miércoles, 30 de noviembre de 2011

54. Especial Ryuko: Dos regalos inexperados

Como cada 27 de Junio, Ryuko se levantó muy temprano.
Como cada 27 de Junio, Ryuko tenía algo que hacer antes de ir al instituto.
Cada año, ese día solía ir con su abuela a visitar el tempo y pedir suerte y salud. Ahora su abuela no está y debía visitar otro lugar.
Salió de su habitación, desayunó, cogió su cartera y un ramo de flores blancas, dio un beso a su madre y partió a su cita.
Cada 27 de Junio, Ryuko tenía una cita con su abuela.
Triste y meditativa subió al autobús que la dejó cerca del cementerio. Se acercó a una lápida con la inscripción "Familia Harukaze", depositó su ramo de flores, encendió un palito de incienso y se arrodilló.
- Feliz cumpleaños, abuela.
Miró con tristeza aquel nombre grabado: "Ryuko Harukaze". Siempre que lo leía algo frío parecía recorres su cuerpo, era casi como ver su propia tumba.
De su abuela, Ryuko había heredado el nombre y los ojos dorados, además del día de su cumpleaños. Si, las dos habían nacido el mismo día y siempre eran las primeras en felicitarse. Hacía ya cuatro años que su abuela había fallecido y Ryuko quería seguir siendo la primera en felicitarla. Desde entonces, cambió su visita al templo por aquel triste lugar.
Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos de forma incontrolada.
- Te hecho mucho de menos, abuelita...
Para Ryuko, su abuela lo había sido todo en su vida.
Cuando nació Ryuko, sus padres ya eran mayores. Ya tenían dos hijos varones y su madre deseaba una niña, pero por diversas circunstancias esta no venía; no fue hasta ya cumplidos los 40 años cuando de pronto su madre volvió a quedarse embarazada. Fue un embarazo difícil, sus hijos ya eran mayores y la verdadera que, a pesar de lo que la madre deseaba una niña, no fue muy bien recibida. La situación económica de la familia no era muy boyante y su madre tuvo que ponerse a trabajar. Desde muy pequeña Ryuko oyó las quejas de su madre sobre este hecho y las protestas de sus hermanos que poco menos la trataban como si fuera una molestia.
Pero realmente quien crió a Ryuko fue su abuela. Sus padres trabajaban y sus hermanos eran bastante más mayores que ella, no les interesaba una niña tan pequeña; Ryuko pasaba horas y horas con su abuela, ella la cuidaba, la vestía, le daba de comer, la llevaba al colegio, la enseñaba y sobretodo la escuchaba y comprendía... Si, Ryuko echaba mucho de menos a su abuela.
- Abuela, cada año me siento más sola. Se que te prometí estar alegre pero te extraño mucho.
- ¿No tienes a nadie que te quiera, cariño?
Ryuko se dio la vuelta asustada.
- ¡Abuela!
Si, allí estaba... se frotó los ojos... no podía ser cierto... ¡si su abuela estaba muerta!
- Abuela - dijo llorando - ¿Estoy soñando?
- Cariño te estaba esperando, sabía que vendrías y quería verte pero no así, no tan triste.
No sabía si era una alucinación o un sueño o lo que fuera pero Ryuko se lanzó a sus brazos.
- ¡Abuela! ¿Estoy muerta?
- No cariño, no estás muerta pero yo si y estoy aquí para ayudarte. Soy, digamos, tu ángel de la guarda.
- ¿Me he vuelto loca?
- En la vida hay cosas inexplicables. Estoy aquí para ayudarte. Se que últimamente estás algo decaída ¿por qué?
- No se. A veces siento que no sirvo para nada, que no soy nada importante. Creo que mi nacimiento fue un error, no he hecho nada bueno, no represento nada bueno para nadie. Solo soy una carga más en la familia, mis padres no lo han dicho pero yo lo sé, llegué en el peor momento. La vida de todo el mundo sería mejor si yo no existiera.
- ¿Eso crees?
- No ha sido más que una molestia para todos.
- Ven, te voy a enseñar una cosa - la abuela la cogió tiernamente de la mano, sería un sueño pero Ryuko sintió una mano suave, fría pero suave.
- ¿Qué me vas a enseñar?
- Voy a enseñarte como sería la vida si tú no hubieras nacido.
- ¿Cómo en las películas?
- Si. No es algo que se suela hacer pero creo que lo necesitas.
- Pe... pero...
- Cariño, estoy muerta y estás hablando conmigo ¿hay algo más increíble? Vas a ver como sería la vida si tu no hubieras nacido y decidirás si eres importante o no.
- ¿Importante yo? No creo que el universo se resienta por la falta de mi persona.
- Pues vamos a comprobarlo. Dicen que estas cosas suelen pasar en Navidad ¿quieres que nos traslademos a esa época? Puedes elegir el día que quieras, del pasado, presente o futuro ¿quieres ver el futuro?
- Eso no estaría mal pero mejor el presente, hoy mismo.
- De acuerdo, vamos.
Ryuko apretó la mano de su abuela. Vio como un resplandor que le hizo cerrar los ojos. Cuando volvió a abrirlos estaba en su casa, era la misma pero parecía distinta, faltaban algunos adornos en los muebles y también varias fotos.
- ¿Es nuestra casa? Parece igual.
- Si, tu existencia no cambiará el pésimo gusto decorando de tus padres.
- ¡Que gracia! ¡Falto yo en las fotos!
- Y tus manualidades, esas que hacías para el día del padre.
Ryuko pudo ver como sería la vida de sus padres sin ella. Su madre parecía envejecida, eso se debía a que, al no existir ella, su madre no tuvo necesidad de ponerse a trabajar, eso en teoría era bueno pero también dejó de arreglarse, no tenía interés en hacerlo, descuidó su aspecto físico y su padre, al que propusieron en la empresa donde trabajaba una jubilación anticipada, aceptó, con lo que les quedó tenían para ellos dos, así que, ahora, se habían convertido en unas personas envecejidas y gruñonas. Sus hermanos se marcharon pronto de casa, no les gustaba estar viviendo en un ambiente severo y triste.
- Pero son felices ¿no?
- En la vida no se puede echar de menos lo que no se ha tenido.
- Total, que no les hago falta.
- ¡Claro que les haces falta! Tu madre y tu padres son ya unos viejos gruñones, tus hermanos se están distanciando... claro que te necesitan, les mantienes unidos y gracias a ti tus padres tienen una motivación e intentan comprenderlos... igual que a ti.
- No se abuela, lo no veo claro.
- Te voy a mostrar algo que te convencerá.
De nuevo le cegó el resplandor, esta vez al abrir los ojos estaba en la puerta del instituto.
- ¿Crees que nada ha cambiado sin ti?
- Pues claro, con mis padres vale, son mis padres, claro, mi presencia les cambió la vida pero aquí ¿Realmente se notará mi ausencia?
- Bueno. Vamos a verlo. Mira, por allí viene tu amiga Akane... de la mano de su novio.
- ¿Novio?
Ryuko se giró curiosa. Akane se acercaba a ella sonriente feliz y cogida de la mano de Shibi.
- ¿Shibi es su novio? ¿Estás segura? Mira que ellos son muy amigos.
- Vamos a seguirle, verás muchas cosas curiosas.
Siguiéndolos entraron en el instituto. Jisei, que parecía ir con bastante prisa, apareció para casi chocarse con Akane pero ni de detuvo, pareció ignorarla y continuó su camino.
- ¿Que le pasa a Jisei?
- Nada, tiene prisa, quiere hablar con sus amigas.
- ¿Sus amigas? Pero Akane...
- Cariño... Jisei y Akane no son amigas.
Aquella frase heló a Ryuko. Una sensación totalmente desagradable recorrió su cuerpo.
- ¿Cómo que no son amigas?
- Sin ti, ellas no se hicieron nunca amigas.
- Pero... ellas. Nosotras siempre estábamos juntas.
- Era por ti. Akane era tu compañera, te hiciste muy amiga suya, siempre estabais juntas, os ayudabais mucho la una a la otra, os dabais valor cada una a su manera. Jisei siempre fue una niña extraña, con un raro don de empatía hacia los demás, le llamabais la atención, se os veía unidas y tan complementarias que se acercó a conoceros. Congeniasteis enseguida. Jisei encontró en ti compresión y dulzura y en Akane decisión y valentía. Sin estar tú no se atrevió a hablar con aquella niña malencarada, que no tenía amigos. No se caían mal, fueron compañeras, a veces hablaban pero ninguna de las dos intentó hacerse amiga de la otra. Ahora que llevan dos años en clases separadas ni se saludan.
- ¿Están en clases separadas?
- Claro... muchas cosas son distintas sin ti.
Llegaron hasta la puerta de un aula. Ryuko no salía de su asombro al ver a Akane y Shibi besándose.
- ¿Se están besando?
- Claro. Te he dicho que son novio.
- Pero ¿cómo? ¿cuando?
- Llevan más de un año saliendo.
- Nos vemos en el almuerzo - decía Akane.
- Ya te hecho de menos - respondía Shibi.
- Anda ya... tonto.
- Dame otro.
- No, que los profesores están a punto de llegar.
- ¿Desde cuando Akane da besos? - Ryuko cada vez estaba más asombrada - ¿Y desde cuando Shibi es tan... expresivo? ¿Y cómo es que salen?
- Shibi le pidió salir y ella dijo que si. Deberías saber que Akane no es la que conoces. Siempre demuestra mucha seguridad pero en esta realidad no. Tú y Jisei siempre habéis estado a su lado y sois quienes le dabais fuerza, aquí no estabais y se derrumbó, necesitaba a Shibi, necesitaba su protección... Shibi es su primer novio y será el último.
- ¿Están enamorados?
- ¿Tu crees? Son amigos, se comprenden, confían el uno en el otro. A Shibi le encanta protegerla y ella se siente segura con él. Terminarán casándose porque comparten el mismo proyecto de futuro. Con el tiempo serán lo más importante el uno para el otro, pero eso será con el tiempo... toda una vida.
- Vaya ya parejita - decía Kenshi empujando a Shibi - Vamos a nuestra aula.
- Akane tienes que ayudarme - habló de improviso Himeko.
- Claro ¿que te pasa?
- Mañana hace 3 meses que salgo con Kenshi ¿que le puedo regalar?
- ¿Kenshi está saliendo con Himeko? - casi gritó Ryuko - Pero Nowaki... Xu-Xu.
- Nowaki ha empezado a salir con Momoka. Himeko buscó consuelo en Kenshi.
- ¿Y Xu-Xu? A Kenshi le gusta Xu-Xu.
- Le gusta en la vida que tú conoces, cuando tuvo tiempo de conocerla antes de que saliera con Hizashi.
- ¿Que Xu-Xu sale con Hizashi? - ahora ya si que Ryuko gritó.
- Xu-Xu, en tu vida, se hizo amiga de Jisei y de paso de vosotras. Kenshi era amigo de Shibi y él de Akane, así se empezaron a tratar. En esta vida Xu-Xu no es amiga de Jisei, ni de Akane, ni siquiera ella sabe como pasó, oyeron tantas veces que hacían buena pareja que vieron normal salir juntos. Vamos a entrar en el aula.
Xu-Xu estaba sentada, ensimismada leyendo un libro.
- Xu-Xu - proseguía la abuela - siempre ha sido un chica alegre y dinámica pero desde que sale con Hizashi ha cambiado mucho. Tiene que demostrar que puede ser una Girei; vive muy estresada, como novia que es de Hizashi tiene que comportarse de una forma digna, se ha dejado dominar por los Girei y su protocolo y vive a la sombra de Hizashi.
- Eso es muy triste ¿Y Hizashi?
- Tener a Xu-Xu como novia es algo adecuado, él la aprecia y ella será una buena esposa.
Ryuko sentía mucha pena, no podía creer que esa fuera la pizpireta Xu-Xu.
- Yuri y Momoka estaban empeñadas en que ella y Hizashi eran la pareja perfecta. Se dejó liar por ellas. No había nadie para decirle que en la vida hay algo más que salir con el primer chico que te cae bien.
- ¿Y eso es por mi culpa?
- En cierta forma.
- Pues a lo mejor es más feliz con Hizashi.
- De estar tú, Jisei no tendría las amigas que tiene, ellas dos se hubieran hecho amigas y se hubiera fijado en Kenshi antes. Ahora Kenshi sale con Himeko y ella con Hizashi. A Kenshi le gusta Xu-Xu pero nunca haría daño a Himeko.
- ¿Entonces está enamorado de Himeko? A lo mejor está enamorado de ella, él es un buen chico y Himeko se lo merece.
- Todo es muy complicado ¿verdad? El caso es que tu existencia ha cambiado las circunstancias y las casualidades.
- A lo mejor yo lo he estropeado todo y esto es lo que tenía que pasar, mira Momoka ¿no es mejor que le de una oportunidad a Nowaki?
- Momoka ha decidido olvidar a Kamui y no se le ha ocurrido hada mejor que sustituirle por su amigo.
- ¿Nowaki solo es un sustituto? ¿Por qué ha decidido olvidar a Kamui?
- Porque Kamui no ha vuelto. En esta realidad, Nowaki no consiguió que abandonase ese grupo.
- ¿Y eso también va a ser mi culpa?
- Es mejor que antes veas otras cosas. Quizás lo que veas ahora no te convenza de que esta es la realidad que debía pasar. Mira... ¿que ves ahí?
- Akira... durmiendo, como de costumbre.
Akane se acercó a él y le tocó el hombro moviéndole con cuidado.
- Shikamoto perdona... necesito la lista.
- Ah, si, toma. Lo había olvidado. Ya lo he repasado todo, está correcto.
- Vale, gracias.
- ¿Y esto? - preguntó confundida Ryuko - ¿Ya está? ¿No hay indirectas? ¿Akane no le va a decir una barbaridad? ¿El no la va a tirar un puntazo?
- No. Ellos ni se aprecian ni se tienen manía. Son indiferentes. Cariño, tú no existes, Kyojin no te conoce, ellos nunca se han hecho amigos. Akira y Kyojin se acercaron a vosotras porque tú le gustabas a Kyojin.
- ¿Por que yo le gusté?
- Claro ¿no lo sabías? Tú le gustabas y hacerse amigos vuestros era lo mejor para conocerte y "acortar distancias". Así fue como se formó vuestro grupo ¿no te acuerdas? Día a día, estar con vosotros se convirtió en una rutina y así Akira y Akane comenzaron a tratarse y conocerse pero si tu no estabas...
- Pues no se, podía se que a Akira le cayese bien Akane.
- Si no la trató nunca, nunca descubrió lo que le gustaba de ella. Ellos nunca han tenido relación alguna, no se conocen, no se hacen daño, no hay resentimiento, claro que tampoco son amigos. Solo son compañeros.
Ryuko se acercó a observar a Akira de cerca.
- Siempre pensé que sentía dolor porque Akane no le dejaba acercarse a ella, si en él no existe ese mal de amores debería ser feliz pero no veo felicidad ¿por qué parece tan triste?
- Es que no es feliz. Ha perdido algo y no sabe que es. Es uno de los chicos más envidiados del instituto pero se siente vacía.
- ¿Qué ha perdido?
- Ilusión. Para él la vida es muy aburrida, no tiene nada que le motive. Está saliendo con Karura, pero aún así se aburre mucho, le falta la vida que Akane podía darle, eso que hace que reaccione.
- Así que su destino era salir con Karura ¿Ves abuela? Por mi culpa Akane se interpuso en su camino.
- Cuando Karura le pidió una cita él no tenía ningún compromiso con Akane, así que todo fue bien, repitieron y repitieron. Al final salir con Karura se convirtió en una rutina. Karura será una chica estupenda pero él siente que algo no está bien.
- ¿Y Kyojin?
- Creí que no me lo ibas a preguntar. Luego te llevaré a donde está.
- ¿Está en otra clase?
- No, no está en el instituto. Kyojin va a perder este curso; tendrá que repetirlo, por esa razón las notas de Akira han bajado de una forma desastrosa, quiere repetir para estar al lado de su amigo.
- No entiendo nada.
- Ya lo entenderás. Ahora vamos a ver a Jisei.
Jisei estaba sentada sobre la mesa hablando muy animada con Fatora, Stella y Kikyo.
- ¿Jisei es amiga de las Barbie?
- Ajá. Jisei forma parte de las "populares".
- No puede ser ¡si Jisei huye de esas cosas!
- En esta realidad no. Recuerda que Jisei se hizo amiga de Kikyo y luego esta decidió unirse a Stella y la abandonó, eso fue porque Kikyo sentía envidia de Akane y de ti, quería a Jisei para ella sola y aquí lo consiguió, Jisei era solo su amiga y cuando se le ocurrió que estaría bien ser una de las populares, Jisei la siguió y también se hizo amiga de esas chicas. Al principio no las entendía pero poco a poco fue convirtiéndose en una de ellas.
- ¡Jisei es una Barbie! ¡Esto si que es fuerte!
- Y ya no ve las auras.
- ¿Cómo puede ser eso?
- Llegó a la conclusión de que eso solo le traía problemas, empezó a ignorarlas, dicen que creer es ver, ella dejó de creer y dejó de ver. Pero aún hay más.
- ¿Más?
- Vamos a adelantar el tiempo hasta la hora del almuerzo.
En un parpadeo la clase había quedado prácticamente desierta. Solo permanecían en ella Inari y Jisei. Ryuko parpadeó un par de veces, no podía ser, estaba viendo como se besaban. Prefirió darles la espalda y no ver más.
- Abuela... explícame esto.
- Tu amiga tiene una relación con su profesor.
- ¡Pero esto no puede ser!
- Si puede ser. A ella le gusta, se ha enamorado y él se ha enamorado de ella.
- Que no, que no, que no puede ser.
- No olvides que es amiga de esas chicas. Ellas consideran romantiquísimo que un profesor y una alumna se enamoren. Se volvieron locas cuando les dijo que se sentía atraída por él y decidieron ayudarla a "seducirle"... cuando Jisei termine el curso se mudará a vivir con él. El va a encontrar trabajo en otra ciudad.
- ¿Va a escaparse con él?
- ¿No te parece romántico?
- ¡Me parece una locura! ¿Y sus padres? ¿Y sus estudios? Ella quiere estudiar ¿Va a renunciar a sus deseos? ¡Esto es una locura!
- Si, es una locura. Si Akane hubiese sido su amiga, si Xu-Xu hubiere sido su amiga, si tú estuvieras aquí, la habríais apoyado de otra forma y no la hubierais metido pájaros en la cabeza, ahora solo piensa en vivir con él, tener su casita y buscar un trabajo para ayudar con los gastos.
- ¡Vámonos abuela no quiero saber más de esta locura!
- Pues vamos a visitar a Kyojin.
- ¿Dónde está?
- En una clínica.
- ¿Está enfermo?
- Míralo tu misma.
Ahora estaban en una habitación blanca y fría. Había una cama con sábanas blancas pero nadie la ocupaba. Sentado en una butaca, mirando a través de una gran ventanal estaba Kyojin.
Una bolsa de suero colgada en una especie de perchero metálico se unía a su brazo por una vía. Estaba pálido y muy, muy delgado.
- ¡Dios! ¿Que le ha pasado?
- Sufre un problema de anorexia.
- ¿El qué? - exclamó gritando Ryuko.
- Cuando Akira empezó a salir con Karura, Yuri, envidiosa copo es, lió a Kyojin para que salieran. El pobre creyó que Yuri realmente estaba interesada en él e intentó ser el novio perfecto que Yuri deseaba. Hizo todo lo que Yuri quería, incluso ponerse a dieta.
- ¡Pero si él odia las dietas! ¡Si necesita comer!
- Pero no quería fallar a Yuri. Pensó que tenía que ser perfecto para que no le abandonase, Kyojin es un chico muy inseguro, quería agradarla... con la dieta no conseguía adelgazar, así que recurrió a métodos más drásticos como pastillas y su cuerpo empezó a reaccionar... era como si rechazase los alimentos, todo lo vomitaba. Al final, ya ves, tuvieron que ingresarle.
Ryuko intentaba secarse las lágrimas que no podía retener.
- Pobre Kyojin - a penas si podía hablar - Esto es una pesadilla.
- Lo peor es que nunca se va a recuperar del todo. Le van a quedar secuelas físicas y psíquicas. Cuando salga de aquí contará con la ayuda de Akira, sus padres y pocos más. Akira se volcará tanto en él que Karura terminará por dejarle, además, Kohaku no tiene nada aquí que le retenga, volverá a su ciudad y Karura con él. Después, Yuri, harta de sentirse atada a un chico inestable como Kyojin, mantendrá una relación esporádica con Akira, él se arrepentirá porque piensa que traiciona a Kyojin pero será muy tarde, Yuri se quedará embarazada... nunca se casarán pero tendrán un hijo en común. Por suerte la amistad de Akira y Kyojin no se verá afectada porque ambos se van a quedar muy solos.
- Entonces... - Ryuko seguía sollozando - A Kyojin le gusta Yuri.
- Es porque no te conoce a ti.
La abuela la cogió ambas manos.
- Mi niña ¿De veras crees que tu existencia no es importante?
- No me has dicho porqué Kamui no salió de esa banda.
- Porque Nowaki no contó con la inteligencia de Akira. Nowaki contó con las ideas de Akira porque Akane es tan cabezota con él y quería ayudarle ¿te acuerdas? Akira se metió en ese jaleo solo por no dejar a Akane sola y quizás también, aunque nadie lo sepa, por despecho hacia Seishiro. Recuerda que Seishiro era como el ayudante del jefe de esos radicales y Seishiro salió con Akane... suficiente para que Akira se sintiera celoso y ya viste como se pone cuando le entran los celos.
- ¿Así que Akira no ayudó a Nowaki?
- Ya sabes como es, le cuesta tomas iniciativas, pensó que era un capricho de Nowaki, le apoyó, si, pero nada más.
- No lo entiendo, no lo entiendo ¿cómo puede una chica simple y nada especial cambiarlo todo tanto? Quizás el error soy yo, quizás la vida tiene que ser así ¿quien me asegura que no es la opción correcta? ¿quien me dice que tal y como yo no conozco no vayan a sufrir más? la vida está llena de momentos malos y buenos, tu me has hablado de los malos pero ¿y los buenos?
- Si esta es la opción correcta o no es algo que no podemos saber. Quizás si, quizás no, lo único seguro es que eres importante, todos somos importantes, hasta el más insignificante ser puede cambiar el futuro de otros seres.
Ryuko se sentía mareada, la visión se le iba nublando, la voz de su abuela sonaba cada vez más débil.
- ¡Abuela! - gritó - ¡Abuela!
- ¡Eh, chica! ¡chica!
Ryuko sentía que alguien la zarandeaba.
- Joven ¿se encuentra bien?
Aturdida levantó la vista. Un seño de aspecto amable la miraba lleno de preocupación.
- Por fin se despierta, me había asustado.
- ¿Dónde estoy?
- En el cementerio, se ha quedado dormida.
- ¿Dormida?
Miró a su alrededor, si estaba en el cementerio, tumbada en el suelo.
- Me duele la cabeza.
- ¿Se ha golpeado?
- No. Yo... - Ryuko se llevó la mano a la frente, se sentía muy caliente - Creo que tengo fiebre.
- Habrá pillado frío ¿se puede levantar?
- Creo que si.
Ryuko se incorporó, sentía ganas de vomitar.
- ¿Quiere que avise a alguien para que venga a recogerla?
- No, no... gracias, puedo sola.
Miró tristemente la lápida.
"Abuelita" pensó "¿Has sido tu de verdad? ¿Era un sueño? ¿Una alucinación? ¿Delirio por la fiebre?... Quizás una mezcla de todo"
- Gracias abuelita - susurró.
Cuando Ryuko entró en el aura no pudo evitar sonreír de felicidad al ver a Akane lanzando un borrador contra Akira.
- Maldita cabezota - se quejaba el chico.
- ¡Akane! ¡Que alegría me das! - exclamó.
- ¡Feliz cumpleaños, Ryuko! - Akane se lanzó a abrazarla.
- ¿Es el cumpleaños de Ryuko? - preguntó emocionada Sumire a Jisei.
- Si... vamos a felicitarla.
Sumire se levantó tan deprisa que tropezó con las patas de la mesa y cayó al suelo provocando la risa de Jisei.
- ¿Pero Sumire, que haces?
- Nada, estoy bien... el suelo que quería darme un beso.
Todo el mundo fue a felicitarla. Ryuko lloraba esta vez de emoción. Kyojin esperó pacientemente a que la fueran dejando. Cuando al fin la vio libre se acercó a ella.
- Feliz cumpleaños, Ryuko.
- Gracias Kyojin.
- Yo... te he traído un regalo, es una tontería, espero que lo aceptes - le ofreció una caja envuelta en papel de regalo dorado.
- ¿Es para mi?
- No - intervino Akane - Es para mi, pero te lo puedes quedar tu... ¡vamos pava! ¡ábrelo!
- No. Lo abriré en la hora del almuerzo ¿comeréis con nosotras, verdad?
- Pues claro.
Ryuko estaba feliz. Ahora si que se sentía importante.
- Jisei tengo que contarte algo. Antes he tenido como una visión. No se si era un sueño o una alucinación... era algo muy raro... he hablado con mi abuela.
- Será que la hechas mucho de menos.
- Pero es que me mostraba el mundo sin mí.
- ¿El mundo sin ti? ¿Eso existe? - preguntó Sumire.
- He visto como seríais si yo no hubiera existido... ¡Jisei, cuanto me alegro de que no seas una pija!
- ¿Yo era una pija?
- Y no eras amiga de Akane, ni de Xu-Xu, eras amiga de las Barbie-girl
- ¿Yo? ¿Una de las Barbie? ¿Y mi cerebro regía?
- Además te liabas con Inari... ya ves que tontería.
- Pues si que es tonto, si - decía Akane mirando de reojo a Jisei.
- Y te ibas a escapar con él y todo.
- ¿Eso era una alucinación o el culebrón de la mañana? - ironizó Akira - A lo mejor te dormiste viendo la tele.
- Y Akane era novia de Shibi y le besaba y todo.
- O a lo mejor has olido pegamento - continuó en el mismo tono Akira - Dicen que se alucina igualmente.
- Y Xu-Xu era novia de Hizashi y se esforzaba mucho para ser una Girei y Kenshi salía como Himeko y Momoka con Nowaki y tú, Aki, salías con Karura pero te faltaba algo.
- ¿Sentido común? - ironizó ahora Akane - ¡Ah, no! Eso es lo que le faltaba a Karura.
- Y no discutías con Akane, tampoco erais amigos, erais indiferentes el uno con el otro... era muy triste, pero lo peor ha sido Kyojin... ¡Kyojin, no dejes nunca de comen entre horas! ¿vale?
- ¿Eh? Bueno, vale.
- He descubierto que la vida es muy bonita... es rara pero es mi vida y creo que merece la pena estar viva.
Ryuko pasó la mañana preguntándose que sería lo que aquel papel dorado envolvería, se sentía muy nerviosa e intrigada pero se aguantó las ganas de abrirlo, incluso durante la comida, a los pies de un árbol, siguió sin hacerlo.
- ¡Ya hemos comido! - exclamó de pronto Sumire - ¡Venga, por dios, abre de una vez el regalo!
- No seas cotilla - la recriminó Xu-Xu - Tú ábrelo cuando quieras ¡pero que sea pronto!
- Mira que las chicas sois curiosas - comentó Karasu.
- Como si tú no te murieras de curiosidad - añadió Jisei.
- Es un poco... como que da corte abrirlo delante de todo el mundo - habló Suo.
- Que corte ni corte - intervino Akane - Los regalos son para abrirlos y si son de un chico su obligación en hacerlo delante de sus amigas.
- Vale, vale, voy a abrirlo.
Ryuko comenzó a desenvolverlo rompiendo el papel, Kyojin la miraba nervioso.
- ¡Es precioso! - gritó emocionada Sumire al ver lo que era: un joyero de madera con flores grabadas.
- Mi padre me ayudó - dijo Kyojin con bastante vergüenza.
- Las flores tienen que ver con su apellido "flor de otoño" - explicó Akira.
- ¿Lo has hecho tú? - le interrogó Akane.
- ¡Como mola! - exclamó Kenshi - Menudo artista estas hecho.
- Eres un fiera - añadía Karasu.
- Es... - Ryuko se sentía como acalorada, seguramente estaría roja como un tomate - Es precioso.
- Es divino - dijo Jisei - Y lo mejor es que lo ha has hecho tu. Es todo un detalle Kyojin.
- ¡Que bonito, que bonito! - continuaba emocionada Sumire - Se me ponen los pelillos de punta de la emoción. Mira Suo como es verdad, como escarpias.
- Yo estoy tan emocionada que creo que se me van a escapar las lagrimillas.
- Pues si que os ponéis tontas pronto - se quejó Karasu.
- Tu calla, insensible - le apremió Jisei - Lo bonito es que se lo ha hecho él para ella, pensando en ella.
- ¿Te veras te gusta? - preguntó tímidamente Kyojin.
- Esto - Akira se puso en pie - Creo que este momento necesita algo de intimidad ¿no?
- ¡Ah, si, claro! - dijo Jisei también levantándose.
- Uy si... anda Kenshi... vamos a... jugar a la pelota - Xu-Xu se levantó tirando de su compañero.
- ¿Dónde vais todos? - preguntó Ryuko.
- Al servicio - contestó Sumire - ¿Quien me acompaña?
En ese momento Kamui se acercó a ellos.
- Hola ¿os vais?
- Es que ya sabes, las chicas vamos en grupo al servicio - respondió Akane - ¿Querías algo?
- Bueno si, yo quería proponerte algo, Akane.
- ¿A mi?
- Bueno y a todos. Es que… ya hace bastante calor ¿no?
- ¿Quieres que nos desnudemos? - rió Karasu.
- ¿Tu tienes calor, Akane? - dijo Akira con un tono bastante burlón.
- ¿Un concurso de camisetas mojadas? - volvió a hablar Karasu, Jisei le propinó una colleja - ¡Ahu!
- Quería invitaros a que vengáis mañana a mi casa a pasar la tarde, hemos preparado la piscina y podríamos refrescarnos.
- ¿Nos invitas a tu casa? - Sumire se acercó mucho a él mirándole fijamente - ¿Tienes piscina?
- ¿A la mansión de los Kaguya? - añadió extrañadísima Xu-Xu.
- ¿Quieres fardar de piscina? - preguntó Kenshi algo molesto.
- No. Solo pensé que sería agradable.
- ¿Y tus padres? - se interesó Jisei.
- Ya se lo comenté. No hay problema, ellos no van a estar. Mi hermano tampoco. Solo me piden que nos portemos educadamente.
- Eso excluye fiestas salvajes, Karasu - Jisei me dirigió una mirada severa.
- ¿Estas seguro que quieres invitarnos a todos? - Akira continuaba con su tono burlón.
- Voy a invitar también a Momoka, Yuri y Nowaki ¿os molesta?
- No claro - habló Akane - Es tu casa ¿Pero de verás nos quieres invitar?
- Piénsalo Kaguya - inquirió Akira - A lo mejor no quieres invitar a tanta gente.
- ¿Podemos ir todos? - se apresuró a preguntar Sumire - ¿Puedo ir yo? ¿Y Xu-Xu?
- No - interrumpió Kenshi - Xu-Xu no puede ir.
- ¿No puedo ir?
- No porque... has quedado conmigo.
- ¿He quedado contigo?
- Claro ¿no te acuerdas? Dijiste que cuando fuera a ir a algún criadero vendrías conmigo.
- Cachorro malcriado - comentó Shibi.
- ¡Ostras Shibi! - gritó Karasu - Estas tan callado que se me había olvidado que estas aquí.
- Pero Akira si puede ir ¿verdad Aki? - decía Kenshi palmeando la espalda del mencionado.
- Claro, no me puedo perder ver a Akane en bikini - Akira sonrió y se puso al lado de Akane pasando su brazo por los hombros de la chica - No queremos perdérnoslo ¿verdad?
- Yo no puedo ir - se apresuró Jisei al ver como los dos chicos se dirigían unas miradas heladoras - Tengo que ir al templo.
- Yo también tengo cosas que hacer - añadió Shibi.
- ¿Que cosas? - le interrogó Kenshi.
- Cosas.
- Yo si iré - dijo Suo - No molestaré, supongo.
- Y yo también - añadió Karasu mientras miraba seriamente a Suo.
- ¿Y vosotros? - Sumire se dirigió a Kyojin y Ryuko.
- Eso ya se verá, a lo mejor ellos tienen otros planes - contestó Akira.
- Pero tú si vendrás ¿no? - preguntó Kamui a Akane.
- Claro, Me parece una gran idea.
- Bien - sonrió Kamui.
- ¿Puedo invitar a alguien? - Sumire volvió a acercarse a Kamui interrogativa - Es que mi hermano se queda solo y me da pena, acaba de terminar con su... una relación amorosa y está muy deprimido.
- Si, bueno, claro, puede venir.
- ¿No se extrañará Momoka de que nos invites a nosotros? - se interesó Akane.
- No, porque les he dicho que después de la convivencia y tratarte me caes muy bien.
- ¿Pero yo puedo ir? - insistió Sumire.
- Claro. ¿Sabéis dónde esta mi casa?
- Ven machote - dijo Akira cogiéndole de la nuca - Cuéntanoslo por el camino, tenemos que dejar a esta parejita a solas, venga, vamos todos, recoged vuestras cosas.
Kyojin y Ryuko les vieron marcharse.
- Ryuko, esto... Mira, tengo esto también para ti.
Ryuko sitió su corazón acelerarse cuando Kyojin le ofreció un sobre doblado.
.- Por favor, acéptalo.
- ¿Una carta?
- Me gustaría que la leyeses.
Ryuko volvía a sentirse mareada. Temblándole las manos, comenzó a abrir el sobre.
- ¿Te pasa algo? - Kyojin puso su mano en la mejilla sonrosada de Ryuko - ¿Tienes fiebre?
- Estoy como... mareada.
- Venga, vamos a la enfermería.
- Pero...
- Ni peros, ni nada... vamos.
Kyojin se puso en pié, Ryuko trató de imitarle pero un gran vértigo le hizo sentarse.
- Estoy muy mareada.
- Tranquila, yo te ayudo.
- Gracias Kyojin... esto resultará algo patético.
- No es patético y me encanta poder ayudarte. Siempre quiero ayudarte en lo que sea... Ahora no te encuentras bien pero cuando puedas me gustaría que leyeses la carta y me contestases pensando que he puesto todo mi corazón en ella.

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