sábado, 3 de diciembre de 2011

91. Un pasito adelante

Kamui entró en el aula, con cierto disimulo se acercó a la mesa de Akane y depositó una pequeña margarita en ella.
- Buenos días, Cenicienta.
Akane miró la pequeña flor y luego a Kamui.
- Me recuerda a ti.
- Eres un cursi Kaguya - dijo Akira echando la cabeza hacia atrás y mirando a Kamui.
- ¿Esto va contigo, Shikamoto?
- Es que eres tan cursi que no he podido evitarlo.
- Pues métete en tus asuntos. ¿Nos vamos a ver mañana, Akane?
- Lo siento pero tengo que cuidar de mi hermano pequeño.
- ¿No será una excusa para librarte de mi?
- No, es cierto, de veras. Mi madre y su marido se van a pasar un fin de semana romántico y me tengo que quedar con el enano.
- Bueno, pues te lo traes.
- ¿A mi hermano?
- Claro.
- Es que es bastante travieso y no creo que sea buena idea.
- Llévale, llévale - se oyó decir a Akira - Que sepa lo que es aguantar al anticristo.
- ¿Te callas de una vez, ciervo? - gritó Akane - Lo siento Kamui pero no va a ser buena idea, es un niño caprichoso, no nos dejará hacer nada.
- Tú por eso no me preocupes. Además es tu hermano y yo quiero estar contigo y por supuesto no voy a dejar de hacerlo porque tú tengas que cuidar a tu hermanito.
- Como se nota que no lo conoces - volvió a comentar Akira.
- ¡Akira no me toques mas las narices! - bramó la chica - Bueno Kamui, luego hablamos - añadió mirando algo apurada a Momoka.
Kamui rozó la palma de la mano de Akane con la yema de sus dedos, sonrió y se marchó a su asiento.
- Este tío es tonto - murmuró Akira a Kyojin.
- Te revienta bastante ¿eh? - rió Kyojin.
- Ya me está tocando mucho los huevos.
- Pero tú dijiste que querías que Akane saliese con él - susurró en voz baja.
- Ya no se pero aún así me toca los huevos.
Shinobu, la enfermera y secretaria de la directora, era además una de las profesoras. Daba una asignatura de las consideradas por los alumnos "de relleno" ya que no era de las principales y tampoco tenían muchas horas a la semana, se trataba de la que, a falta de un nombre mejor, habían dado en llamar "economía doméstica".
Entró en el aula bastante cargada, traía muchas carpetas, dejó estas a un lado de la mesa formando tres montones según el color que tenían: blancas, rosas y azules.
- Hola mis pequeños pollitos, cada uno a su sitio, recoged la clase.
- Shinobu en pronto - se quejó Nowaki - Aún no ha sonado la campana.
- Mejor, aprovecharemos para prepararlo todo.
Abrió su bolso y sacó una especie de baraja hecha a mano y un cuaderno.
- ¿Vamos a jugar a las cartas, sensei? - preguntó Genki.
- No Genki, no vamos a jugar a las cartas. Bien ¿Estamos todos? Porque si falta alguien no será tan divertido.
- Vale profe - dijo Kenshi - Ya estamos intrigados, empieza de una vez.
- De acuerdo - Shinobu cogió sus extrañas cartas y empezó a barajarlas - Como sabéis en clase de educación doméstica intentamos de alguna manera preparaos para la vida que os puede esperar cuando dejéis de estudiar y os enfrentéis al mundo y todas esas cosas que siempre os contamos y que a vosotros os da igual y yo lo siento pero tenemos que hacerlo. Normalmente en esta época y teniendo en cuenta lo poco que queda para que terminéis la preparatoria, suelo mandar que los alumnos preparen un "proyecto de vida futura" eso ya lo sabéis porque os lo habrán comentando. Se trata de simular que los alumnos son adultos, tienen un trabajo, con un sueldo y unos gastos y espero a ver como se las ingenian para vivir o caen en la más tremenda miseria, pero este año el trabajo va a ser ligeramente distinto.
Comenzó a repartir las cartas, una por alumno. En cada una de ellas había escrito un número.
- Este año el trabajo - continuó hablando Shinobu - o mejor dicho, los trabajos, porque va a estar dividido en varios, lo vais a hacer por grupos y parejas.
