unitaria sino que esta se va desarrollando a partir de múltiples fuentes y vivencias; en niños sometidos a sobrecarga emocional se obstruye el desarrollo y partes que deberían haberse integrado permanecen separadas."
- Por favor, sigue.
- "El desarrollo humano requiere que los niños sean capaces de integrar complicados y diferentes tipos de información y experiencias. A medida que los niños aprenden a forjarse una identidad cohesionada y compleja, pasan por fases en las cuales se mantienen separadas diferentes percepciones y emociones. Pueden usar estas diferentes percepciones para generar diferentes yo"
- ¿Que me estás diciendo? - habló aturdido Akira.
- Akane nunca podía hacer nada, siempre pendiente de sus hermanos, vigilándoles, dándoles de merendar, de cenar, hasta les cosía la ropa, les arreglaba los juguetes y nadie le decía nunca lo bien que lo hacía, al contrario, cada vez le exigían más y más y solo le decían lo malo que hacía y luego esa mujer siempre insultándola y... el... Jaakuro. Tenéis que comprender lo presionada que se sentía, al principio, cuando salía de su casa, sola por fin para ir a la escuela, se desahogaba de forma muy agresiva, necesitaba echar toda esa angustia , pero era peor porque llamaban a sus pares y la castigaban y los castigos eran algo...
- ¿Crueles? ¿El la palabra que buscas? - la interrumpió Akira.
- Pues si... entonces ella lo que hizo fue refugiarse en su mundo interior, cuando estaba sola, castigada, sin poder salir, ella se creó un mundo en el que poder refugiarse, al que huir de alguna forma para escaparse de esa realidad en la que lo pasaba tan mal.
- He oído decir que hay niños que se refugian en la fantasía - habló Kyojin - ¿Que pasa? ¿Confunde la realidad?
- No. Mira ella aprendió a comportarse como los adultos deseaban, era dócil, obediente, sumisa... pero ella no era así, entonces, cuando se metía en ese mundo, ella podía imaginar que era rebelde, protestona... y feliz. Ryuko y yo empezamos a participar de ese juego, a ella le gustaba mucho jugar a que vivía en ese mundo, era feliz y disfrutaba tanto que nos contagiaba. Yo era un hada, un haga mágica que vivía disfrazada de campesina pero le daba poderes a ella para que hiciera justicia.
- ¿Que era? - preguntó irónico Akira - ¿Una magical girl?
- Humh... algo machorra. Era una doncella e palacio pero con mis poderes se convertía en "El caballero naranja de las lindes naranjas" que no sabíamos lo que era pero sonaba bien.
- ¿Se convertía en un caballero?
- De brillante armadura y espadón grande con el que rebanaba las cabezas de los ogros y mataba dragones. Ryuko era una princesa que siempre estaba en peligro y ella era su paladín. "Lady Ayesa"
- Supongo que los ogros y los dragones representaban todo lo que la oprimía ¿verdad?
- Verdad. Todo parece una cosa normal e inocente. Lo que pasó es que un día Lady Ayesa salió a la luz y tomó el control... Akane se bloqueó tanto que su personalidad oculta, por llamarla e alguna forma, tomó el control y salió... ya no era Akane, era otra, una niña rebelde, reaccionaria...
- Vale, lo que me faltaba por oír hoy, que se creyó que era un personaje imaginario.
- No lo entiendes Akira, ella es real, no es un personaje imaginario, pero no es ella, es otra Akane, piensa de otra forma, actuar de otra forma, por favor no penséis mal de ella, simplemente algo en ella saltó porque necesitaba gritar y... vivir.
- Yo nunca he notado nada - reflexionó - Kyojin.
- Hacía mucho que Ayesa no aparecía.
- Bueno - continuó Kyojin - Todos nos comportamos de distintas formas en distintas ocasiones.
- No Kyojin, no, tienes razón pero es mas eso. Akane es otra persona, no piensa igual, no habla igual, tiene sus propias ideas, incluso... es zurda... si, Akane no utiliza la mano izquierda, intentalo si quieres, no lo hará, no sabe, pero esta otra Akane si... nosotras, para diferenciar a las dos Akane comenzamos a llamarla Ayesa, como su personaje... Kyojin, acabo de ver como se cambiaba el reloj de mano, no se pone las gafas, nunca... os aseguro que es como si esa otra Akane utilizase partes del cerebro que Akane no utiliza, os lo digo de verdad, es otra persona... Ya veo que no me creéis. Esperad, voy a traer algo.
Jisei se marchó y Kyojin y Akira se miraron incrédulos.
- ¿Tu que piensas? - preguntó Kyojin.
Akira cerró el libro para leer el autor del mismo y volvió a abrirlo.
- Yo que se, el libro parece serio pero... no, no creo que Jisei o Ryuko fueran capaces de inventarse una mentira basándose en esto... aunque Jisei está bien loca.
- ¿Crees que es mentira?
- No, no lo creo pero si que a lo mejor realmente Akane empezó a actuar de otra forma, que le gustaba creerse otra persona y a ellas les gustaba ese juego y luego... eran niñas, es fácil que ellas mismas se creyesen su propia mentira.
- Pero mira lo que dice aquí que puede provocar eso que dicen : "El estrés insoportable, como el haber sufrido abusos físicos o psicológicos durante la niñez"Eso coincide con el perfil de Akane.
- Si, pero quizás encontraron esta información e inconscientemente lo crearon todo. Es fácil para una niña decir que tiene dos personalidades, Akane es muy imaginativa, piensa que ella podía necesitar creer realmente que era otra persona, lo creyó tanto que se engañó a si misma. Que actúe de dos formas distintas no quiera decir necesariamente que tenga doble personalidad.
- "El Trastorno de Personalidad Múltiple" - continuó leyendo Kyojin - "comienza a edad temprana, antes de los 12 años, y responde muy frecuentemente a una respuesta traumática por abuso sexual, físico y/o emocional. La desconexión cumple la función de distanciarse o disociarse del evento traumático, como engañándose a uno mismo para no aceptar el dolor emocional. En la mentalidad de un niño este mecanismo funciona, ya que ellos pueden contar con el poder de la magia y la imaginación, tratando de hacer desaparecer lo que no es agradable."
- Ya he vuelto - dijo Jisei entrando de nuevo, llevaba un sobre de tamaño folio y abultado en las manos - Tomad, es el expediente de Akane, por suerte mi madre nunca tira nada.
- ¿El expediente de Akane? - se extrañó Akira.
- Su informe médico, mis padres se las apañaron para hacer que una psicóloga viese a "la otra" Akane.
- ¿Tus padres sabían lo que le pasaba a Akane?
- Pues claro, mis padres se preocuparon mucho por ella, querían ayudarla de alguna forma. Tomad, leed.
Akira sacó los papeles y les echó una ojeada.
- Sonomi Namikaze - leyó.
- Fue la psicóloga que la atendió ¿ves? ahí está su número de colegiado ¿no te suena el nombre?
- ¿Es la madre de Nowaki?
- Si. Lee, lee.
Ante aquella prueba Akira se encontraba aún más confundido y sin saber que pensar.
- ¿Que pone aquí?
- La segunda personalidad resulta ser la personalidad dominante, significa que...
- Ya, ya se lo que significa, que "la segunda" Akane domina a la primera... es increíble ¿creó una personalidad que la domina?
- Creó la personalidad que necesitaba para sobrevivir.
- Claro dominio del ambiente... conciencia de si misma - seguía leyendo Akira.
- Es que, Ayesa, como la bautizamos, no es solo una personalidad que ha creado Akane, es que ella tiene conciencia de si misma, sabe quien es, sabe que existe para ayudar a Akane... es muy difícil de explicar. Por lo general las personalidades "viven" aparte unas de otras pero en este caso Ayesa no... Akane no conoce la existencia de Ayesa pero Ayesa de Akane, si.
Ryuko entró en el comedor.
- Hola ¿molesto?
- Claro que no - respondió Jisei - ¿Y ella?
- Ha ido al servicio, dice que quiere arreglarse... ¿se lo has contado?
- ¿Cómo te encuentras tu? - preguntó Kyojin levantándose.
- Bien, ya estoy tranquila. Jisei ¿de veras crees que ellos deberían...
- Les he contado lo de Ayesa pero creo que no me toman en serio.
- Es que es algo difícil de digerir - habló Akira levantándose también - Podemos entender que a veces le salga ese carácter endemoniado suyo pero...
Jisei palmeó la espalda de su compañero.
- Ya me lo diréis, incrédulos.
- ¿Que te tienen que decir? ¿Algún secreto? - se oyó la voz de Akane.
Acababa de entrar y se apoyaba en la pared. Kyojin y Akira la miraron extrañados, realmente parecía cambiada, en una de sus manos llevaba sus gafas, se había peinado con una coleta alta y anudado la camisa del uniforme por debajo del pecho dejando su cintura descubierta. Y no solo era eso, era la forma sensual de apoyarse en la pared, la mirada, una sonrisa enigmática... en general la expresión corporal era muy distinta a la habitual.
- Veo que no habéis pasado por vuestra casa - dijo Ryuko tratando de actuar con normalidad - ¿No habéis hecho los deberes?
- Hemos estado charlando con Shibi - respondió Kyojin.
- Yo los hice mientras... Akane dormía, si quieres te los llevas y los copias.
- ¡Oh! - exclamó Akane y comenzó a acercarse a ellos - ¿Se los dejarás a él y a mi no?
- Es que...
- Acércate galán.
Kyojin algo confuso dio un paso hacia ella. Akane le agarró violentamente del cuello de la camisa.
- Que te quede claro que mi princesa es pura como la nieve, ni se te ocurra mancillarla ¿de acuerdo?
Y de un empujón Kyojin volvió a quedar sentado.
- Akane ¿estás bien? - preguntó aturdido.
- No me llames Akane, ahora ya no me gusta que me llamen Akane ¿no se lo habéis dicho, chicas?
- Es que es algo difícil de explicar - dijo Jisei.
- Digamos que la Akane que tu conoces está descansando, ahora yo manejo este cuerpo.
- ¿Eres un fantasma? - preguntó Kyojin.
- Vosotros si que sois unos fantasmas. No, no soy un fantasma, soy Akane pero no soy ella, soy otra parte de ella, mas siniestra.
- Bueno Ayesa, tampoco eres siniestra - intervino Ryuko.
- Tranquila princesa, estoy aquí porque tu me has llamado, ya me ocupo yo de todo. Quizás estos amigos vuestros estén pensando que nos burlamos de ellos ¿no, genio? Bueno ¿me guardas mis gafas? Es que no tengo donde llevarlas.
- ¿Por qué no te las pones? - le dijo Akira.
- Porque me molestan.
Realmente Akira si llegó a pensar que era una broma, Akane era buena actriz después de todo, aunque claro, después de lo que había oído y visto se inclinaba a pensar que aquella niña había terminado con un problema de personalidad, era fácil y lógico, cualquiera intentaría evadirse de la realidad cuando esta te hace daño.
Al abrir su cartera para guardar las gafas vio un paquete de bombones que había comprado para ella, pensó que el chocolate la animaría después de lo que había pasado. Lo sacó.
- Toma, te he traído esto... son en son de paz.
Akane miró los bombones y sonrió, pero no era la sonrisa que siempre ponía al ver chocolate, era una sonrisilla pequeña y retorcida, tampoco sus ojos se abrieron de par en par, al contrario, los entornó y con esa sonrisilla y esa mirada de soslayo, miró a Akira y cogió los bombones.
- Eres un pequeño pervertido ¿eh?
- No... yo creí que te animarían.
- Oh si, a Akane le vuelven loca.
- Si no tomas mucho no te hará daño.
- ¿No quieres que me hagan daño?
- Esto no pinta bien - murmuró Jisei a Ryuko.
- No comas muchos ¿vale? - dijo esta última.
- Tranquila que no voy a comer muchos, hay otra cosa que me apetece probar más.
Abrió el paquete y sacó uno, era redondo, lo miró.
- Estos están rellenos de crema de chocolate ¿no? Toma Kyojin - le dio el paquete - Sírvete y dale a Ryuko.
Eso era extraño, Akane compartiendo el chocolate... muy extraño, pensaba Akira. Pero más extraño fue lo que hizo a continuación. Sin dejar de mirar a Akira mordió un poco el bombón y con las manos lo partió en dos, una de las partes de la metió en la boca y después llevó su dedo corazón hasta la crema que se veía introduciendo la punta del dedo en ella.
Todos la miraban curiosos para saber que hacía. Ella llevó aquel dedo untado de chocolate a los labios de Akira, manchándolos con chocolate.
- ¿Que haces? - preguntó el chico extrañado.
- Me fabrico una excusa.
- ¿Para qué?
No contestó, simplemente se acercó a él empinándose y comenzó a lamerle suavemente.
Nadie daba crédito a lo que veía. Ryuko se sintió algo avergonzada, Kyojin había abierto la boca y así se quedó mirando totalmente incrédulo mientras un bombón se deshacía en su cavidad bucal. Jisei se llevó la mano a la frente con gesto de paciencia y Akira... Akira sentía toda su sangre acumulándose en su cabeza, sin atreverse a moverse optó por cerrar los ojos y no pensar. Ahora sentía los labios de Akane que parecían querer succionar los suyos y su lengua lamiéndole, los dientes de Akane aprisionaron de forma suave su labio inferior y notó como tiraba de él mientras se separaba.
- Delicioso - dijo la chica introduciendo en su boca la mitad del bombón que quedaba y lameteándose el dedo y empujándole hacia el sofá - Bueno ¿no vamos?
Akira estaba muy colorado, demasiado colorado, pensaba Kyojin para ser un chico acostumbrado a distintas efusividades por parte e las chicas.
- Bueno Akira - habló Jisei - esta es Ayesa, como ves no es Akane, tampoco le eches la culpa al chocolate que solo ha tomado un poquito.
Realmente aquella no era Akane, Akira había decidido que Jisei tenía razón, esa chica no era Akane que él conocía, sería otra personalidad, un fantasma o un alienígena, pero no era Akane.
- Bueno ¿Habéis venido para acompañarlas a casa, no? - inquirió Jisei.
- ¿Co... co... como te haces llamar? - balbuceó Akira.
- Me llaman Ayesa, cariño ¿te lo deletreo?
- El más valiente de mis caballeros - añadió Ryuko.
- Ah, muñeco - sonrió la chica - No como chocolate, me causa adicción y pierdo el control y no me gusta sentir necesidad por nada.
- ¿De verdad eres zurda? - se interesó Kyojin.
- Trae papel y lápiz.
Kyojin sacó uno de sus cuaderno y le dio un bolígrafo. Lo cogió con la mano izquierda y de manera ágil y rápida comenzó a escribir. Akira se acercó a mirarla, la letra era pequeña y alargada, ligeramente inclinada hacia la derecha pero totalmente legible.
"Soy Ayesa y se quien soy, soy consciente de que he nacido de los miedos de Akane pero soy yo, tengo conciencia de mi misma. Nací porque lo necesitaba, necesitaba disfrutar de la vida mientras Akane descansaba, ella puede desconectar de todo y yo descargo la tensión. Yo la he dado fuera y valor y ella me ha dado vida. Ella es ella, con sus gustos y sus manías, yo soy yo, soy distinta a ella, pienso distinto, actúo distinto, no la culpéis a ella de lo que yo haga. Yo soy yo".
- Todo esto es extrañísimo - comentó Kyojin.
- Puedes intentar que Akane escriba con la izquierda, no lo vas a conseguir, no sabe utilizarla para nada, lo mismo que yo con la derecha. La izquierda es la parte que yo domino, porque necesito algo mío y solo mío.
- Ya decía yo que esa chica era bipolar - suspiró Akira.
- No, no, yo no tengo nada que ver con sus manías. Ya me irás conociendo.
- ¿Te vamos a ver mas veces? - preguntó Jisei.
- Pues claro, Akane está muy angustiada y Ryuko me ha llamado y no voy a abandonar a mi princesa. Además ya lo necesitaba, he estado escondida mucho tiempo y quiero vivir. Venga, vayámonos ya, estoy deseando salir a la calle.
Antes de marcharse, Jisei paró a Akira.
- La última vez que la vi tenía 14 años, supongo que... bueno que cualquier problema hazme un perdida ¿de acuerdo? Por cierto, un momento Ayesa.
- ¿Que quieres hadita?
- Me alegro de verte... diviértete.
Kyojin no podía dejar de mirarla.
- ¿De veras crees que es otra? - le preguntó a Akira.
- Tu has visto lo que ha hecho ¿crees que haría eso en su estado normal? Esto es muy raro Kyo pero hay algo que tengo seguro, una broma no es, Akane nunca haría una cosa así.
Salieron a la calle y comenzaron a caminar. Ryuko y Akane, o quien fuese, iban delante hablando como si hiciera mucho tiempo que no se habían visto.
Caminaron hasta que Kyojin y Ryuko indicaron que iban a tomar otra dirección. Eso de dejar a Kyojin y Ryuko solos era algo que a Ayesa no parecía hacerle mucha gracia.
- No pasa nada - dijo Ryuko - él me protege.
- ¿Y quien te protege de él?
- Soy inofensivo, te lo juro.
- Tienes 18 años, no eres inofensivo.
- ¿Cómo sabes que tiene 18 años? - interrogó Akira.
- Comparto cerebro con Akane y unos recuerdos, es como un archivador lleno de datos.
- Ah... es raro, pero lógico.
- Que no te preocupes - hablaba Ryuko - Kyojin es muy educado.
- Eso espero porque si no, ya puede ir rezando para tener una muerte rápida..
Ayesa les vio marcharse con gesto desconfiado.
- Mira que eres problemática - se quejó Akira.
- Tu calla y llévame a un sitio mas discreto.
- ¿Mas discreto?
- Si, con menos gente.
- Ya empezamos... espero que no empiece como ayer - murmuró en voz baja.
Kyojin y Ryuko caminaban despacio.
- Akane... o Ayesa... o lo que sea, parece muy protectora contigo.
- Ayesa, es Ayesa. Yo... Kyojin se que todo lo que ha pasado te resulta raro.
- He flipado bastante, ha sido una tarde muy intensa. No me imaginaba que Akane hubiese sufrido... que hubiese vivido tal pesadilla.
- Claro, no es un tema para ir contando por ahí.
- No claro. Me he sentido muy mal. Fíjate que me siento culpable por no haberme dado cuenta de nada.
- Nosotras... yo pensé que todo había pasado, pero ya veo que no... - Ryuko se tapó la cara y empezó a llorar de nuevo - No se puede olvidar... no puedo olvidar lo que pasó.
Kyojin no sabía que hacer ¿cómo la consolaba? La abrazó tímidamente, estrechándola contra su pecho.
- Fue horrible Kyo, cada día la veía mas y mas apagada y mis padres no quisieron ayudarla y yo rezaba, toas las noches rezaba, rezaba a todos los dioses que conocía que la ayudasen, yo... ofrecía cosas, prometía hacer un montón de cosas... prometía y juraba que lo haría... recé tanto, tanto... y nadie me escuchaba... yo no podía hacer como que no veía nada... yo...
- Tu lo has pasado también muy mal, también has sufrido mucho.
- Jugábamos a que ella era un valiente caballero y me protegía. A veces no podíamos jugar, entonces ella nos contaba aventuras que vivía en su imaginación... era tan... ¿como lo diría? Se la veía emocionada, realmente necesitaba esas aventuras... y me arrastraba a ellas, yo las vivía con ella, incluso creo que llego un momento que confundí la realidad con la fantasía... yo quería que fuesen reales y un día... allí estaba ella, mi caballero, valiente y dispuesta a todo.
- No me puedo imaginar lo mal que lo has pasado. Debe haber sido horrible para ti ver como humillaban día a día a tu amiga y no poder ayudarla... cuanto siento no haber estado para ayudarte. Dejame ayudarte ahora, llora en mi hombro, desahogate, cuéntame todo lo que quieras, yo te escuchare, te prometo que ayudare a Akane, ya veras, todo va a ir bien.
- No va a ir bien Kyo, no va a ir bien, ella tiene que mudarse a casa de su padre y allí esta el dragón negro, la mala mujer que la odia, aunque Akane ahora sea mayor tiene terror, no puede acercarse a ella.
- Tu tienes tanto miedo como ella.
- Se que no lo vas a entender, pero para mi Ayesa es realmente un caballero, un héroe que siempre sale para rescatar a mi Akane, para ayudarla... ¿crees que estamos locas?
- Creo que habéis estado muy solas.
- Mucho. A veces teníamos otras amigas pero siempre desaparecían, es mas fácil huir y hacer que no ves nada.
Ryuko se separo de Kyojin y se seco las lagrimas.
- Ya ves lo que soy, una chica llena de traumas ¿aun quieres que salgamos?
- ¿Por que no iba a querer? Quiero salir contigo y con tus traumas, quiero conocerle y saber cosas de ti, yo también he tenido mis momentos tristes y aunque no sepa lo que es pasar por lo que tu has pasado, se lo que ses tener un buen amigo a tu lado, lo importante que puede llegar a ser. Ahora entiendo lo unida que estas a Akane y a Jisei, ahora me gustas aun mas porque veo lo que te preocupas por Akane y eso me dice lo buena persona que eres.
- No pude ayudarla.
- Estuviste a su lado, eso seguro que para ella era importante, saber que no la abandonarías.
- Eres muy bueno - sonrió Ryuko - ¿Y si resulta que no soy como piensas?
- Hagas lo que hagas nunca me decepcionaras y nunca me molestaras, ademas te prometo que aunque te equivoques no te lo diré... yo solo te abrazare y te dejare mi hombro para que te desahogues.
Akira había llevado a esa chica hasta un rincón algo apartado del parque.
- Sabia que tu conocías buenos sitios solitarios.
- Me gusta alejarme de todo, tumbarme y ver pasar las nubes tranquilamente.
Se sentaron en el suelo apoyándose en una pared. Akira observo detenidamente a su compañera.
- Es muy bonito, aquí nunca has traído a Akane.
- Lo encontré después de... ya sabes.
- Apuesto a que si has traído a otras ¿eh, pillín? No te apures, es lo normal.
- ¿De veras eres otra...
- Se que para ti es difícil de creer pero te repito que no soy Akane, solo utilizamos el mismo cuerpo. Bueno supongo que si soy Akane, soy una parte escondida en su cerebro, sus deseos de libertad, sus sueños, todo lo que nunca tenia: una personalidad, un carácter, no ser el pelele de todo el mundo. Ella quería pensar por si misma y hacer lo que pensaba, quería reír y cantar ¿sabes que de pequeña nunca cantaba? ¿sabes que durante años nunca vio reír a su madre? solo llorar... pero todo eso es muy triste y aburrido.
- No, para nada.
- Podíamos aprovechar el tiempo en cosas mas... provechosas.
- Según he creído entender, bloqueas tus emociones, lo que te angustia, lo encierras y eres capaz de actuar como si no existiese ese problema, te desahogas y luego, al pasar un tiempo, te encuentras mejor y mas preparada para enfrentarte a tus problemas.
- ¿Esa conclusión la has sacado basándote en que?
- En analizar los hechos.
- Eres un chico muy listo, por eso me gustas, pero no entiendes nada. ¿Sabes que puedo hacer que Akane sueñe?
- ¿El que?
- Akane no recuerda nada de lo que yo hago pero a veces tiene sueños. Tu y yo, muñeco, podemos hacer que tenga un bonito sueño.
- ¿Que sueño? - Akira tenia una rara sensación al ver la sonrisa maliciosa de la chica.
- No tengas miedo, no duele.
- No creas... ella me odia... si quieres que tenga un sueño agradable a lo... a lo mejor... agradable seria... torturarme.
- ¿A que tienes tanto miedo? - dijo sentándose a horcajadas sobre las piernas de Akira.
- No me gusta esa mirada, Akane nunca me mira así.
- Yo no soy Akane, aunque puedes creer que lo soy.
Akira sintió los labios de Ayesa en su mejilla, unos labios suaves con un roce suave y caliente "ya esta" pensó "esta volviendo a pasar, mi mente se funde" ¿por que le tenia que pasar eso? Puso las manos en los hombros de ella para retirarla, lo hacia suave y sin ofenderla pero cuando de repente sus labios se vieron atrapados por aquella suavidad y su estomago parecía estar lleno de pequeñas mariposas revoloteando, lo único que pudo hacer fue poner una de sus manos en su cuello para atraerla mas hacia si. Aún así no se atrevió a responder a aquel beso, sentía demasiado aturdimiento, aún no parecía comprender lo que pasaba.
Ayesa le miro sonriendo lleva de satisfacción, no podía negar que le encantaba verle así, con ese gesto de asombro, con aquella respiración agitada y el sudor pegado en su frente.
- ¿Akane hace esto?
Akira sentía su cara arder. No, esa chica no era Akane, era imposible que fuera Akane.
- ¿Quien te ha enseñado a besar así?
- No eres tu el único que aprende rápido.
- Oye, Ayesa o quien seas esto no esta...
No pudo terminar la frase porque aquellos condenados y suaves labios volvían a atraparle y esta vez sentía su lengua pidiendo paso. No pudo evitarlo, comenzó a responder tímidamente a aquel beso mientras entreabría los labios para dejarla entrar. Sentía la yema de los dedos de la chica rozando levemente su cuello y erizándole la piel. Todas esas sensaciones se juntaban y parecían estallar por dentro. Antes de que pudiera comenzar a saborear esos dulces labios, Ayesa se separó sonriente de él.
- ¿Es eso lo mejor que sabes hacer? Vaya decepción, había oído cosas mas impresionantes de ti.
Akira la miro desafiante ¿quería jugar? Vale, jugarían, de una vez por todas sabría si era Akane o no. Iba a besarla, estaba totalmente decidido, cuando a escasos milímetros se detuvo y se apartó.
- ¿Sucede algo?
- No puedo... no puedo... yo no puedo hacerle esto a Akane, ella me odiaría aún mas, Akane no da besos, le dan asco... si supiera que yo me aprovecho... yo... lo siento, no puedo.
- Entonces ¿admites que no soy Akane?
- Admito que por alguna razón, algún tipo de bloqueo en tu mente, en estos momentos no actuás como Akane.
- Ni pienso como Akane, ni hago nada como ella, conclusión: no soy Akane.
- ¿Y como puedo recuperar a mi amiga?
Ayesa se bajo de sus piernas y sonrió. Se sentó a su lado y se apoyo en su hombro.
- Estoy cansada, dejame relajarme un poco. Me gusta sentir el calor humano y a ella también... es algo que necesitamos.
Estuvieron bastante rato en silencio. Ayesa había cerrado los ojos y se concentraba en el latido del corazón de ese chico... le gustaba, ese chica le gustaba, quizás porque ella conservaba sus mejores recuerdos, porque en ella no había ni reproches, ni decepciones.
Akira intentaba normalizar su respiración ¿puede que fuera el chico mas tonto del mundo? Probablemente. Ni el mismo era capaz de explicar lo que le había pasado. Aquella chica no era Akane, tenia su cara, sus manos, sus ojos, olía a Akane pero no era ella, no era su mirada, ni su sonrisa, ni su forma de hablar y menos aun de actuar y el no podía... algo en el se negaba... el a quien quería besar era a su Akane, a la que conocía.
Akane abrió los ojos lentamente ¿donde estaba? ¿otra vez abrazada a ese vago?
- ¿Que ha pasado?
- ¿Te encuentras bien? Tienes cara de flipada.
- Yo... ¿donde estamos?
- Hemos salido a dar una vuelta. Te acompañaba a casa.
Akane parecía realmente confundida.
- Debe ser por culpa de... ¿me dieron algo verdad? creo que me dieron una pastilla, es eso.
- Estabas muy nerviosa.
- Entonces es eso... me han drogado.
- ¿Como van a haberte drogado? Te la dio Akemi, mira que eres desconfiada.
- Claro, como no es a ti al que han drogado.
- Anda tranquilizate, solo era un tranquilizante, cosa que necesitas ahora.
- Y me dormí seguro... ay... no me acuerdo de nada.
- ¿Nada, nada?
- Recuerdo que me enfade contigo y recuerdo... no se... a Kohaku diciendo algo... ya me ha vuelto a pasar.
- ¿El que?
- Te vas a reír de mi pero a veces... - se llevo las manos a la cara - ¡Mis gafas!
- Tranquila, las tengo yo - abrió su cartera para dárselas, al hacerlo Akane vio el paquete de bombones, Kyojin no era tan goloso como todos pensaban, no iba a comerse el paquete entero, se lo había devuelto a Akira.
- ¡Ahhhhhhhh! ¿Eso es chocolate? - exclamó abriendo los ojos desmesuradamente.
Akira no pudo evitar sonreír.
- Si y son para ti.
- ¿Para mi? ¿En serio? - se abalanzó a cogerlos - Espera ¿no habrá gato encerrado? ¿que quieres a cambio?
- Que me disculpes, no quería molestarte, pensé en ayudarte.
- Tranquilo, lo se... - decía sin quitar la vista de los bombones, parecía que ya nada le importaba - A veces me pongo un poquito exagerada.
Akane abrió uno de los bombones y lo miro realmente con admiración.
- Oh... este es uno de esos rellenos ¿no?
Lo llevo a su boca y lo paladeo cerrando los ojos
- ¡Que rico! - decía con un sonido como aguado - Se me hace la boca agua. Cuando quieres si que sabes contentarme.
- Asombroso... algún día te enseñare una cosa que he descubierto con ese relleno.
- ¿Es algo pervertido?
- Humh... diría que si.
- Ya, la culpa es mi por preguntar, ya... esto ¿por que estoy vestida así? - se miro la camisa.
- No se, tendrías calor.
- ¿Y he ido así por la calle? Por dios que vergüenza - se apresuro a deshacerse el nudo.
- No me digas que te da vergüenza.
- No me gusta enseñar mi tripa ¿de que te ríes?
- No me río
- Pues sonríes muy raro.
- Es porque me alegro de verte, chica pesada e insufrible... quiero decir que me alegro de que no estés enfadada.
Akane le miro de reojo.
- No pienso devolverte los bombones, me los voy a comer todos, todos.
- Vale, vale, es tu problema.
- Sospechoso... sospechoso ¿no pretenderás que te de la gracias?
- Nunca se me ocurriría pensar algo así. Anda, vamos para tu casa, ya es tarde. Oye ¿de veras no te acuerdas de nada?
- Hum... no mucho, o sea tengo recuerdos confusos pero es que seguro que ha pasado algo malo y prefiero no saberlo. Es que es una manía que tengo, creo que olvido a propósito las cosas que me hacen daño... ¿crees que estoy loca?
- No creo que estés loca, creo que lo has pasado muy mal, que eras una niña asustada que se sentía sola y quería tener amigas, que pensaba que si estaba triste perdería a esas amigas y que se esforzaba en comportarse de una forma alegre y despreocupada para que permanecieran a tu lado... eso es lo que creo.
Akira la acariciaba la mejilla y cada vez se acercaba más a sus labios, quería sentirlos de nuevo, necesitaba sentir esos besos otra vez.
- ¿Se puede saber que pretendes? - gruñó más que habló Akane, Akira sonrió, sentía algo de decepción pero también mucho alivio, esa era su Akane, malhumorada e irascible... la persona de la que se había enamorado.
- Probaba una cosa, quería asegurarme de que eras tú y no una impostora.
- Te lo tengo dicho, fumar mata tus neuronas, vas a terminar muy mal, ciervito.
Por el camino Akira trataba de analizar los hechos: de alguna forma Akane conseguía evadirse de la realidad de esa forma, adquiriendo otra personalidad, una personalidad fuerte y dominante, primitiva, sin normas establecidas, lo hacía con tal intensidad que conseguía vivir ese momento sin miedos, olvidándose de todo. Hay personas que para huir de la realidad se refugien al alcohol, drogas, ludopatías, compras compulsivas o muchas manías, ella lo hacía a través de sentirse otra persona y realmente esa personalidad tenía un carácter propio y hacía las cosas a su manera, suponía que poco a poco, a base de "salir a vivir" fue creándose como ente propio, con sus gustos y sus preferencias, se "disoció". Y era curioso como Akane no tenía recuerdos de lo que hacía, si acaso solo algo borroso, como residuos y también era curioso que después de esa "cura mental" se sintiese tranquila y relajada y no quisiese indagan en esos residuos... le daba igual porque sus miedos habían desaparecido.. es muy curiosa las formas que la mente humana tiene para curarnos a nosotros mismos.
Entendía que Ryuko y Jisei dijeran que era otra persona y que le pusieran un nombre para diferenciarlas. Que ella misma no se sintiera Akane, porque no quería ser Akane, quería ser otra persona, sin problemas, sin responsabilidades y por lo que se veía tampoco parecía querer estar sujeta a normas morales.
¿Volvería alguna vez a ver a aquella Akane? Eso no lo sabía pero lo que tenia claro es que aquel beso lo iba a tener trastornado por mucho tiempo.
Lo que ignoraba era que, escondida en Akane, Ayesa tenia muchos planes, planes que le incluían a él.

0 comentarios: