viernes, 22 de enero de 2010

07. Un incidente desafortunado

La tarde estaba nublada. Akane y Ryuko esperaban en un banco, habían quedado esa misma tarde para recoger el baúl que les había dicho la directora.
- Te lo juro - decía Akane - Me duele todo el cuerpo, estoy molida, tengo cardenales yo creo que hasta en el pelo.
- Te diste un buen porrazo.
- Mira - Akane se bajó un poco el jersey y le enseñó el hombro
- ¡Ala, dios, vaya negro te ha salido!
- Mira, ya vienen - dijo señalando a Kyojin y Akira que se acercaban lentamente.
- ¡Qué bien! Te agradezco que nos dijerais que viniéramos.
- Se supone que sois nuestros ayudantes, era lógico.
- Ya, pero yo sé por qué lo haces
- Entonces, podrías aprovechar para decirle algo.
- Calla, que ya están aquí.
Las chicas se levantaron, después de una palabras, se dirigieron hacía el instituto. Ellas caminaban unos pasos por delante.
- Parece que va a llover - dijo Akane girándose - ¿No habéis traído paraguas?
- Ya veo que vosotras sí - contestó Kyojin
- Es que estamos preparadas para todo
- Va a caer una buena tormenta - replicó Akira mirando el cielo
- ¿Cómo lo sabes? - preguntó Ryuko
- Son nubes de tormenta.
- Akira entiende mucho de nubes - añadió su amigo
- Si no nos damos prisa, nos pillará
Ryuko aligeró el paso, Akane la agarró del brazo
- Espera, espera
- No me gustan las tormentas
- Tonta - susurró - si llueve podrás ofrecerte a compartir el paraguas con Kyojin.
- Anda, es verdad, y tú con Akira ¡que romántico!
- Anda y vete a chupar un limón... plasta
- Oye Akira - decía mientras Kyojin - Deberías aprovechar esta oportunidad.
Akira le miró extrañado.
- Si quieres me acerco a ellas con cualquier excusa... ya sabes
Akira seguí mirándole, no sabía si no le comprendía o no quería comprenderle.
- Venga, eres tú el que dice que no hay que ser tímido ¿no?
- Tschisk - chasqueó la lengua - Creo que el universo se ha plegado sobre si mismo y estoy en una realidad alternativa.
- No me des las gracias, estoy encantado de echarte una mano.
- Vale, lo que tú digas.
Kyojin se adelantó hasta alcanzar a las chicas.
- Oye Akane, creo que Akira quiere hablar contigo.
Akane giró la cabeza y le miró.
- ¿Hablar conmigo?
- Si, sobre la obra...
Akane tenía la misma cara de sorpresa que Akira.
- Venga - dijo Ryuko - Ve a ver.
Mientras Ryuko y Kyojin continuaban andado, Akane permaneció quieta esperando al chico.
- Si, dime
- ¿El qué?
- Kyojin dice que quieres hablar conmigo
- ¡Ah! Si... bueno... no ¡Ahhh!... ¡yo qué se!
- Bien.
Caminaron en silencio, escuchando, aun sin querer, lo que sus amigos hablaban, viéndoles reír "tontamente" con esa risa nerviosa que te entra cuando estás al lado de la persona que te gusta.
- ¿Cómo se te ha dado el examen? - preguntaba Ryuko
- Fatal, no tenía ni idea de nada.
- Estos exámenes sorpresa son una guarrada
- Fíjate que en la pregunta esa que había que hablar de Masaoka Shiki, no tenía ni idea y he puesto "Era un poeta muy bueno, que escribía poesías buenas"
Ambos se reían
- Si, de buena calidad - replicaba Ryuko
- A ver, si no me acordaba de nada ¡y yo que sé!
Akane les miraba asombrada.
- ¡Madre mía! ¿Y estos son el futuro del país? ¿Y tú, qué? ¿Has hecho el examen?
- Pues claro, como todo el mundo.
- No sé, no sería la primera vez que no lo haces.
- ¡Ah, pero que malas sois las mujeres! Siempre os acordáis de todo, por eso no me gustáis.
- Pues gracias por la parte que me toca.
- Además, a mi me gusta la poesía.
- Me tomas el pelo, claro.
- No, en serio, los poemas son preciosos, hablan de sentimientos, te provocan emociones, es... como mirar al corazón de quien los escribe.
Akane se paró en seco ¿a Akira le gustaban los poemas? El chico también se paró y la miraba con media sonrisa.
- ¿No me crees?
- Desde luego nunca te acostarás sin saber algo nuevo... En fin, era por hablar de algo, los silencios me incomodan.
Pero volvieron a caminar en silencio. Akane miraba de cuando en cuando al chico. "¿De veras le gusta la poesía?" se preguntaba sin salir de su asombro.
- Oye Aki, esto, estaba pensando que... es que yo... había pensado...
- No me como a nadie ¿sabes?
- No, es que no quiero que pienses algo raro de mí.
- Estate tranquila, no puedo pensar que eras más rara de lo que eres.
- Ya... bueeeeeno, entonces dime ¿A Kyojin le gusta mucho Ryuko?
- ¡Que pregunta! ¿Es que no se nota?
- Bueno, yo creo que le gusta un buen montón. Entonces ¿Por qué no le pide salir?
- Simplemente no se atreve, tiene poca confianza en su "atractivo".
- Ya, pero yo creo que también se nota que a Ryuko le hace mucho "tilín".
- ¿Por qué no se lo pide ella?
- Me extraña que tú digas eso.
- ¿Por?
- Porque según tú deben ser los tíos los que le pidan salir a las chicas.
Akira sonrió.
- Sabes que hago excepciones.
- Bueno pues Ryuko tampoco se atreve, le da miedo el rechazo.
- A ver ¿Qué se te ha ocurrido?
- ¿A mí?
- Tienes cara de tener una idea perversa.
- No es perversa, solo es que, estaría bien que convencieses a Kyojin para ¿cómo te diría? Que el domingo acompañe a Ryuko.
- ¿A dónde?
- A donde yo vaya a ir con Kamui.
- ¿Qué pasa? ¿Te da miedo estar a solas con el súper chico?
- ¡Idiota! ¡No sé ni para que me molesto en hablar contigo!
Habían llegado a la entrada del instituto, unas risas y voces de chicas les hicieron girarse.
- ¡Eh, ratoncito!
Dos chicas se dirigían hacia ellos.
- Hombre mira, tus novitas.
- ¡Mierda!
- ¡Eh, espéranos!
Las chicas les alcanzaron enseguida. Se situaron una a cada lado de Akira. Una de ellas era bajita, delgada, con el pelo de color caoba y la otra, más alta, morena, tenía el pelo muy largo y liso. Akane continuó andando.
- Ryuko espérame.
- ¿Qué pasa? Anda si son Yuya y Tsuki.
- Si, ya ves, Akira está ocupado.
Las chicas eran bastante ruidosas y parecían disfrutar incomodando y reteniendo a Akira..
- Habría que ayudarle - dijo Ryuko
- Bah, déjale, ya está acostumbrado, anda, vamos.
Pero Akane no pudo dar ni un paso, un chico moreno se había situado delante de ella.
- ¿Ya no se saluda?
- Déjala Zenko - dijo otro chico situado un poco más alejado, apoyado en un banco.
El chico se apartó un poco, dejando continuar a Akane.
- ¿Sabes Dosu? A mí me encantan las chicas con gafas.
- ¿A qué habéis venido? - Preguntó el segundo chico -¿A espiar?
Un revuelo de personas comenzó a salir de los pabellones laterales, habían terminado las actividades extraescolares. Entre ellos iba Yuri, que al ver a sus compañeros, se acercó apresuradamente.
- ¿Chicos, que hacéis aquí?
- Pero las que más me gustan son las rubias - continuó Zenko.
Kyojin parecía a punto de decir algo.
- Venga, no le hagáis caso - susurró Akane.
- ¿Tú tampoco me vas a saludar, rubita?
- Ho... Hola...
- ¿Veis? Los saludos no cuestan nada y te hacen parecer amable ¿verdad?
- ¿Qué queréis? - Rompió a hablar Akane, bastante molesta - ¡No hemos venido a espiaros ni nada de eso!
Zenko volvió a cortarle el paso.
- ¿Y tú amigo el de los bichos? ¿No viene contigo, gatita?
- ¿Por qué? ¿Es que te gusta?
Zenko señaló amenazante a Akane, Kyojin quiso acercarse pero Ryuko y Yuri le sujetaron fuertemente del brazo. Akira veía todo la escena desde su posición y quería avanzar pero las dos chicas le retenían y como no paraban de hablar, no le dejaban enterarse bien de lo que pasaba.
- ¿Qué has dicho, niñata? ¿Quieres que te parta esa boquita de piñón?
Akane sintió miedo, por unos segundos pensó que Zenko realmente sería capaz de pegarla. Manteniendo toda la calma que podía hizo un gesto a sus amigos para que no intervinieran.
- Lo siento - dijo tratando de contener la rabia que sentía - Me he pasado, discúlpame.
Sabía que aquella escena podía dar lugar a un grave incidente, que era lo que los de 3-1 siempre pretendían. Zenko se quedó algo perplejo.
- ¿Qué sucede? - Uno de los profesores se acercaba - ¿Qué hacéis aquí fuera?
- No te enfades, profe - dijo Dosu - Hemos salido a tomar el aire, ya regresamos. ¿verdad Zenko?
- Si, ya íbamos.
- Bien ¿y vosotros?
- Hemos venido a recoger una cosa, nos manda la directora.
- Es verdad, me lo comentó, pues venga y rapidito. Vosotras dos, también, dejad de sobar a ese chico y para adentro.
- Si, ya vamos, enseguida - dijo una de ellas.
El profesor dio media vuelta y se marchó. Dosu se acercó a Kyojin.
- Y tú, ten cuidado. No creas que Jiro sea el único que te tiene manía.
Cuando Dosu y Zenko se hubieron marchado, Yuri respiró fuertemente.
- ¡Que fuerte! ¿No?
- ¿Qué haces aquí?
- He traído unas flores. Alguien ha pedido un ramo, había que dejarlo en la sala de profesores - Entre otras cosas, Yuri solía ayudar a sus padres, dueños de una floristería, con recados y cosas así.
- ¿De quien será? - preguntó Ryuko
- No he podido leer la tarjeta pero seguro que es para la profe Akemi, de Yotsuda, me apuesto lo que sea. Oye ¿Qué hacen esas dos todavía con Akira?
Y sin dejar contestar a nadie se acercó a su compañero muy decidida. Desde luego la situación de Akira no podía ser más comprometida, ya no sabía como apartar las manos de las chicas de él.
- Anda, si son Karura y Hizashi - dijo Ryuko viéndoles acercarse.
- Hola - saludó Hizashi
- ¿Qué hacéis aquí? - preguntó Karura.
- La directora nos presta un baúl con trajes y cosas para los ensayos y venimos a recogerlos - contestó Kyojin.
- ¿A estas horas?
- Cosas de la jefa ¿y vosotros?
- Hoy tenía entrenamiento de kendo e invité a Karura.
- Se lo pedí yo, estoy pensando apuntarme. No sé quiero probar algo nuevo.
- ¿Y tus artes marciales? - preguntó Akane - Ahora con Momoka la competencia se habrá puesto dura ¿eh?
- Oye - interrumpió Hizashi - ¿Qué pasa allí? - señaló al grupo de tres chicas y Akira que cada vez era más ruidosa.
- Creo que Yuya quiere el teléfono de Akira - contestó Ryuko - y matar a Yuri, es lo que he entendido.
- ¿Le ayudamos?
- Bah - dijo Akane - Déjale que disfrute.
- Pues entonces yo me voy - habló Hizashi - que tengo prisa.
- Es cierto, te has entretenido por mi culpa - dijo Karura.
- No importa, de verdad, ha sido un placer tenerte conmigo... allí, quiero decir.
- Pues venga, ¡Vete! ¡Corre!
- ¡Hasta luego!
- Es que tiene que ir a la academia - apostilló Karura mientras el chico se marchaba.
- Ese chico se toma las cosas demasiado en serio - añadía Akane.
- ¿Te puedo hacer una pregunta personal? - Karura se dirigió a Akane.
- Si, bueno - las dos se apartados unos pasos.
- He oído que vas a salir con Kamui ¿es cierto?
Akane la miró entrecerrando los ojos.
- Me parece que Karasu tiene una bocota demasiado grande.
- Entonces es cierto.
- No, si al final se va a enterar el instituto entero. Ya hablaré yo con tu hermano y del secreto que iba a guardar con Sumire.
- No, si él no me lo ha dicho... es que habla en sueños; decía "je, je, Sumire, preciosa, confía en mí, je, je" y otras cosas que mejor no te cuento.
- ¡La madre que le parió!
- ¿Y como es que te ha pedido salir?
- No, si se lo pedí yo, no se un repentón que me dio, tampoco lo dije en serio pero ya ves.
- ¿Y te dijo que sí?
- Misterios de la vida.
- Ten cuidado... no te fíes de él, es un chico muy raro.
- Oye, no lo comentes, por favor.
- Tranquila... - Los gritos de Yuri llamaron la atención de la chica - ¡Esta gritona! ¡Bueno, ya está bien! Voy a resolver esto.
Y se unió al grupo de Akira comenzando a discutir con todas.
- Pobre Akira - dijo Kyojin - la verdad es que no le envidio
- Es increíble - decía atónita Akane - Cuatro tías peleándose por Akira, el Ragnarok está cerca, el fin del mundo se aproxima...
- Vaya, ya empiezan a caer gotas - comentó Ryuko.
Pero s los tres que veían aquella escena pensaban que ya era bastante asombrosa, no era nada comparada con lo que iba a pasar: Karura se las había apañado para colocarse al lado de Akira y con un gesto rápido y brusco, colocó sonoramente su mano en el trasero del chico ante el asombro de las otras chicas y de él mismo que abrió los ojos desmesuradamente.
- Que quede claro - dijo en voz alta - Que este culo ¡es mío!
Silencio.
- ¡Pero que basta eres! - gritó al cabo de unos segundo Yuri.
- Desde luego - comentaba Akane - Karura es única para terminar una discusión.
- ¿Qué pasa aquí? - Gritó de nuevo el profesor acercándose - Lo he visto todo, a ver, señorita, ¿le parece bonito ese gesto?
Yuya y Tsuki reían con ganas.
- ¡Silencio! Ustedes dos tenían que estar ya en los ensayos y usted - señaló a Yuri - no sé que hace aquí pero no debería estar - sacó una libreta y un bolígrafo y comenzó a escribir - Tenéis una falta.
- ¿Por qué? - se quejó Tsuki.
- Por faltar a los ensayos y la señorita Akarui por escandalosa, hay que saber comportarse señorita y no ser una verdulera., usted Shikamoto no crea que se va la librar de la falta ¿qué hacía? ¿Provocar a las chicas para que se pelearan? Y usted - señaló a Karura - una amonestación grave por conducta indecorosa, esto no se puede consentir. Toma - arrancó una hoja de la libreta - Mañana va a hablar con la directora ¿entendido? Además, os recuerdo a todos que las amonestaciones influirán negativamente en el resultado final de vuestra obra. Otra amonestación señorita Akasagan y será expulsada 3 días del centro, avisada está. Y ahora venga, cada uno a lo suyo.
La lluvia comenzó a caer copiosamente.
Akane, Ryuko y Yuri abrieron sus paraguas., Ryuko cobijó a Kyojin y Akane hizo lo mismo con Karura; Yuri se ocupó de Akira. El profesor y las dos chicas de 3-1 se marcharon.
- Lo siento Karura - dijo Akira.
- No, lo siento yo, he sido muy basta, lo sé.
- Si Akira no fuera tan pusilánime no abría pasado nada- gruñó Akane.
- No, si lo se - continuó Karura - a veces soy muy bruta. Bueno me voy, que me estoy empapando y ya sabes - miró a Akira y le guiñó un ojo - si necesitas mi ayuda me llamas... ¡hasta luego!
- Desde luego ¡que descarada! - Refunfuñaba Yuri viéndola marchar - Se lo tiene merecido.
- El que tenía que haberse llevado la amonestación es otro - apuntillaba Akane. mirando a Akira que a su vez tenía puesta toda su atención en lo que sucedía unos metros más allá.
- Bueno, yo también me voy.
Yuri se acercó a Kyojin y le puso la mejilla, ambos dieron un beso al aire.
- Hasta mañana, Yuri.
- Hasta mañana, Kyojin.
Luego se acercó al abstraído Akira y le dio un sonoro beso en la mejilla mientras le sujetaba de la barbilla.
- Hasta mañana, cielo.
- ¡Ah! Adiós, Yuri.
- Mira que es besucona - gruñó mosqueada Ryuko cuando se alejó de ellos.
- No te enfades - terció Akira - ella, Kyojin y yo nos conocemos desde siempre, somos como familia.
- No, si no me enfado. Venga vamos a por ese baúl... Akane, tapa a Akira que se moja
Pero Akane ya estaba alejada de allí.
Akira había visto un coche detenerse al lado de Karura y a ésta subirse a él. Conocía el coche, era de uno de los profesores de las actividades extraescolares, concretamente el profesor de kendo: Fuma Kaguya y no sabía decir por qué pero aquello le dio mala espina.
"¿No me digas que va a ser el hermano de Kamui con el que está liada Karura?” Pensaba "No puede ser que sea tan inconsciente" "¿Pero que demonios tienen estos hermanos?".
Efectivamente, había sido Fuma el que paró el coche y se ofreció como buen samaritano a Karura.
- Sube - le había dicho - Te vas a empapar. Te llevo a tu casa.
- No... mejor no.
- No seas tonta... Sube... A nadie le gusta mojarse... Venga.
Karura dudó pero al final subió al coche.
- Bienvenida - se acercó a ella y la besó.
- No hagas eso... pueden vernos.
- ¿Y qué?
- Si te pones tonto me bajo.
- Está bien, está bien. Nunca entenderé a las chicas, otras veces no me dices eso.
- Por favor Fuma.
- ¿Te llevo a tu casa o prefieres pasar por la mía?
- A mi casa... Llévame a mi casa.
- ¿Estás segura? - dijo sonriendo con malicia.
Karura se mordió el labio. Tenía que se fuerte, tenía que dejar las cosas claras, no podía ser que otra vez se dejara llevar por a atracción que le provocaba aquel hombre.
- A mi casa - titubeó.
- De acuerdo... lo lamentaré pero haré lo que me pides. Sabes que en el fondo hago todo lo que quieres, eres la dueña de mi cuerpo y mi mente.

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