Terminadas de repartir las cartas miró sonriente a sus aturdidos alumnos.
- Ahora os voy a ir diciendo unos números y los que los tengan deberéis levantaros y venir a por vuestro trabajo en particular, me ha tomado mucho tiempo hacer estos proyectos, digamos que son personalizados y únicos para cada pareja. Y no vais a ser parejas normales, a partir de ahora formareis un "matrimonio".
- ¿Un matrimonio? - se oyó a un perplejo Nowaki.
- ¿Nos vamos a casar? - también se oía a Genki.
- Si, a partir de que se forme la pareja tenéis que consideraos "casados" con vuestro compañero.
Shinobu esperó con paciencia a que dejaran de comentar aquello entre ellos.
- A ver chicos, que esto es muy sencillo, se trata de un proyecto de matrimonio, se os darán unas pautas a seguir que serán distintas para cada pareja y os amoldareis a ellas. Por ejemplo, una pareja compuesta por un marido de clase media y una esposa de clase social alta ¿dónde trabajan? ¿Dónde viven? ¿Pagan alquiler? ¿Viven con comodidades? ¿Pueden irse de vacaciones? Eso podría ser una primera parte, luego os plantearía cosas como que ella se queda embarazada o él pierde su trabajo ¿cómo lo solucionarían? ¿Lo entendéis, chicos?
- Mas o menos es una especie de matrimonio virtual - habló Hizashi.
- Eso es.
- Pero profe - se quejó Kenshi - En esta clase hay más chicos que chicas.
- Eso no es problema porque es un número par que se puede dividir por dos y nadie se queda sin pareja, no hay solteros.
- ¿Pero nos vamos a casar chicos con chicos? - dijo alarmado Karasu.
- Eso lo dirá el azar. Mirad, vamos a empezar y veréis como todo se entiende mejor.
- Lo que le gusta a esta mujer los sorteos - comentaba Akane.
Shinobu abrió su cuaderno y se dispuso a tomar nota.
- Habréis visto que he barajado las cartas y las he repartido sin mirar ¿verdad? Así que no quiero protestas, lo que os ha tocado, os ha tocado. A ver, empezamos, ¿Quien es el número 1?
- Yo - respondió Akira.
- Bien Akira, ven aquí conmigo. Ahora vamos a ver quien será tu pareja, quien tenga el número 2 que venga también.
Karura se levantó. Mira por donde tenía que tocarle el trabajo a Akira con su adorada Karura, pues que le aproveche, pensaba Akane.
- Que suerte Aki - comentaba Kenshi - Te ha tocado con una chica.
- Bueno ya tenemos nuestra primera parejita, una pareja hetero. Sois la pareja número 1, acordaos porque en las exposiciones siempre seguiremos el mismo orden y es el que tenéis que poner en los trabajos escritos - la profesora parecía anotar todo eso en su cuaderno - Bien, vuestro contrato está formalizado, esta va a ser vuestra vida - les dio a cada uno una de las carpetas blancas en las que podía verse escrito un 1 - La suerte está echada. Daros un beso si queréis, estáis comprometidos oficialmente, la boda vendrá después. Es que quiero inmortalizar este momento - sacó su móvil - A ver, sonreír.
- ¡Que se besen! ¡Que se besen! - se oyeron algunas voces.
- Shinobu tu no estás bien ¿verdad? - habló casi con miedo Kenshi.
- Es para añadir a vuestro trabajo, quedará muy bien, venga, daros al menos la mano... eso es. Podéis echar un vistazo rápido a vuestro plan de vida - ambos chicos abrieron las carpetas al igual que Shinobu - Esto es lo que os ha tocado. Sois una pareja joven, bastante joven, sin titulación universitaria, lógico debido a vuestra edad, y de una condición social baja. Luego os lo leéis todo, ahí tenéis mas detalles.
- ¡Mierda! - refunfuñó Akira - ¡Si soy mas pobre que las ratas!
- Vosotros tenéis que planear vuestra boda, por no solo eso, a ver Akira para empezar busca un trabajo, infórmate en que podrías trabajar si estuvieses en esa situación, entérate de lo que cobrarías y con ese dinero arreglárosla, pensad donde vais a vivir, si podéis alquilar un piso, comprar muebles, pagar el convite de la boda. También tenéis que tener en cuenta desde cuando sois novios, si habéis podido ahorrar o no. Esto va por todos, tenéis que hacer un informe detallado de todos los gastos ¿vale? eso incluye los de la boda.
- Pe... pero... esto... profe... - se quejaba Akira,
- ¿Tiene que ser lo que pone aquí? - preguntó Karura.
- Si, la vida es así, mirarlo desde este punto de vista: habéis tenido mala suerte pero si sobrevivís a esto la vida real os parecerá una maravilla.
- Karura... - Akira la miraba con ojillos de pena.
- No lo digas - gruñó la chica - se lo que piensas, lo se.
- Acordaos que sois una pareja y tenéis que trabajar juntos en este proyecto - continuaba Shinobu - ¿Habéis comprendido de que se trata los demás? Ah, se me olvidaba, para hacerlo mas entretenido tendréis que contar algo de vosotros, como os conocisteis y cosas así. Ala, ya podéis ir a vuestro sitio. Venga, un poco de silencio que tenemos que seguir. Siguiente pareja: los número 3 y 4.
- Yo, yo, yo - dijo Sumire muy emocionada - ¡Ay que nervios, que nervios!
Suo se levantó también.
- No es justo, esto está amañado, exijo revisión - se oyó quejarse a Karasu.
- ¡Cállate ya! - gruñó Xu-Xu.
- ¡Que bien Suo! ¡Nos ha tocado juntos!
- Tomad vuestros proyectos, a ver chicos, la fotito... eso es. Vamos a ver que os ha tocado…
- Bueno... no está mal - comentó alegre Sumire.
- No, no habéis tenido tan mala suerte como vuestros compañeros, sois mas mayores, entre 25 y 30 años, clase social media, titulados, lleváis muchos años de novios. Bueno pues lo mismo, según vuestra titulación buscar trabajo y todas esas cosas.
Sumire y Suo regresaron a sus asientos.
- Los número 5 y 6 que se acerquen.
- Me toca - se levantó Kenshi.
Se oyó moverse una silla. Shibi se levantó. Una especie de carcajada nerviosa se extendió con el aula.
- Mira, nuestra primera parejita de solo chicos.
- ¿Quien de vosotros va a ser el uke? - volvió a oírse a Nowaki.
- Venga silencio chicos. Para vosotros tengo estas carpetas de color azul tan mono.
- ¿Esto está bien, profe? - decía Kenshi algo aturdido - Esto no puede estar bien, yo no tengo tendencias homosexuales así que es un poco tonto que tenga un proyecto de vida que nunca voy a tener.
- No te vas a casar de verdad con Shibi, solo se trata de que presentéis un proyecto, de como ahorraríais o no, no de que os enamoréis.
- ¿Y tu no te quejas? - Kenshi miraba suplicante a Shibi.
- Es solo un trabajo, cachorro, da igual quien sea tu compañero.
Shinobu repitió la misma rutina de apuntar en su cuaderno.
- En, eh, el beso, no os olvidéis del beso, hay que darse una beso - jaleó Nowaki.
- Callaos un poco. A ver, la foto... ya está. Abrir vuestras carpetas a ver que sorpresa tenéis, aunque no creo que haga falta que os diga que tenéis que decidir vuestro rol en la pareja, a ver, no podéis ser los dos unos machorros y que conste que os dejo elegir a vosotros.
- Vamos - rió Karura - Que a ver cual va a ser la chica.
- Pues si - también rió Sumire - Tienen los dos una pinta de dulce esposa que tira de espaldas.
- Bueno es que no se trata de que haga ninguno de mujer pero si que coja un rol mas femenino, quizás mas hogareños pero sin dejar de ser masculino. No se, vosotros informaos de como son estas parejas pero lo que hagáis lo mantenéis, no vale cambiar de pronto, es que según lo que elijáis os tocará una vida u otra. En este caso no hay mucho problema porque ambos tenéis la misma edad más o menos y la misma clase social: media. Ojo a los problemas familiares y sociales, que no sois una pareja corriente, cuando investiguéis sobre trabajos tener en cuenta vuestra orientación sexual que puede ser un escollo a salvar y pensar que os surgirán problemas y esto va para los otras parejas también ¿eh?
Gruñendo lo injusto que era todo, Kenshi regresó a su sitio al igual que Shibi que no parecía alterarse por nada.
- Siguientes números, 7 y 8.
- Yo soy el 7 - dijo levantándose Karasu.
- Oh no, no, no, no, no - se oyó quejarse a Nowaki.
La risa ya empezó a ser estrepitosa.
- Esto está mal, sensei, hay que empezar otra vez - gruñía mientras se acercaba.
- Si claro, no te has quejado tanto antes, bonito.
- Ven aquí rubito mío, a mi lado - dijo sonriendo Karasu.
- ¿Por qué? ¿por qué? Esto no es justo, no es nada justo.
- A ver si te has creído que a mi me vuelve loco.
- Vamos Nowaki deja de lloriquear y tomad vuestra carpetas.
- Profe - interrumpió Genki - ¿Según el color significa que son chico-chica, chico-chico o chica-chica?
- Claro, bien observado. Los parámetros no pueden ser iguales, por ejemplo a la hora de tener hijos.
- Venga, el beso, el beso - jaleó ahora Kenshi,
- Sal guapo en la foto que quiero una de recuerdo, rubito mío.
- Maldito, que sepas que en cuento pueda pediré el divorcio ¿Esto se puede protestas o algo?
- No se puede.
Después de la foto Karasu cogió del cuello a Nowaki.
- ¿Un besito, amor?
- ¡Quita! ¡Suéltame, que corra el aire!
- Karasu y Nowaki dejaros de payasadas y abrid vuestras carpetas.
- Esto no es justo - gruñía otra vez Nowaki.
- ¿Veis lo que os decía? Uno de vosotros es de condición social alta y el otro baja.
- Jo, aparte de problemas sociales también familiares ¡esto no es vida! - seguía gruñendo Nowaki.
- No te preocupes amorcito - reía Karasu - que mientras estemos juntos lo superaremos todo.
- Lo dicho, poneos de acuerdo, en vuestro caso es bastante importante, pensarlo bien.
- No hay nada que pensar, yo cuidaré de mi dulce rubito.
- ¡Porque tu lo digas! ¿Quien ha dicho que yo tengo que ser el uke, eh, eh?
- Bueno cielo, eso lo discutimos en privado.
- Esto es muy deprimente, mucho - Nowaki volvió gruñendo también a su mesa.
- Pareja 5, los números 9 y 10.
- Yo - se levantó Himeko.
- Jo... que mala suerte - seguía quejándose Nowaki.
Kohaku suspiró y también se levantó, aquella situación le agradaba pero también sabía que tener que trabajar con Himeko le desconcentraría bastante. Una gran sonrisa apareció en Nowaki, aquello si que era genial y a él le venía estupendamente para sus planes: Kohaku y Himeko juntitos, tendrían que pasar tiempo juntos, hablar y esas cosas y seguro que Himeko descubriría lo estupendo que era Kohaku y si no él ayudaría.
- Kohaku y Himeko, estas son vuestras carpetas. A ver la foto... ya está. Podéis abrirlas - Estos abrieron los sobres - Vaya no está mal. Aparentemente lo tenemos mucho más fácil. Clase social alta, algo más mayores y además tenéis bastantes ahorros cada uno, tenerlo en cuenta y también que vuestro estatus os obliga a ciertos compromisos sociales que otros no tienen. Tenéis que vivir de acuerdo a vuestra posición social, parece más fácil pero ya se verá que pasa.
- Mira, son los ricachones del pueblo - comentó Nowaki.
- Y tened en cuenta vuestras familias, también es importante. Ahora los números 11 y 12.
- Aquí, yo tengo el 11 - dijo Jisei levantándose.
- ¿Y el 12?
- ¡Yo! - gritó Genki - Jisei-chan me ha tocado contigo, vamos a ser los mejores, ya lo verás.
- Genki cálmate un poco que esto no es una competición. Venga, tomad vuestras carpetas.
- ¡Eh, Nowaki, tengo una novia!
- ¡Déjame en paz!
- ¡Anda ya! - exclamó Jisei - ¿Pero que me dices?
- ¡Toma ya! - gritó ahora Genki - ¡Cómo mola!
- Aquí tenemos una pareja curiosa, ella, una señora de condición social alta, treinta y tantos años, divorciada y atención a este dato: con un hijo, también es importante y él un joven de baja posición social, más joven que ella.
- ¡Genki! - gritó Kenshi - ¡Has dado un braguetazo!
- Me he buscado un joven cito - comentó Jisei - ¿Que os parece? Pero esto no te va a valer, tú a trabajar, a ver si crees que vas a vivir de la sopa boba.
- Esto no es junto - se quejó Kenshi - Y a mi con un tío.
Después de la foto volvieron a su sitio.
- Pareja 7, con los número 13 y 14.
- Voy - dijo Ryuko.
- ¿Y el otro número?
- Yo - Momoka dijo mientras se levantaba, Ryuko mostró un gesto alegría mientras el murmullo y los comentarios, sobretodo por parte de los chicos aumentaron.
- ¡Que bien Ryuko! ¡Estamos juntas para hacer el trabajo!
- ¡Eh, eh, ahora si que tiene que haber beso! - gritó Karasu.
- Karasu que te calles - le advirtió Karura.
- Vosotras parecéis muy contentas - comentó Kenshi - Sospechoso, muy sospechoso.
- Siempre es mejor hacer un trabajo con una amiga que con un zopenco como vosotros que no os tomáis nada en serio - respondió Momoka
- Las chicas nos entendemos bien trabajando.
- Venga - intervino Shinobu - vuestras carpetas rositas. Pues aquí tenemos a nuestra primera pareja de chicas, un aplauso. Momoka y Ryuko, para vosotras lo mismo que para la pareja de chicos, escoger vuestro rol, no podréis ser las dos una madrazas, alguna tiene que coger el rol mas masculino ¿de acuerdo? En este caso las dos tenéis una clase social más bien baja, edades casi iguales pero una de vosotras viene de una relación hetero con niño incluido y lo mismo, ojito con los problemas familiares y los prejuicios sociales.
- Esto es solo un trabajo - comentó Momoka - Nos esforzaremos por hacerlo mejor que nadie, les demostraremos lo bien que trabajan juntas las mujeres.
Después de la foto volvieron contentas a sus asientos.
- Siguiente, los número 15 y 16 - Hizashi se levantó y se acercó.
- Me tocó - dijo Xu-Xu - Tengo suerte, me ha tocado con un chico guapo.
Hizashi estaba satisfecho porque ya no quedaban muchas chicas y ni Kamui, ni Kyojin le atraían como compañeros de trabajo, sin embargo Xu-Xu era su amiga desde la guardería, era trabajadora y concienzuda, seguro que el trabajo saldría bien.
- Tomad vuestras carpetas, vosotros sois una pareja también interesante.
- Vaya - dijo Xu-Xu - Fíjate por donde ahora el braguetazo lo he dado yo.
- A ver - habló Shinobu - El, 40 años, clase social alta, negocio familiar, ojo con esto Hizashi, tu no tienes que buscar un empleo si no un negocio, es lo mismo pero en grande y bastante más complicado, tienes que moverte en un mundo muy competente, buscar que de beneficios, tienes que estar pendiente de muchas cosas, los socios, los empleados... no se, depende del negocio... ojo que no es nada fácil.
- Pero seguro que no se muere de hambre - se quejaba de nuevo Akira.
- No, él tiene otros problemas. Ella, chica joven, clase social media.
- Soy pobre pero honrada - añadió Xu-Xu - que conste ¿eh?
- Tener en cuenta a la familia ¿vale?
Después de la firma y la foto regresaron a sus sitios.
- Con el Girei - le comentó Jisei - Ya puedes tomártelo en serio, ya sabes como es.
- Penúltima pareja que a la vez nos dará la última - decía Shinobu - A ver, vamos a poner un poco de intriga... primero que se acerque solo el número 17.
Sin decir una palabra Kamui se levantó.
- Y ahora... redoble de tambores... el número 18.
- Soy yo - dijo Akane.
Yuri dio un gritito, eso quería decir que su pareja sería Kyojin. Akira soltó un bolígrafo que tenía entre los dedos contra la mesa con evidente enfado mientras Kyojin rompía a reír sin poder evitarlo.
- Esto es increíble... increíble - mascullaba Akira - Es que no me lo puedo creer.
- Te lo dije - reía Kyojin - Al Kaguya le respeta hasta la suerte, seguro que la tiene comprada.
- Esto es cosa del "bromista cósmico" que no tiene otra cosa en que divertirse que en amargarme a mi la vida.
- Si - seguía riendo Kyojin - Yo creo que si.
- Que suerte Akane - se oía comentar a Yuri mientras tanto - Te ha tocado con el Kaguya, muchas se morirían de envidia.
- Oh, si - contestó Akane - Soy la chica mas envidiada el país.
- Vuestras carpetas. Bueno lo pone muy clarito ¿no? El clase social baja y ella media pero sobretodo tener en cuenta la diferencia de edades y mirad este detalle de aquí: las presiones y el rechazo social, os toca pensar porqué. Os digo lo que a los demás, pensarlo bien y ojito con los trabajos que escojáis ¿eh? que sean apropiados a vuestra naturaleza y edad.
- ¿El Kaguya de clase social baja? - exclamó Genki - Eso si que es totalmente increíble.
- ¿Ves como esto no es real? - protestó Kenshi - Tenemos que volver a hacerlo.
- Kenshi calla ya un poco. A ver chicos, la foto.
Antes de marcharse a su sitio Kamui lanzó una mirada retadora a Akira acompañada de una sonrisa burlona.
- Bueno ya sabemos cual es la última pareja pero vamos a comprobarlo, números 19 y 20.
Kyojin y Yuri se levantaron y se acercaron a la profesora que ya tenía las carpetas listas para dárselas.
- Que bien Kyojin, tu y yo haremos muy buen equipo, ya lo verás, sobretodo si me dejas a mi organizarlo todo, será perfecto.
- En este caso - hablaba Shinobu - distinta clase social, una bastante alta, familia de alcurnia y el otro de clase media, mas o menos la misma edad, pero ojo, mucho ojo que aquí a parte de problemas familiares también hay problemas digamos de "imagen pública" de uno de vosotros, que tenéis mucha presión social, a ver como salís del embrollo.
Después de la foto y de que regresaran a sus sitios todos miraron expectantes a Shinobu.
- Vale, pues más o menos está todo claro ¿no?
- Mas o menos, más o menos - se oyó a Nowaki.
- Una pregunta - alzó la mano Akane - ¿Cómo puntuarán los trabajos?
- Tendré en cuenta muchas cosas, la claridad, la organización, como resolváis los problemas que os vayan surgiendo...
- ¿Y si nos morimos de hambre suspendemos? - inquirió Akira con desgana.
- Si Akira, si os morís de hambre, suspendéis. Lo que quiero es que pongáis a trabajar vuestro ingenio para salir de los apuros que os plantee, ver como os organizáis la vida, si sois capaces de compatibilizar el trabajo con la vida familiar, vamos, vuestros padres lo hacen cada día y a vosotros os servirá de preparación a lo que os espera allá fuera. Tenéis una semana para presentar el primer informa y contarme como os habéis conocido.
- ¿Una semana? - se oyeron a varios quejándose.
- No os quejéis que solo se trata de una presentación, quiero que contéis algo de vosotros como pareja, como os habéis conocido y esas cosas, eso no es muy difícil.
- No será que tu te aburres mucho, profe - habló Genki,
- Pues si, yo creo que si, venga divertirme y no os quejáis que este ejercicio fomenta la imaginación. Ah, esto es muy importante, casi se me olvida. Vuestras parejas de ayuda. Aunque el trabajo lo haréis por parejas hay momentos en la vida en las que se necesita la ayuda y colaboración de otras personas o tenemos que ayudar nosotros, la gente no vive aislada en la sociedad.
- Vamos, los amiguetes - puntualizó Akira.
- Eso mismo. Imaginaos que os ponéis enfermos o tenéis que pedir dinero prestado... muchas cosas. A ver, tengo aquí las compatibilidades entre parejas porque claro, nuestros amigos o familiares tienen que ser afines con nosotros ¿no?
- Claro, no voy a ser yo, que soy mas pobre que las ratas, hermano del ricachón Hizashi - se lamentó Akira - Que más quisiera yo.
- Eso mismo. Atended, la pareja número 1, Akira y Karura, son compatibles con la 7, Kenshi y Karura con Momoka y Ryuko, teniendo en cuenta vuestras posiciones sociales podéis crear vínculos familiares, eso, por ejemplo a vosotros, Akira, quizás os sirva de ayuda. La pareja número 2 con la 3... Sumire y Suo con Shibi y Kenshi.
- ¡Tenemos unos amigos gays! - exclamó Sumire - ¡Que cool!
- La 4... con la 9. Karasu y Nowaki con Kamui y Akane. La pareja 5 con la 8, Kohaku y Himeko con Hizashi y Xu-Xu ¿veis? aquí se tiene en cuenta la clase social, 3 de 4 componentes son de clase social alta, es importante.
- Claro, los ricos se juntan entre ellos - se lamentó Akira - Ya podía haberme tocado a mi con los ricachones a ver si me daban sus sobras.
- Y la pareja 6 con la 10, Jisei y Genki con Yuri y Kyojin. Y dicho todo esto, ya sabéis, para el viernes quiero el primer informe.
...
Todo aquel revuelo del trabajo de Shinobu les tuvo entretenidos con el mismo tema de conversación el resto del día. Si alguien le hubiese preguntado en esos momentos Akira habría afirmado que existía un "ente" en el cosmos que se divertía a costa de partirse de risa con su persona, que ya fue mala suerte que al Kaguya le tocase de "pareja" con Akane en aquel campamento de supervivencia pero debía ser que el "bromista cósmico" no se había reído bastante y ahora, encima, volvía a tocarle de "pareja" con ella en el trabajo de Shinobu... ¡tenía bemoles la cosa!
Akira, Akane, Ryuko y Kyojin volvían a sus casas. Últimamente salían bastante los cuatro juntos, a Akane no le hacía ninguna gracia, ni tampoco a Akira, ir de carabinas de una pareja era bastante incómodo pero las cosas estaban así, entre unas cosas y otras terminaban siempre de la misma manera. Lo que sucedía es que a la hora de separarse, como era viernes y Akane hoy dormiría en casa de su madre, Akira decidió acompañarla, Akane protestó, era de esperar pero Akira insistió en que no la dejaría ir sola y sorprendentemente Akane dejó de protestar... Kohaku tenía razón y eso de imponerse de forma firme a esa chica daba resultado.
Akane estaba extrañamente silenciosa y pensativa. Se encontraba muy confusa y estar con Akira la producía cierta incomodidad, no sabía exactamente porqué, quizás por lo que él le había dicho en el acampada, por lo que pasó, porque se metía por las noches en su cama o por lo que había pasado en la casa del lago de Kamui. Se había dicho a si misma que ya que no recordaba nada debía ignorarlo, además que no había pasado nada pero cuando estaba con Akira la invadía la sensación de estar engañándolo, pero no, no debía decirle nada, lo que no sabía es porqué no quería que lo supiese porque en teoría a él no debería importarle... o si, quizás lo que le había dicho en la acampada era cierto, en ese caso si le molestaría... pero si se entera de que se lo está ocultando también puede molestarle y para colmo ahora les tocaba el trabajito de las narices de Shinobu a Akira y Karura juntos y eso no le gustaba, no es que estuviese celosa, que no lo estaba porque Karura tenía "algo" con Hizashi, eso era evidente pero no podía evitar que una especie de incomodidad la invadiese... sería algo que habría comido que le sentó mal, seguro.
Lo que tenía claro es que Jisei tenía razón, tarde o temprano tendría que hablar con Akira, para bien o para mal.
- ¿Estás contento de que te haya tocado el trabajo con Karura? - habló de improviso.
- No especialmente pero vamos, no me disgusta, Karura es bastante inteligente y se que no me va a dejar a mi todo el trabajo.
- Mas bien serías tú quien la dejarías todo el trabajo a ella.
- Oh, eso tampoco me dejará.
- Pasarás mucho tiempo con ella.
- Tampoco tanto, no es un trabajo tan... complicado.
- A lo mejor... a lo mejor se abren... viejos recuerdos.
Akira se detuvo extrañado.
- No te entiendo.
- Que a lo mejor antiguos sentimientos que tenéis pues se despiertan de nuevo.
Akira abrió la boca como para decir algo pero se detuvo.
- Sigo sin comprender. Lo que si comprendo es que tú vas a pasar mucho tiempo con el Kaguya.
- Lo dices como si yo lo hubiese hecho a posta.
- Lo mismo que tu.
- Pues que sepas que hubiese preferido cualquier otro antes que él.
- Si claro... lo bueno es que ahora tienes una gran excusa para estar con él a solas y no mosquear a nadie.
- ¿Estás insinuando algo?
- No, yo nada, yo solo digo lo que es obvio.
- Eres idiota - le miró llena de rencor - pero idiota del todo.
Desde luego que a las mujeres no había quien las comprendiese.
Akira metió sus manos en los bolsillos, reanudó el paso, Akane tardó un poco más, así que iba unos pasos por detrás. La voz de Akane le hizo detenerse.
- ¿Puedo decirte una cosa?
Giró un poco la cabeza.
- Si, qué.
- Akira, por favor, sal conmigo.
Se giró a mirarla extrañado, a la luz de las farolas juraría que las mejillas de la chica estaban tildadas de cierto color carmín, estaba muy tensa, se podía apreciar en sus hombros rígidos, con el torso inclinado ligeramente hacia delante y los ojos clavados en el suelo.
- Por favor Akira, sal conmigo - repitió casi gritando.
¿Por qué gritaba ahora esta chica? Akira frunció el ceño y miró perplejo a su alrededor mientras también se empezaba a poner nervioso.
- ¿Me... me estas pidiendo una cita?
- Quiero agradecerte lo amable y paciente que eres conmigo... Si, te estoy pidiendo una cita.
Ahora si, Akira sintió como toda su sangre se reconcentraba en sus orejas y el corazón comenzaba a latir de forma acelerada.
- ¿Que dices?
Akane levantó la vista y ambas miradas se cruzaron, nerviosos los dos retiraron la vista de los ojos del contrario.
- Mas... mas bien parece que me estés pidiendo... no se, que te haga los deberes.
Esperó el grito de Akane pero este no llegó. La miró intrigado, la chica seguía evitando su mirada mientras se mordía el labio inferior.
- Por favor no te burles de mi - habló Akane casi en un susurro.
- No, no... no me burlo... tu... tu me gustas Akane y lo sabes.
- Ya se que piensas que son los chicos los que deben pedir las citas pero es que yo... necesito...
- Ahhhh... puestos así creo que no me queda otra opción - contestó en tono aburrido.
De nuevo esperó el grito de Akane pero de nuevo no llegó. Dio un paso hacia ella algo preocupado, la chica había levantado la vista y por unos segundos pareció furiosa, furia que inmediatamente dejó paso a unos ojos llorosos.
- No me hagas caso, era broma, claro que quiero salir contigo, pero es que no comprendo tu cambio de actitud.
- ¡Solo te estoy pidiendo una cita! - volvió a gritar - Solo quiero ser amable contigo por todo lo que has hecho por mi, tampoco te estoy pidiendo que te cases conmigo, ni que seas mi novio, ni nada.
Akira miraba extrañado a su alrededor, aquello no era normal, vale que Akane sintiese que tenía que ser amable con él y le quisiese invitar a algo pero es que para él eso significaba mucho además le fastidiaba un poco su bien planeada estrategia porque se suponía que él tenía que salir con Ayesa.
- Ya se, ya se, no me hago muchas ilusiones ¿Te parece bien que salgamos el domingo?
- No.
- ¿No? Bueno pues...
- Mañana... quiero que salgamos mañana... si te viene bien.
- ¿Mañana?
- No puedo arriesgarme a que de aquí al domingo otra chica vuelva a adelantárseme.
- Mañana has quedado con Kamui - sonrió.
- Es cierto, bueno pues vale, tu ganas ¿te parece el domingo?
- El domingo tenemos una cita, no lo olvides.
Akira sacó una de sus manos del bolsillo y sujetó suave pero con firmeza la de Akane.
- Vamos, se nos hace tarde.
Ahora que lo pensaba no sabía porqué le había pedido esa cita, es que ni lo había pensado si quiera, fue algo totalmente espontáneo, necesitaba que de alguna manera Akira la viese como una chica, no como a una gruñona, como una intrusa que se había metido en su casa, como a una molestia a la que tendría que recoger todas las noches si no solo como a una chica y que supiese que... no sabía que quería que Akira supiese pero ya estaba hecho, ahora se arrepentía un poco pero con lo cabezota y orgullosa que era no iba a volverse atrás.

0 comentarios: