miércoles, 30 de noviembre de 2011

67. Tardes de verano

Habían llegado las vacaciones de verano.
Por fin el tobillo de Sumire estaba de nuevo bien y podía guardar esas muletas tan engorrosas, aunque a saber por cuanto tiempo. Ella, Nowaki y Kenshi tenían que ir a clases de refuerzo, pero Sumire se lo pasaba bien, ella era una de esas personas que sabía disfrutar de todo lo que la vida le ofrecía ¿que había que ir a clases de refuerzo? Pues estupendo, sería divertido.
Con el paso de los días Kyojin y Akira aprendieron a reconocer a Ayesa como persona distinta a Akane. Ayesa aparecía a menudo, según pasaban los días quedaban menos para la mudanza de Akane y esto la estresaba bastante, la ponía muy tensa y de bastante mal humor, ella misma era consciente de estar comportándose de forma insoportable, pero allí estaba Ayesa, dispuesta a darle un descanso y de paso disfrutar de la vida, cosa que deseaba con una necesidad tremenda.
Si, Ayesa y Akane eran muy distintas a pesar de ser la misma persona. A Akane le gustaba vestirse con colores amarillos y anaranjados, Ayesa prefería los contrastes del blanco y el negro. Akane solía usar pantalones y ropa cómoda, Ayesa prefería los vestidos. A Akane le gustaba tener su pelo suelto, Ayesa lo odiaba, no soportaba que le rozase el cuello y la cara y lo mantenía apartado de ellos todo lo que podía. Akane usaba un brillo de labios de color rosado casi imperceptible y Ayesa lo usaba de color marrón. Akane se ponía sus gafas, Ayesa no y cambiaba todos sus accesorios de lugar, incluso el bolso lo llevaba en el lado contrario. A Akane le gustaban los helados, sobretodo de chocolate, Ayesa lo que prefería era mascar chicle, le encantaba el chicle y más si era de sabor fresa ácido. Si a Akane no le gustaban los chicles porque decía que le daban gases, Ayesa no comía chocolate por no sentir adicción hacia esa sustancia. Akane bebía refrescos dulces de naranja y Ayesa ácidos de limón. Akane lo organizaba todo, no le gustaba no controlar lo imprevisto y Ayesa no planificaba nada y no le importaba, hacía lo que en ese momento le apetecía dejándose llevar por sus impulsos sin pensar en las consecuencias que tendrían sus acciones.
Y así era con todo, incluso en su forma de sentarse y de hablar, de gesticular, Akane miraba directamente a los ojos mientras Akane siempre lo hacía a los labios.
Ayesa era agradable, una chica sincera que no tenía ningún problema en decir las cosas como las pensaba, algo basta en algunas de sus respuestas, demasiado pasional tal vez, muy protectora con sus amigas, sobretodo con Ryuko. Al contrario que Akane que siempre alentaba a su amiga a ser mas "cariñosa" con Kyojin y que intimaran un poco mas, Ayesa no soportaba que ese chico se acercase mucho a su princesa y desde luego que ni soñara con besarla.
Jisei y Ryuko estaban contentas con Ayesa, para ellas era una vieja amiga, confiaban en ella porque sabían que cuidaba de Akane y que Akane era quien era gracias a ella. Shibi actuaba como siempre, parecía conocer a Ayesa y se comportaba con ella como con Akane, se podría decir que las dos le caían igual, se amoldaba a la que en ese momento dominase y con las dos parecía tener la misma complicidad. Kyojin se acostumbró pronto a esa chica, le resultaba divertida. Al que no le gustaba tanto era a Akira.
Akira no se sentía muy a gusto con ella. Le ponía muy nervioso, él prefería a Akane, con su mal humor, su manía de organizarlo todo, con sus insultos y lo quisquillosa que se ponía, con todo lo insoportable que a veces resultaba él prefería a su Akane y la echaba de menos; no entendía como nadie la echaba de menos. Ayesa le miraba de reojo de forma traviesa y le sonreía llena de picardía, luego se mordía el labio inferior y Akira se sentía como si fuese un trozo de carne que quería comerse, eso sin contar las innumerables veces que se acercaba a él y acariciaba su espalda o lo que no era su espalda y que si se descuidaba aprovechaba para intentar besarle, si, se sentía acosado y eso era incómodo, muy incómodo ¿dónde estaba su Akane? ¿dónde estaba esa chica que le llamaba inútil y le lanzaba cosas? Lo reconocía, él prefería a Akane, su adición al chocolate, sus cambios de humor y admitía que era duro verla y no reconocerla.
Ayesa se daba cuenta perfectamente de lo que pasaba, más de lo que Akira creía, por eso disfrutaba haciéndole sufrir, le encantaba ver esa cara de perplejidad, no lo hacía por maldad, es que le gustaba a aquel chico, no sabía porqué le atraía enormemente, le encantaba confundirle, además ella quería sentirse viva y disfrutar de la vida, de todo lo que la vida ofrecía porque no sabía de cuanto tiempo disponía, deseaba vivir intensamente y deseaba poder disfrutar de ese chico.
Pero lo mas curioso de todo, fue la reacción de Sumire. Una tarde se quedó mirando fijamente a su amiga, para Shibi, Jisei, Ryuko, Kyojin y Akira, que conocían bien a Akane, la diferencia entre Akane y Ayesa era tremenda pero Karasu o Suo, que acababan de unirse al grupo y que parecían más pendientes de Sumire, aunque notasen algo distinto en ella no le daban mucha importancia. Kenshi tenía su propia teoría: Akane se había enrollado con Akira y por eso parecía otra, era cosa el amor y Xu-Xu pues era amiga de todo el mundo, al igual que Kenshi no tenía un grupo fijo con el que salir, ella estaba bien con todos y le gustaba ver a sus amigas contentas, así, si veía a Akane contenta pues no se planteaba nada más: si alguien le hubiera dicho algo se hubiese interesado pero al no comentarle nada, ella confiaba en que todo iba bien. Pero Sumire, aunque no lo pareciese era bastante buena fijándose en detalles, era muy amiga de Xu-Xu pero también le caían bien sus nuevos amigos, les había cogido cariño y le gustaba estar con ellos. Observó a Akane y llegó a una conclusión.
- Tu no eres Akane - le dijo muy seria - ¿Quien eres? ¿Eres de su familia?
Todos los que en ese momento estaban allí, Jisei, Ryuko, Kyojin, Akira, Shibi y la propia Ayesa, ya sea sentados o tumbados en la hierba del parque, se quedaron mirándola.
- Yo soy yo, Sumire, no digas cosas raras.
- No, tu no eres Akane, pareces Akane pero no lo eres, eres otra persona, llevo varios días mirándote y eres otra persona.
- Dices cosas muy curiosas - contestó Ayesa.
Sumire se acercó a ella pegando su cara casi a la de su amiga.
- No eres Akane - afirmó de nuevo.
- Si te digo quien soy ¿guardarás el secreto?
- ¡No! - gritó alarmada Ryuko.
- Tranquila Ryuko - habló Jisei - Sumire es de fiar, tiene una aura totalmente limpia.
- Pero...
Sumire se puso en pie y cruzó los dedos indices delante de su boca besándoselos.
- Lo juro porque me muera, palabra.
- Tampoco hace falta que te mueras - dijo Shibi - Total, nadie va a creer lo que les digas.
- Es que Akane - explicó Jisei - Tiene personalidad múltiple disociativa.
- ¿Y eso que es?
- Doble personalidad.
- ¡Ahhhhhhh! - exclamó Sumire abriendo los ojos llena de admiración - ¡Que increíble eres! ¡Eres impresionante! ¡Cómo molas!
- ¿Y te lo crees, así, sin mas? - preguntó Akira.
- Pues claro. He leído muchos casos de doble personalidad, mi abuelo materno tenía la costumbre de recoger revistas y libros y llevarlas a una fábrica de reciclaje y le dan dinerito y los vecinos le daban lo que ya no les servía y yo le leído muchos libros. Eso de la doble personalidad es normal cuando estas muy agobiada como Akane, yo se que tiene mucho jaleo con sus hermanos, su hermanastra, el bebé... ella me lo contó.
- ¿Y no te parece raro? - insistió Akira.
- Que no, que mola un montón, pero mucho ¿Te acuerdas de lo que haces siendo otra?
- Yo si pero en realidad es una forma de...
- No hace falta me que expliques nada ¡que pasada! ¿Cómo te llamas?
- Me llaman Ayesa, para diferenciarme.
- ¡Me gusta! ¿Quien mas lo sabe? ¿Lo saben tus padres?
- No, en realidad no...
- Ah claro, no quieres que se sepa, no vaya a ser que te tomen por loca. Tranquila que guardaré tu secreto ¿y como consigues cambiar de personalidad? ¿Te cae bien Akane? ¿Ella te conoce?
- Ah... me cae muy bien Akane y ella piensa que soy una imaginación suya.
- O sea que Akane es la original ¿no?... ¡Que alucinante! ¿Y como naciste tu? ¿Fue porque trabajabas mucho?
- Pues se puede decir que estaba muy agobiada y...
- Y te maltrataban - dijo muy seria, todos volvieron a mirarla asombrados - Vi como reaccionaste cuando Masashi dio esa charla el otro día ¿Quien lo hace?
- No, no es eso, es...
- Se que soy un desastre, que me olvido de todo y que nunca me doy cuenta de nada pero a mi me gusta Akane, y Ryuko, y Jisei, sois muy simpáticas y estoy muy bien con vosotras. Quizás penséis que hace poco que nos conocemos pero yo os considero buenas amigas, me divierto mucho - Ayesa se había puesto de pie y estaba a su lado. Sumire se abrazó e improviso a ella - Seas quien seas y como seas eres mi amiga.
- Eres una chica increíble Sumire - dijo Ayesa - Creo que es un honor que me consideres tu amiga.
- Claro, somos amigas ¿a que si? Tu tienes doble personalidad y yo falta e memoria y despiste general, Jisei ve las auras y el futuro y Ryuko no tiene confianza en si misma.
- ¡Vaya cuatro! - se oyó a Akira.
- Y tu eres un poco machista y te quejas de todo, Shibi es un tío raro que no tiene ojos y Kyojin tienes esa cosa que le obliga a comer.
- ¿Yo no tengo ojos? - preguntó perplejo Shibi
- Yo que se... nunca te los he visto. Oye ¿Karasu y Suo lo saben?
- No, esos no lo saben.
- Eso sospechaba. Vamos que suponía que Jisei y Ryuko lo sabían y claro Shibi, que es tu amigo y por supuesto Akira que está enamorado de ti y Kyojin de Ryuko... lógico. Oye Ayesa ¿puedo llamarte yo también Ayesa? ¿Y como naciste?
- Es que yo soy un caballero, ya sabes, atrapo a malandrines, salvo doncellas, mato dragones y enderezo entuertos.
- ¡Que bonito! ¿Y vosotros?
- Yo soy una princesa, ella me defiende de todo mal, de enemigos que desean matarme si no algo peor.
- ¡Que bonito! ¡Pero que bonito! ¿Y tu Jisei?
- Yo soy un hada, vivo en un bosque pero me aburro y visito a la princesa de vez en cuando. Hago pociones para curar heridas y cosas asi y le presto poderes al caballero.
- Así es más fácil vencer a los malos, soy un poco tramposa pero es que los malos son muchos y yo solo una.
- ¿Y los demás?
- A mi no me mires - dijo Akira - Yo no salgo en esta historia.
- ¿No? Pues deberías.
- Shibi es un hechicero - explicó Ryuko - Un mago que controla la naturaleza.
- Algún hechicero tenía que haber - dijo Shibi al ver a Akira y Kyojin mirarle incrédulos - Pero solo soy un aprendiz
- ¡Yo también quiero ser algo! - exclamó Sumire - ¿Qué podría ser?
- Esta chica no tiene bien el cerebro - comentó Akira con paciencia - Ha debido golpeárselo en alguna de sus caídas.
- ¿Tu crees? - le respondió Jisei - Pues yo creo que lo tiene mejor que algunos.
- ¡Ah! - gritó de pronto Sumire - ¿Que te parece Ayesa, Aki?
- ¿Que me tiene que parecer?
- No le gusto - respondió esta - Es que a él le gusta Akane ¿sabes? Le quise besar y no se dejó.
- ¡Ahg! ¡Pesadas!
- ¿Eso hiciste? ¿Así que a ti tampoco te quiso besar?
- El solo quiere besar a Akane.
Akira se levantó molesto y se alejó unos pasos de allí.
- Pobre - oyó decir a Sumire - Es porque está enamorado de ella aunque no lo quiera reconocer... ¿o si lo hace?
- No seáis malas con él - añadió Jisei.
- Es un poco tonto - dijo Ayesa - El a mi me gusta mucho.
Akira se alejó hasta que no podía oírles.
- Las mujeres sois muy malas - dijo Kyojin - Os gusta burlaros y torturarnos.
- Pero es que él me gusta de verdad ¿por qué iba a ocultarlo? Lo besé y muy finamente me mandó a freír espárragos.
- ¿Y te atreviste? - Sumire la miró con ojos de asombro.
- Pues claro ¿dónde está el problema?
- Ayesa hace lo que le viene en gana cuando le viene en gana - indicó Jisei.
- Pues claro - añadió Ayesa - La vida es para vivirla ¿si no para que sirve?
- Ahora vengo - dijo Shibi levantándose.
Se acercó a Akira que apoyado en un árbol fumaba mirando a ningún sitio.
- ¿Te molesta Ayesa?
- ¿Es que nadie hecha de menos a Akane? ¿A nadie le gusta?
- Claro que nos importa Akane, por eso también nos gusta Ayesa. Si tu hubiera conocido a Akane cuando nadie sabía como ayudarla, si hubieras visto como se esforzaba por estar contenta y decirnos que no pasaba nada... si hubieras visto sus ojos de miedo... entonces nos entenderías. Ayesa apareció y ya nada nos preocupaba, ella vivía intensamente y sin ningún miedo, disfrutaba de cada momento y Jisei y Ryuko necesitaban creer en ella. Cuando Ayesa se iba Akane ya no tenía miedos, era una niña valiente, dispuesta a enfrentarse a la vida, tenia una energía tremenda, un optimismo increíble y entonces empezaba a hacer planes y a organizarlo todo y... era magia, aquello era magia. No sabíamos si eso era de estar loca, de tener una enfermedad mental o lo que fuera, solo sabíamos que Akane se atrevía a vivir... supongo que nosotros la ayudamos de algún modo a crear esa personalidad.
- Es tan distinta a Akane. Cuando Jisei me lo contó pensé que era absurdo pero ahora veo que no, miro a Ayesa y no encuentro a Akane.
- Pues está ahí. Ayesa cuida e ella. No creas que no la echamos de menos pero sabemos que necesita esos momentos. Ryuko al principio lo llevaba fatal, tampoco comprendía nada, para ella Akane era Akane y Ayesa una impostora absorbe almas o algo así... pronto lo comprendió.
- Ella me besó ¿te das cuenta? Me besó. Akane no da besos y ella... ¿como puede hacer eso con el cuerpo de Akane? ¿es que no la respeta?
- Hombre, es su cuerpo también. Mira ella es así, le apetece besar y besa, no te quejes, a mi me quería buscar la próstata.
- ¿Qué?
- Que casi me viola... literalmente. Había leído algo sobre la próstata y quería averiguarlo - Akira arqueó las cejas - Fue muy desagradable - Akira echó una carcajada - Te ríes porque a ti no han intentado meterte algo por tu... intimidad.
-Oyes ¿Quien le ha enseñado a besar? ¿Tu?
- Es buena ¿eh? Ella no necesita que nadie la enseñe nada, lo hace todo por instinto.
- ¿Por instinto?
- Si, es como muy primitiva.
- Jisei dijo que la última vez que la vio tenía 14 años ¿ya sabía besar?
- La ultima vez que ella la vio. Ayesa ha hecho alguna que otra aparición puntual. Por ejemplo, cuando Seishiro se puso tonto y pesado ella se encargó de decirle cuatro o cinco cosas... o cuando cierta persona rompió el corazón de Akane... allí estaba Ayesa.
Akira dio una última calada y tiró la colilla pisándola.
- Akira... tu le gustas, lo ha dicho.
- Y Akane me odia ¿que cosas, no?
- Akane y Ayesa son el mismo cuerpo y el mismo cerebro. Si dice que le gustas será que Akane no te odia tanto como crees, quizás aún queda algo por ahí escondido. Si quieres decirle algo a Akane y no te atreves prueba a decírselo a Ayesa, ella se lo hará saber.
Akira le miró con cara de no comprenderle bien.
- ¿Sabes que se siente una segundona? - comentó.
- Si, lo se. Cree que es la segunda opción de todo el mundo. Será porque nunca nadie le ha demostrado que era la mas importante.
- Pues le gusta a Kamui Kaguya, debería sentirse alagada.
- Pero es que ella piensa que el la segunda opción del Kaguya... o la tercera.
- ¿Por qué no sales con ella?
- ¿Quien? ¿Yo?
- He pensado que quizás si sale con alguien su estima se vería... aumentada.
- No me fastidies Akira, ella es mi amiga y además... quiere salir contigo.
- Si, seguro.
- Para ser tan inteligente eres un poco bruto para algunas cosas, Shikamoto ¿Quien estaba con ella cuando le dio aquella "crisis"? Tu ¿con quien se desahogó? Contigo.
Shibi se dio media vuelta y antes de rehacer sus pasos giró la cabeza.
- Una vez tomó la iniciativa contigo y salió mal... ahora quiere que seas tú quien la tomes.
- ¿Te lo ha dicho a ti?
- No hace falta que me diga nada. Ah... procura darte prisa en decidirte porque ella no es de las que esperan pacientes y está empezando a ver a Kamui como una opción para evadirse de la realidad.
- ¿Que me quieres decir?
- Que si piensas hacer algo lo hagas pronto porque Kamui no te va a dar cuartel, va a por todas, y lo sabes - y comenzó a andar.
Akira tomó aire y también decidió regresar. Karasu y Suo llevaban ya unos minutos allí.
- ¡Ya se! ¡Ya se! - gritaba Sumire eufórica - ¡Voy a ser un escudero. Seré tu escudero, todo caballero necesita un escudero ¿a que si?
- Claro - dijo Kyojin - Todo héroe tiene un ayudante, algo muy importante.
- ¿A que si?
- ¿Pero de que va este juego? - se interesó Karasu.
- Es un juego - respondió Sumire - para reírnos un rato. Ella es un caballero andante y Ryuko una princesa, Shibi un mago y Jisei un hada y yo seré su escudero: Sancho.
- ¿Sancho? - se extrañó Karasu - ¿no había un nombre mas horroroso?
- ¿Que es? - intervino Suo - ¿Cómo un juego de rol?
- Si, algo así pero en nuestra mente - contestó Jisei.
- Pues escudero como Sancho Panza - continuaba Sumire - el escudero de Don Quijote ¿no habéis oído hablar de Don Quijote? Es que es el único escudero que conozco.
- En todo caso - habló Ryuko - serías Sancha.
- Todavía suena peor - añadió Karasu.
- Pues ya penaré el nombre pero seré su escudero, yo te ayudaré a matar dragones ¿vale caballero?
- ¿Y por qué no eres una princesa? te pega más - afirmó Suo.
- ¿Una princesa? No, para eso ya está Ryuko, seré un escudero ¿Y tú Kyojin? Tu también tienes que proteger a la princesa, serás un caballero pero de esos brutos que llevan una porra.
- Un troglodita, vamos - rió Karasu.
- Y tú el bufón de la corte Kara-kun - dijo Kyojin.
- Y yo el artista - se apresuró a decir Suo - ¿Y Akira?
- Akira que sea un ministro o un consejero - indicó Jisei.
- ¡Que divertido es todo esto! - Sumire se mostraba muy emocionada.
- Mirad quienes vienen por ahí - interrumpió Suo.
La atención ahora se centró en Kamui y Nowaki que caminaban hacia ellos llevando unas bolsas de deportes.
- ¿Estarán de paseo romántico? - bromeaba Ayesa.
- ¡Callate veneno! Es que eres veneno - la regañaba Ryuko.
- Es broma, es broma.
- ¡Hola chicos! ¿Que hacéis? - saludó muy entusiasta Nowaki.
- Poca cosa - respondió Sumire - ¿Y vosotros donde vais?
- Vamos a ver si metemos unos penaltis... he convencido a Kamui para que me acompañe.
- Y aún no sé como lo has hecho - se quejó el aludido.
- ¡Eh! - exclamó de pronto Ayesa al ver la bolsa de deportes que llevaba Nowaki - Podíamos echar un partido todos juntos.
- ¡Si! - se unió Sumire - Si, vamos a jugar todos al fútbol ¿vale?
- No, no, yo soy muy mala - intervino Ryuko - No me gustan los deportes.
- Ah... venga - insistía Ayesa - Nos reiremos un rato ¿y tu Jisei?
- ¿No ves que llevo zapatos y falda?
- Yo también llevo falda ¿y qué?
- Karasu tu si ¿verdad? - le preguntó Sumire con gesto de pena.
- Yo por ti hago lo que sea ¿Dónde jugamos?
- En la pista - respondió Nowaki - Está aquí al lado. Va a ser muy divertido ¡apuntaros todos, venga!
- Yo voy pero no voy a jugar - advirtió Ryuko.
- Pues podríamos hacer un chicos contra chicas - propuso Sumire - Y nos apostamos algo ¿vale?
- Nooooooo - contestó rápida Ayesa - Eso no ¿no ves que Kamui y Nowaki son casi profesionales?
No tardaron en llegar a la pista.
- Entonces ¿quien se anima? ¿Akira? - le miró interrogativa Sumire.
- Yo paso, eso de dar patatas a un balón no va conmigo.
- ¿Suo, tu sí?
- Prefiero observar como reaccionan ante rivales que son chicas.
- ¡Serás soso! ¿Kyojin?
- Bah, yo si ¿Te animas, Shibi?
- ¿Tu me ves jugando?... Pues entonces.
- Yo iré con Kamui - Sumire se acercó a él - En su equipo.
- ¡Mira la tonta! - rió Ayesa - Entonces yo me quedo con Nowaki, el rubito mono.
- ¡No! - gritó de pronto Sumire - ¡Mejor chicos contra chicas!
- Sumire que somos dos chicas contra cuatro chicos...
- Yo me paso al bando de las chicas - dijo Karasu - No tengo problema.
- A ver que os parece esto - propuso Jisei - Nowaki y Kamui contra Akane y Sumire.. para compensar y Karasu y Kyojin de porteros.
- Pero que Kyojin sea nuestro portero - habló Ayesa - Tiene pinta de parar bien las pelotas ¿quieres Kyojin? ¿Defenderías a estas doncellas?
- Eso está hecho.
- Así se habla caballero el reino, estamos contigo - le animó Akira.
- Tu calla cobarde - respondió Kyojin - Que no tienes valor para jugar.
- ¡Hadita, princesa! - dijo Sumire desde la pista - ¡Animarnos, eh!
- ¡Animo, vosotros podréis! - gritó Ryuko.
- ¡Venga mi valiente caballero con escudero! - gritó ahora Jisei - ¡Que vean lo que valen dos tías valientes!
- ¿Y no nos jugamos algo? - insistió Karasu.
- Solo pasarlo bien ¿te parece poco? - le guiñó un ojo Ayesa.
Y empezó el juego. Para sorpresa de todos, las chicas eran mejor de lo que esperaban. Sumire era muy rápida, se le daba bien regatear y además tenía un buen chut con la izquierda. Sorprendieron a Nowaki y Kamui que habían empezado a jugar bastante flojos pero tuvieron que reaccionar y ponerse serios.
- ¿Quien lo iba a decir? - decía Suo - No se les da nada mal.
- Sumire ha estado tanto tiempo lesionada que no ha podido demostrar su talento - comentó Ryuko.
- Pues en clase de educación física Akane no demuestra esas habilidades - continuó el chico.
- No... Akane, no - murmuró sonriendo débilmente Akira.
- ¿Que hacéis? - dijo de improviso Yuri.
- ¡Yuri! ¡Momoka! - gritó Ryuko - ¿Que hacéis aquí?
- ¿Que te pasa? - preguntó Yuri - ¿Por qué gritas?
- Es que me he asustado.
- Buscábamos a Kamui - contestó Momoka - Le hemos llamado y nos han dicho que ha salido con Nowaki a entrenar.
- Ahí lo tenéis - señaló Jisei - En pleno partido.
- ¿Que partido?
- Chicos vs chicas +Kyojin.
- Hola Suo - Yuri se sentó a su lado - ¿Y tú que haces aquí?
- Pasando la tarde ¿eso es normal, no? - sonrió.
- ¿Por qué están jugando con ellas? - se interesó Momoka que empezaba a no quitar la vista de encima a Sumire.
- Les apetecía - respondió Akira - ¿Tenían que tener otra razón?
- ¿Y como van? - se interesó Yuri.
- Nowaki ha conseguido meter un gol - explicó Jisei - Pero la verdad es que Sumire se lo está poniendo difícil.
. Y no te olvides de la defensa de su delantera - continuó Akira - la delantera siempre es muy importante.
- ¿Que delantera? - se extrañó Yuri.
- La de Akane.
- ¿Akane es buena como delantera? - se extrañó Yuri, Akira y Shibi sonrieron - Será porque Kamui se contiene.
- Si, se contiene - proseguía Akira - Pero mas que nada porque se distrae mirando mucho lo que no debe
- ¿Y tu no juegas, Suo?
- No, he descubierto que es mas divertido mirar.
- Dos chicas corriendo sudorosas es un espectáculo su sugerente - añadió Shibi.
- ¡Pero que... guarros sois todos! -gritó Momoka - Hasta tú que nunca hablas tienes que decir una guarrería ¡que asco me dais!
- Chica es lo que hay - replicó Akira - Estamos en una edad muy mala. Además ¡como que a ti no te gusta ver a Kamui sudando y con esa cara de...
- ¡Piénsate muy mucho lo que vas a decir!
- Voy a comprar unas botellas de agua - dijo Jisei - Después tendrán sed ¿Vienes Ryuko?
- Si, voy contigo.
- ¡Que bueno es Kamui! - aplaudía Yuri.
- ¡Pero no si ha hecho nada! - se quejó Akira - De verdad que las chicas sois incomprensibles.
- ¡Calla envidioso!
- Pues Nowaki no lo hace mal - comentó Suo.
- ¿Vas a comparar? ¡Por favor!
- Eso digo yo - continuó Akira - ¡Como vamos a comparar a nadie con el gran Kamui!
En ese preciso momento, Kamui se quitaba la camiseta lanzándola a un lado. Momoka y Yuri abrieron los ojos como platos.
- ¡Y luego dicen! - comentó irónico Akira.
- ¿Celoso? ¡Pues te aguantas! - espetó Yuri.
Sumire pasó el balón a Ayesa y esta dio un salto bastante espectacular que hizo que la falda se le subiese más de lo esperado, esto produjo cierta conmoción, situación que Sumire aprovechó para rematar y meter gol ante un pasmado Karasu. Las dos se abrazaron efusivamente.
- ¡Dios! - exclamó Yuri - ¡Se le ha visto todo!
- Parece que por aquí ha subido la temperatura ¿no? - comentó sonriendo Shibi.
- ¿Que ha pasado? - preguntaba Jisei que ya regresaba junto con Ryuko.
- Tu amiga ha enseñado el pandero - respondió Yuri - Mira que cara de imbéciles se les ha quedado a estos ¿Queréis agua?
- Echasela en los pantalones - gruñó Momoka – ¡Akira chico estás como sofocado!
- Se ha quedado en shock al ver que Akane usa tangas – rió Yuri – Ha sido muy fuerte.
- ¿Que Akane...? - comenzó a decir Ryuko - ¡Ay madre!
En la pista, mientras tanto.
- Tienes una hemorragia nasal, bobo - le decía Kamui a Nowaki - Mirad chicas, nos rendimos.
- ¿Ahora que se pone interesante? - se quejó Sumire.
- Déjalo preciosa - dijo Karasu - Estos no pueden seguir, les ha salido una molestia en el pantalón.
- ¡Karasu!- se quejó la chica - ¡No digas esas cosas!
- ¡Ah! Las cosas son así, son jóvenes y el único salido no soy yo.
- Bueno - Sumire sonrió satisfecha - Es casi como ganar.
- Entonces... celebrémoslo - dijo Ayesa y comenzó a tararear una canción mientras simulaba que tocaba una guitarra.
Cuando llegó a su destino tenía la coleta medio desecha y la cara teñida de un color rosado.
- Ha estado bien ¿eh? - dijo.
- ¿Estás bien? - se interesó Momoka.
- Hola Yuri, Momoka ¿que tal? ¿Me das agua Ryuko?
- Si, toma, toma, es para vosotros.
- Bebe despacio - advirtió Kamui llegando hasta ellos - Estás muy acalorada.
- Si papá
- ¡Ha sido genial! - gritaba eufórica Sumire.
Ayesa abrió la botella de agua, se inclinó hacia delante y se echó agua en la nuca. Se levantó enérgicamente y bebió.
- ¡Que calor, por dios! - se quejó y echándose agua en las manos pasó a refrescarse el cuello y el escote - ¿Que os pasa? ¿Tengo algo raro?
- Te agradeceríamos que no siguieses - explicó Karasu.
- ¿Que no siguiese, qué?
- Déjalo - habló Jisei - Los chicos, que tienen una mente muy, muy sucia.
- Se te ha visto la ropa interior - le dijo Yuri con aire de maestra regañando.
- ¿La ropa...? ¡Ah, que se me han visto las bragas! Bueno, podría haber sido peor.
- ¿Peor? - gruñó Akira.
- Claro, podría no haber llevado nada.
- A ver bonita - siguió Akira - Llevas puesto un tanga, en nuestra mente yo creo que es peor que si no llevas nada.
- ¡Nowaki! - gritó Momoka al tiempo que le daba con el puño cerrado en la mejilla.
- Pe... pero ¿que he hecho yo? - se lamentaba el chico, lloroso.
- Je - sonrió Karasu - Por primera vez pegan a uno que no soy yo.
- Para ti también hay - advirtió Momoka - ¿Lo quieres?
- ¡Pero yo no he dicho nada! - se quejaba Nowaki.
- ¡Pero lo estabas pensando! ¡Panda de pervertidos!
- Mira la que fue a hablar - sonrió Suo - La que no ha mirado a Kamui.
- Yo también he mirado a Kamui y a Nowaki - intervino Ayesa - Y bien que me ha gustado.
- ¿Tu me has mirado? - se interesó Nowaki.
- ¡Nowaki! - volvió a gritar Momoka mientras le meneaba.
Yuri miró a Kamui, este, con su habitual gesto de tío duro miraba fijamente a algún sitio, Yuri trató de seguir su mirada... ya, si no fuera porque era Kamui juraría que miraba el escote mojado de su compañera... serían imaginaciones suyas.
- Nos lo hemos pasado bien - decía alegre Sumire - ¿A que si?
- Ya vez que si - contestaba Ayesa - Pero ahora estamos sudadas y olemos a...
- Oléis a hembra - dijo Karasu acercándose a Sumire, Jisei le dio una colleja - ¡Ah! Ya decía yo que alguna tenía que llevarme.
- Eres muy buena al fútbol, Sumire - comentaba Suo.
- En España es el deporte más fácil de practicar. Mis compañeros siempre jugaban a lo mismo, las chicas no, pero yo me aburría con ellas y terminaba dándole patadas a un balón.
Ayesa se situó detrás de Akira, se acercó a él y comenzó a cantar susurrando con voz baja y suave.
- "Quiero que me beses mucho, mucho mas" / Quiero sentirlo todo de ti, de ti / Dame con tus labios el veneno / Veneno corre por mis venas, veneno / Tu veneno es mi pecado"
Akira sintió un escalofrío. Sacó su paquete de tabaco.
- Déjame - dijo Ayesa - Yo te lo enciendo.
Sin darle tiempo a reaccionar cogió un cigarro, el mechero y lo encendió.
- Creí que odiabas en tabaco - comentó Kyojin.
- No creas, no tanto, deja un curioso sabor... toma Aki.
- Pero dijiste que besar a un fumador es como lamer un cenicero - añadió Ryuko.
- ¿Lo dije? Bueno... cambio mucho de opinión.
- ¿Como se te da el tenis? - le preguntó Kamui acercándose a ella y mirando retador a Akira.
- ¿Me dices a mi? - preguntó Akira.
- No, a ti no, a ti, Cenicienta.
- Bueno - sonrió Ayesa - Te he visto jugar a ti y me gusta imitar lo que veo.
- ¿Te apetece un partido?
- ¿Ahora?
- Llevo las raquetas, iba al club.
- Al club... suena muy fino y ¿tienes pelotas?
- Un par.
- Bien pero ¿tienes raqueta para mi?
- Por supuesto, yo siempre voy preparado. Lo que no tenemos es red pero no creo que importe mucho.
Ayesa sonrió a Kamui y se dirigió a la pista, el chico la siguió.
- No se porqué esa conversación ha sonado como si fueran a hacer otra cosa - decía Karasu - ¡No me des, Jisei!
- No te voy a dar, si lo parecía, si.
- Pues apuesto a que vuelve a enseñarnos el tanga - continuó Karasu.
- Y yo apuesto a que por eso lo ha hecho Kamui - añadió Akira.
- ¡No digáis eso! - exclamó Momoka - Kamui nunca haría nada así.
- Si tu lo dices...
- Es un adolescente - habló de nuevo Karasu - ¿Que crees que tiene en la mente?
- Tu no se lo que tendrás pero Kamui es todo un caballero ¿A que si, Yuri?
Yuri no decía nada, solo observaba a Kamui y Nowaki la observaba a ella. Nowaki recordaba que una vez habló con Kenshi y este le dijo que Yuri también merecía que Kamui fuese considerado con ella, no solo con Momoka ¿Estaría enamorada Yuri de Kamui? Nunca se lo había planteado, solo se había preocupado por Momoka ¿cómo no se había dado cuenta antes? Claro, como él mismo no estaba enamorado de Yuri no tenía en cuenta sus sentimientos ¡que bruto podía llegar a ser!

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