jueves, 29 de agosto de 2013

122. ¿Y qué vamos a hacer el sábado?

- Bueno chicos - habló Kohaku - Que yo creo que ya es hora de marcharnos.

- ¿Tan pronto? - se quejó Nowaki.

- Estás chicas tendrán que dormir.

- Bueno pero mañana es sábado, no hay que madrugar.

- Venga y no seas remolón - Kyojin le cogió de la oreja.

- Ay, vale, vale, que bruto que eres ¿Mañana nos vemos?

- Yo mañana tengo que estar en el cumpleaños de mi hermana - respondió Xu-Xu - Así que, que pena.

- Yo tampoco creo que salga - aseguró Jisei - Mañana viene un amigo de la familia a comer a casa.

- Con que un amigo de la familia - dijo con cierto soniquete Xu-Xu - Vaya, vaya, que interesante.

- Pues vaya plantón que nos estáis dando - se quejó Nowaki - ¿Tú has quedado con Yuri, Kenshi?

- Pues no lo se, me imagino que si, tendré que llamarla.

- Estaba yo pensando, Ryuko - habló Xu-Xu - Que entonces tú mañana comerás sola ¿no?

- Pues si, yo solita.

- ¿Y por qué no invitas a Kyojin? - propuso Jisei mientras ella y Xu-Xu se sonreían cómplices.

- Claro - intervino Kyojin - ¿Por qué no me invitas? Bueno, a lo mejor te molesto.

- Claro que no me molestas.

- ¿Entonces le invitas? - insistió Xu-Xu.

- ¿Tu quieres venir, Kyojin?

- Pues mi me invitas claro que quiero.

- ¡Estupendo! Pues ala, mañana ya no estás solita - concluyó Jisei - Y ahora largaos que ya no son horas de molestar a unas señoritas.

Les acompañaron hasta la puerta de la casa.

- ¿Mañana nos vemos? - preguntó Kohaku a Himeko antes de salir.

- Si, vamos creo que si.

- ¿Y dónde vais a ir, parejita? - se acercó a ellos Nowaki poniendo gesto de curiosidad.

- No seas plasta - Jisei le dio una colleja - ¿No ves que molestas?

- Mañana por la mañana te llamo y quedamos ¿vale? - propuso Kohaku.

- De acuerdo y a ver si convences a Karura para que salga también que Hizashi está todo el día metido en casa y me da pena.

- ¿Que le pasa a Hizashi? - se interesó Nowaki.

- No parece muy sociable últimamente, quiero decir, menos de lo habitual.

- Ah pues eso lo soluciono yo, ya te digo - agregó Nowaki - Mañana voy a buscarle, tú por eso no te preocupes.

- Pero Nowaki...

- Nada, nada, déjalo en mis manos.

...
Al despertarse, Akihito se encontró a su primo sentado y como abstraído en sus pensamientos. Se acercó a él y el ruido de sus pasos le trajo a la realidad.

- Hola primo - le dijo en voz baja.

- ¿Que haces despierto a estas horas, Akira?

- No podía dormir.

- ¿Muy duro el suelo para ti?

- No, que va, solo que me he desvelado, además yo también tengo que hacer no se qué que me ha mandado la abuela. Creo que quieren empezar a enseñarme a ser un buen Shikamoto.

- Es porque la familia no quiere que se olviden nuestras tradiciones, nuestro trabajo aquí en el bosque. En el fondo, si lo piensas, es bonito, somos pastores de ciervos, así nos llaman.

- Tenemos demasiadas tradiciones.

- Para nosotros son importantes, la familia es muy importante.

- Si, ya lo se, ya lo se.

- ¿Crees que Akane aceptará todas nuestras tradiciones?

Akira la miró.

- Si, seguro que si. Es la chica más con más manía por organizarlo todo que conozco, seguro que disfrutará.

- Uy que peligro. A mi me ha gustado, se la ve llena de energía y tiene un color de pelo muy bonito.

Akira le miró arqueando las cejas.

- Claro que el problema - continuó Akihito - es precisamente su pelo. Loa animales pueden asustarse de ese color anaranjado y es difícil de ocultar en una gorra.

- Desde luego que yo pongo un circo y me crecen los enanos... no tengo bastante con lo que tengo para que tu me vengas con esas.

- ¿Te pones celoso? No conocía esa faceta tuya. Anda, quita esa cara que no quiero quitártela. 

Aunque si te deja me pasas el teléfono - se burló - ¿La despiertas tu o lo hago yo?

- Deja, ya me ocupo yo. Tú ve a lavarte la cara a ver si te espabilas que aún estás soñando.

- La verdad es que está bastante bien, no es una chica espectacular pero es resultona.

- ¿Esa es una forma de llamarme fea? - escucharon hablar a Akane.

- ¿Ya te has despertado, calabacita? - sonrió Akira.

- Si, ya estoy despierta, ciervo del demonio. Me dijisteis que tendría que madrugar para subir al helicóptero ¿no?

- Pues venga, prima, vamos a lavarnos la cara y nos marchamos.

- ¿Y vamos a dejar a todos estos solos? - preguntó Akane.

- No hay cuidado - respondió Akira - Ahora despierto a Shibi y le dejo encargado de todo.

Y así lo hizo mientras Akihito y Akane iban al río a lavarse un poco.

- No hay problema - bostezaba Shibi - Seguro que Genki me ayudará con todo, lo raro es que no se haya despertado ya.

- Cuando terminéis de desayunar recogéis todo y vais hasta la casa de mi abuela, allí nos reuniremos.

- Si, si, vete, vete… oye ¿Y Akane?

- Está lavándose un poco.

- ¿Sola?

- Por aquí no hay lobos que se la vayan a comer, además está con mi primo.

- ¿Y dices que no hay lobos? - dijo en todo irónico.

- Oye Shibi, ayer hablé con Takato.

- Si, ya lo se.

- ¿Sabes que él sabe lo de Ayesa?

Shibi miró a los hermanos de Akane y luego a Akira.

- Me lo puedo imaginar, son sus hermanos.

- Si, eso mismo pensé yo y la verdad es que me aclara muchas cosas porque siempre me he preguntado donde... bueno, mejor no me enrollo, a lo que iba, Takato dice que a parte de Akane y Ayesa hay más.

- ¿Más de qué?

- Más Akanes. Una de ellas dice que es la Akane que se bloquea.

- Eso ya lo hemos hablado nosotros, realmente parece que no es ni Akane ni Ayesa pero eso tendrá que decirlo la psicóloga.

- Ya, pero dice que hay otra, una... Akane mala.

- ¿Con más mal genio que el habitual?

- Por lo visto si, una Akane que debe dar miedo, que es muy violenta y que odia a todo el mundo.

- Seguramente solo sean arranques que tenga de ira o algo así.

- Eso es lo que he pensado yo ¿Tú conoces alguna faceta suya más violenta que lo habitual en ella?

- ¿Más que cuando te tiró el borrador?

- Tan violenta como para pegar a sus hermanos.

- Hombre, te digo una cosa, a veces un buen bofetón si se han merecido.

- ¿Y para hacerse daño ella misma? Takato dice que se odia a si misma y que se insulta.
Shibi ladeó la cabeza.

- Quizás es su forma de, cuando no puede más, liberarse de lo que la oprime, recuerda que Akane tiene ya de por si mal genio.

- ¿Qué sabes tu de una vez que se clavó unas tijeras? - al ver la cara de confusión de Shibi empezó a pensar que todo quizás había sido la imaginación aprensiva de ese niño - ¿Akane tiene una cicatriz en el brazo?

- Ahora que lo dices... si la tiene, una vez tuvo vendado el brazo pero creo que se cayó y se clavó algo.

- Bueno, luego hablamos - interrumpió la conversación al ver y oír regresar a Akihito y Akane riendo.

- ¿Nos vamos ya? - preguntó Akane - Estoy deseando subir al helicóptero.

- Y yo deseando que me enseñes "eso"- ¿Qué es "eso"?

- Eso que me dijiste ayer que no se hacer y que tendrás que enseñarme tu - sonrió.

- Eres tonto, pero "mu" tonto.

...
El día amaneció bastante malo en Kizuna, no había que olvidar que estaban en época de tifones así que tampoco es que se extrañasen mucho de que hiciera bastante viento y el cielo amenazara con descargar una buena lluvia.

Momoka se despertó bastante temprano. Empezó a pensar y cuando se quiso dar cuenta no podía volver a dormirse, estaba demasiado nerviosa y no hacía nada más que dar vueltas en la cama, así que decidió levantarse; podría aprovechar para repasar alguna asignatura.

Pero no había forma. En su cabeza sus pensamientos seguían dando y dando vueltas.

¿Pero en qué estaba pensando cuando aceptó ver a Takumi? Bueno, era para que le devolviera su bolso... en teoría, pero lo mirase como lo mirase aquello era una cita, una cita en toda regla ¿Y en qué estaba pensando ella para aceptar una cita con Takumi?

Eso no podía ser, era imposible, imposible del todo ¿Estaba loca o qué?

No, no, no, imposible, es que era Takumi, o sea, que no era uno cualquiera, era Takumi.

Ella no podía tener una cita con Takumi ¿Cómo iba a tener una cita con él? Bueno, teóricamente no era una cita, solo iba devolverle su bolso. No se le ocurrió decirle que se lo devolviera el lunes en el instituto, total, tampoco era tan importante estar sin móvil dos días.

Pero había dicho que iría ¿Y si no iba? Podía llamarle, bueno, llamar a su propio móvil y decirle que le había surgido cualquier cosa, claro que tampoco tenía que ser siempre tan cobarde total ¿Que podía pasarle? No era una cita, solo le vería, le daría su bolso y ya está, cada uno por su lado.

Claro que ahora que lo pensaba ella no había dicho que fuera a ir sola y no tenía porqué ir sola, podía ir perfectamente con una de sus amigas. Iría con alguna de ellas, recogería su bolso y luego podrían ir a dar un paseo, por ejemplo.

En quien primero pensó, por supuesto, fue en Yuri.

¿Querría ir Yuri con ella? Lo mismo no, lo mismo tenía otros planes. Lo mejor sería llamarla, quizás había quedado con Kenshi, aunque después de lo que habló con ella el día anterior no parecía ser su máxima prioridad. La llamaría y así saldría de dudas.

También sería bueno en pensar otras opciones, por si acaso. A ver, por supuesto no podía decírselo a Himeko, imposible del todo, pues si, después de lo que le hicieron no parecía muy apropiado preguntárselo, no, claro que no, Himeko imposible. Estaba Karura, ella era una buena opción, claro, podía llamarla y decirle que fueran juntas, pero claro, tenía que ser Karura sola porque ella suele salir con Hizashi y no, Hizashi no, Hizashi odia a Takumi por lo que le hizo a Himeko, pues si, solo faltaba eso... tendría que ir Karura sola, claro que si Karura ve a Takumi capaz de pensar que es una cita y no le iba a gustar ir de carabina.

¿Xu-Xu? Pues tampoco porque ella está saliendo con Nowaki y no va a dejarle por ella, tendrían que ir los tres y menudo se pondría Nowaki al ver a Takumi, seguro que ni le dejaba decir una palabra y por supuesto no podía pedírsela a Nowaki porque, además de estar saliendo con Xu-Xu hasta hace poco iba detrás de ella y eso sonaba a recochinearse de él o algo parecido.

Bueno, primero llamaría a Yuri a ver que le decía.

Iba a llamarla pero su madre le pidió que saliera a comprar pan y entonces decidió aprovechar para ir a su casa, si, era mucho mejor, porque como eran muy amigas les gustaba contárselo todo así, en persona.

Como Momoka esperaba y deseaba, a Yuri la idea le entusiasmó inmediatamente, además que Momoka, su Momoka, la chica que procuraba ser siempre una "buena chica" resultaba que se había besado con un chico y no un chico cualquiera si no uno de los "malotes" de los chicos "cool" del instituto, tan cool como Kamui pero encima era de los que se decía eran malos con lo cual todo era más excitante aún. Además que Takumi era guapo, bajito pero muy guapo.

¿Y que quería decir eso? Pues que tenía que ir ella también porque seguramente podría encontrarse con Deisuke, o si no, si en todo caso a Momoka no le interesara Takumi pues ella podría aprovechar la oportunidad. Pero vamos, lo que más le interesaba era que Momoka tuviese "algo" con Takumi, que se diese cuenta de que Kamui no era el único chico del mundo, que abriera sus ojos de una vez y mirara alrededor porque esa obsesión con su Kamui, su Kamui no le estaba haciendo nada bien. Vale que Takumi no parecía el mas santo del mundo pero era otro chico y así Momoka se daría cuenta de que ella le puede interesar a mas chicos y dejar de perder su vida en Kamui y de paso la ayudaría en su autoestima, en darse cuenta de que también ella le puede gustar a otros chicos y no tiene que conformarse con lo que Kamui le daba.

- Claro que voy contigo, tú no te preocupes ¿Y dónde habéis quedado?

- Pues no lo se, luego llamaré a mi móvil y le preguntaré pero me imagino que en el club de tenis.

- ¿Te imaginas que vamos otra vez? Que bien me lo pase ¿A que fue genial? ¿Y que te vas a poner? Tienes que ponerte muy guapa.

- No pensaba arreglarme demasiado.

- ¿Pero tu estás tonta? ¡Claro que tienes que arreglarte! Tiene que verte bien guapa.

- Pero es que a mi no me interesa que me vea guapa.

- Deja de decir tonterías. Mira, yo me voy a poner este vestido celeste que hace juego con mis ojos.

- ¿No va a ser un poco provocativo?

- Ay Momoka no me seas abuela, hay que enseñar ahora que podemos ¿Y que me hago en el pelo? ¿Un moño? ¿Me lo rizo?

- Quizás llueva, hazte algo que no se te deshaga con la humedad.

- Se me está cayendo mucho, creo que lo tengo bastante estropeado, estoy pensando en cortármelo ¿Qué te parece?

- Hombre, lo tienes muy largo y no se te notará mucho.

- Pero estoy pensando en un cambio radical, para cambiar con todo, a lo mejor un peinado bonito me hace sentirme mejor.

- ¿Es que te sientes mal?

- No pero no está de mal sentirse mejor aún. Siempre llevo el pelo igual - dijo mirándose a un espejo - O me lo suelto o me hago una coleta para que no me estorbe demasiado, soy muy sosa, me gusta mi pelo largo pero a lo mejor hay otro estilo que me queda también bien ¿No crees?

- Si pero yo creo que a ti te quedará todo bien, tienes una cara muy bonita.

- ¿Me acompañas a la peluquería?

- ¿Ahora?

- Si, ahora, ahora mismo. La del centro comercial está abierta y no hace falta coger hora, si nos damos prisa lo mismo no tenemos que esperar demasiado.

- Pero tengo que llevarle el pan a mi madre.

- Genial porque tú casa nos pilla de camino.

Así era Yuri, impaciente, cuando se encaprichaba con algo lo quería en ese momento, no le gustaba esperar.

...
- ¡Akira! - le llamaba su abuela cuando acababa de salir de la casa, él se dirigió hacia ella - ¿Todo correcto?

- No hay rastros de nadie dentro de los límites, ni furtivos, ni turistas.

- Estupendo ¿Has visto el presupuesto de gastos para el mes que viene?

- Si abuela, ya lo he revisado.

- ¿Y que te ha parecido?

- He cambiado algunas cosas. El refugio está en un estado deplorable, tenemos que arreglarlo antes de que lleguen las nieves.

- Pero aún estamos en Septiembre.

- Si, pero tenemos que comprar los materiales y llevarlos hasta allá y si lo retrasamos un mes más quizás nos pongamos en Noviembre, no nos podemos arriesgar a que nos pille el mal tiempo.

- Como buen Shikamoto aprendes rápido - sonrió la abuela.

- Era una trampa que me habéis puesto para aseguraros de que leía los presupuestos ¿De veras pensáis que soy tan tonto como para no darme cuenta?

- Lo que queremos es que te tomes en serio tus responsabilidades, esto es un juego.

- Ya lo se, ya lo se.

- Y que aprendas a ser lo que tienes que ser.

- Mirad que sois todos pesados ¿Ha regresado ya Akane?

- Si, está ayudando con la cierva herida, tu novia tiene mucha energía. Por cierto ¿Se lo has pedido ya?

- Pues no.

- ¡Akira! - se acercó Akihito - Al final vas a ser tu quien lleve a tus amigos a ver todo esto.

- ¿Pero no quedamos en que yo tenía que hacer no se qué que era tan importante?

- Pues no, era un poco de mentira - añadió su primo sonriendo - No te angusties tanto, lo tenemos casi todo en orden.

- Además tienes que enseñarle a Akane las zonas donde se puede llevar a los turistas a que vean el espectáculo sin peligro ni para ellos, ni para los ciervos - aseveró la abuela - Akane no tiene pinta de que vaya a ser una Shikamoto pasiva de las que se quedan en casa preparando la comida, se ve que le encanta hacer cosas y eso le vendrá muy bien.

- Además que es que le gusta hacer cosas útiles - continuaba Akihito - Anda ven, que te quiero proponer algo. Luego nos vemos, abuela.

Akira y Akihito salieron fuera de la casa, allí estaban los bellotas jugando con los primos de Akira. También Chiharu y Minako rodeadas de un grupo de chicos

- ¿Se puede saber que pasa ahí? - preguntó Akira.

- Ah, no es nada, los chicos del pueblo que se ponen alterados en cuanto ven a una chica nueva.

- Como vea esto mi padre se va a poner como una moto.

- Tranquilo, yo me ocupo de ese grupo y los pongo a todos bien rectos. Bueno, que vamos a comer en el claro ¿De acuerdo? Quedamos allí, no lo olvides.

...
Hikari, la amiga de Kamui, estaba de muy mal humor, se encontraba triste y bastante deprimida, desde que se dio cuenta de que ella no era importante para Kamui no lograba subir su ánimo y para colmo tenía que estar en la cafetería sirviendo desayunos, cafés y copas y aguantando las tonterías que algún imbécil soltaba, porque siempre había algún imbécil dispuesto a soltar una tontería. Pero no le quedaba otro remedio, su madre se encontraba mal y alguien tenía que ayudar a su padre.

Oyó las campanillas que indicaban que entraban clientes y miró... lo que le faltaba, Setsu y Shugo ¿a que vendrían ahora esos?

- ¿Qué queréis? - les dijo al llegar hasta la mesa donde se habían sentado.

- Desde luego que en esta cafetería hay muy mal servicio - comentó burlón Setsu.

- Setsu, no me toques las narices.

- El ambiente no está mal, lástima de lo fea que es la camarera.

- Si no te gusta ya sabes donde está la puerta. Bueno ¿vais a tomar algo o habéis venido a fastidiar?

- Vaya carácter que nos gastamos por la mañana...

- Y por la tarde, yo soy un ogro todo el día ¿Algún problema?

- Tú lo que necesitas es un novio, alguien que te ayude a "relajarte"

- O pegarle una paliza a algún listillo, eso también serviría.

- Me equivoco o estas algo "reprimida"

-¿Quieres intentar relajarme tu, imbécil?

- Vale, vale... ya me callo... que carácter.

- Deja ya de meterte con ella - se quejó Shugo.

- Es que mola, se pone bien fea.

Hikari dio un soplido.

- ¿Quieres algo o no?

- Si, si... espera... voy a ver la carta.

- Cuando lo hayas pensado me llamas - se marchó bastante enfurruñada.

Bien sabía Hikari que Setsu no tenía la culpa de todo pero no podía evitarlo, siempre decía la frase justa para hacerla saltar y ya de por sí estaba de bastante mal humor.

- Si te gusta Hikari por qué no se lo dices y ya está - dijo Shugo con mucha tranquilidad a Setsu.

- ¿Quien ha dicho que me gusta? Si no la soporto.

- Ya... bueno, si tu lo dices.

- Es insoportable, se cree que lo sabe todo y encima está medio liada con Kamui.

- Y claro, a Kamui no le vas a estropear el plan.

- ¿Que están intentando decirme?

- Nada.

- Oh si, estás intentando decirme algo.

- A lo mejor que se que te molesta como la trata Kamui y que claro, como es Kamui no te atreves a decirle nada.

- Tú alucinas, además que sepas que ya no está liada con Kamui.

- Fuiste tu quien lo dijo, no yo.

- Lo que pasa es que creo que aún le gusta.

- Si yo te entiendo, te entiendo perfectamente, en tu situación tampoco sabría que hacer.

- ¿Que no sabrías?

Hikari regresaba.

- ¿Ya sabéis lo que queréis?

- Si - contestó Shugo - A mi ponme un zumo de naranja y un sándwich mixto.

- A mi tráeme un desayuno.

- Tanto pedir la carta para esto, desde luego, anda trae - le quitó la carta y volvió a marcharse.

- Es una pervertida - gruño entre dientes Setsu.

- Si, vale, a veces lo parece.

- No lo parece, lo es, lo único que le interesa es liarse con Kamui.

- Lo dices como si te molestase.

- ¡Claro que me molesta! Además es... insoportable.

- Y no te olvides que tampoco te soporta a ti.

- Eso, además, eso.

- Y te grita.

- Eso también.

- Y te insulta.

- También.

- Y aún así no te gusta ver como la trata Kamui.

- Eso ta... ¡Eso a mi me da igual! Se lo merece... por pervertida.

- Vale.

- Pues vale.

- Bien.

- Pues eso.

- Pues eso.

No tardó mucho en regresar Hikari con lo que habían pedido.

- ¿Vas a salir esta tarde? - preguntó Shugo.

- No, no voy a salir.

- ¿Y eso? - se interesó Setsu.

- ¿Para que? No creo que nadie me eche de menos.

- No digas eso, eres nuestra amiga - replicó Shugo.

- Si, ya, ya, somos amigos, eso es lo que siempre decimos, pero en realidad no se que pinto yo con vosotros. Pensarlo sois dos chicas ¿Que hago yo?

- Claro, si no viene Kamui la señorita no quiere juntarse con nosotros - habló Setsu en tono burlón.

- No es por eso o si, precisamente porque no quiero ver a Kamui. Siempre voy con vosotros ¿Y sabéis lo que dicen de mí? Han dicho que estoy enrollada con los tres, con los tres.

- Sabes que eso solo son tonterías que se inventan - aseguró Shugo.

- Si, vale, son mentiras y cosas que se inventan pero a mi me hacen daño ¿entiendes? Estoy harta de que siempre se diga de mi cosas que no son, muy harta, parece ser que las chicas no podemos ser amigas de los chicos si que haya revolcones por medio. De todas formas yo esta tarde he quedado con Fatora.

- ¿Que has quedado con quien? - se interesó Setsu.

- Con Fatora, ya sabéis, la de nuestra clase.

- ¿La pija?

- No la llames así, en realidad no la conocéis nada.

- Chica, es muy difícil de conocerla, habla bien poco, yo creo que ni respira.

- Pues fíjate que si existe y es una chica simpática.

- Como suele ir a la sombra de Stella nunca nos fijamos en ella - explicó Shugo - Es como su sombra o algo así.

- O la de Takumi. Eso ¿Ella no salía con Takumi? - añadió Setsu.

- No, no sale con Takumi, solo coinciden en el mismo grupo.

- No entiendo que manía te ha dado ahora para juntarte con esa perdedora.

- ¿Qué problema tienes? - Hikari dio un golpe con la mano en la mesa - ¿Qué te importa a ti con quien voy? Vale que Fatora no es una chica súper popular, vale que se ha juntado con Stella para tener amigos y caer bien a la gente y vale que parece su criada pero a mí me ha caído bien y ya está. La profesora Shinobu nos puso juntas en ese trabajo y desde entonces la he conocido y me cae bien ¿Te molesta?

- Vale, vale, no te pongas así. Si en el fondo sois iguales - gruñó Setsu.

- Pues mira que bien. De todas formas tú no la conoces ni sabes nada de ella así que mejor no la juzgues.

- Pues si que te ha dado fuerte con tu "nueva amiga".

- ¿Podemos ir con vosotras? - preguntó Shugo.

- ¿A donde?

- A donde sea que vayáis. Creo que podemos ser todos amigos ¿No te parece Setsu?

- A mi me da igual.

- ¿Y Kamui? - interrogó Hikari.

- No creo que hoy salga con nosotros, no nos ha dicho nada.

- Bueno... como yo tengo que ayudar en la cafetería no vamos a ir a ningún sitio, solo a dar una vuelta.

- Pues vaya peñazo de plan para el sábado - gruñó Setsu.

...
- Buenos días señoras y señores, bienvenidos al bosque Shikamoto, me llamo Akira Shikamoto y voy a ser su guía.

Todos sus atentos espectadores, sus amigos, rompieron en aplausos entusiasmados y alguna que otra exclamación y silbido.

- Mira que sois payasos - suspiró Akira - ¡Vale, dejarlo ya!

- ¡Lo has hecho muy bien! - aplaudía Sumire.

- Que larga se me va a hacer la mañana - suspiró

- Vamos no te quejes - le dijo Akane agarrándosele a un brazo - Nos hacía ilusión verte en tu 
papel de guía, ya nos portamos bien ¿Verdad chicos?

- Yo tengo una duda - habló Shibi - ¿Podremos preguntarte cosas?

- ¿Qué cosas?

- Curiosidades que tengamos.

- Pues claro que podéis preguntarme.

- ¿Y tú vas a saber contestarnos? - habló en voz alta Genki.

- Llevo toda mi vida con ciervos, se todo lo que se puede saber de ellos, creo que si podré contestaros... a no ser que me preguntéis por lechuzas, de eso no se tanto. Ahora vamos a empezar un recorrido bastante bonito por el bosque, veréis que hay paisajes dignos de fotografiarse ¿Tienes lista la cámara, Sumire?

- ¡Lista! ¡Que emocionante es esto!

- ¿Veremos ciervos? - se interesó Hana.

- Pues claro, pero no de muy cerca porque se asustarían, además en esta época los ciervos son muy territoriales y se ponen algo nerviosos. Quizás hasta veamos alguna pelea pero no es lo más interesante, lo que hace que esta época sea la que más escogen los turistas para venir es la berrida. Los ciervos reclaman a berridos a las hembras, digamos que es una forma de decir que están solteros.

- Mira - rió Akane - En eso se parecen a los chicos.

- Oye Akira - interrumpió curioso Hotaru, el hermano de Shibi - Solo por curiosidad ¿Todos en tu familia os llamáis Aki-algo?

- No, no todos, pero si bastantes. Es un orgullo llamarte Aki-algo, significa que honras a los Shikamoto, aunque normalmente solo nos llamamos Aki los herederos directos, bueno y en el caso de los hijos primogénitos del jefe, o sea, mi padre, yo, mi hijo... es una tradición.

- Pero tu primo se llama Akihito - puntualizó Shiho.

- Es porque fue el primer nieto que tuvieron mis abuelos y se le dio ese honor... a lo mejor es que pensaban que mi padre no iba a ser capaz de tener hijos, vete tu a saber.

- ¿Entonces vuestro hijo se llamará también Aki-algo? - se interesó Sumire mirando sonriendo a Akane

- Déjalo ya Sumire, no empecemos otra vez con lo mismo - se quejó Akane.

- Tienes que buscar un nombre bien bonito para tu primer hijo y no creas que ha a ser fácil ¿A que sí, Akira?

- Esa es la idea. A no ser que la madre de mi hijo se ponga muy cabezota - miró de reojo a Akane 

- De todas formas, los Shikamoto también solemos llamar a nuestros hijos con nombres que contengan "aki" o "haru" en el nombre, como Chiharu; eso es porque el otoño, que es la época de celo y la primavera, que es cuando nacen las crías, son muy importantes.

Fue una visita muy divertida, todos parecían entusiasmados, sobretodo Hana. Genki y Shiho.

- ¿Estás contenta de haber venido? - preguntó Shibi a Hana que dibujaba en un cuaderno todo lo que le llamaba la atención.

- Desde luego que si. Es maravilloso. No todo el mundo puede ver de cerca la berrida. Akira tiene 
mucha suerte.

- Me alegro de que te guste, para eso te invité.

En cuanto estuvieron un poco separadas del grupo Sumire se plantó delante de Akane con los ojos brillando y cara de impaciencia.

- ¿A que no sabes que ha pasado?

- ¿Qué ha pasado?

- Estoy muy contenta y emocionada.

- Si eso ya lo veo.

- Pregúntame por qué estoy tan contenta.

- Me lo vas a decir de todas formas.

- Pero pregúntamelo, anda, pregúntame, pregúntame.

- ¿Por qué estás tan contenta?

- Porque ha pasado una cosita. Pregúntame el qué, venga.

- ¿Que te ha pasado? - preguntó con paciencia.

- Ay, no se si decírtelo, me da un poco que vergüenza.

- Bueno, pues no me lo digas.

- Pero pregúntamelo, venga, pregúntamelo.

- ¿Que te ha pasado? - repitió de nuevo.

- Kirin me ha dado un besito.

Sumire se puso a emitir un extraño ruidito que se suponía era de emoción mientras Akane la miraba sonriendo.

- Vaya con el Kirin. Voy a tener que hablar muy seriamente con él.

- ¿Por qué? Si no ha hecho nada malo.

- ¿Cómo ha sido el beso? ¿No se habrá aprovechado de ti?

- Que no, que no, que ha sido muy pequeño y n me ha metido la lengua ni nada.

- ¿Y te ha toqueteado?

- No, no, si solo ha sido un besito.

- Uy, no se, no se.

- ¿Por qué? Jolines ha sido mi primer beso, se supone que eres mi amiga y tenía que ponerte 
contenta.

- No se porqué le das tanta importancia.

- Pues porque nunca me habían besado. Jo, Akane, yo pensé que te alegrarías.

- ¿A ti te ha alegrado?

- Mucho, mucho. Ya me sentía como un bicho raro al que ningún chico quería besar.

- Pues entonces todo está bien, solo que... no quiero que te ilusiones demasiado.

- ¿Por qué?

- ¿A ti te gusta Kimisuke? ¿No te habrás enamorado, verdad?

- ¿Por qué dices eso?

- Es que... a lo mejor para ti es muy importante pero para él quizás solo sea un simple beso ¿Me entiendes?

- Si, si te entiendo y no soy tan tonta como parezco, entiendo que eso no significa que esté enamorado de mí, ni nada de eso. Era solo un beso, lo se y puedes quedarte tranquila, Kimisuke no intentó nada más, ni enrollarse conmigo ni nada. Fue un simple beso espontáneo.

Akane guardó silencio, la verdad es que no tenía porqué ponerse tan protectora con Sumire y tampoco era para tanto, a fin de cuentas era Kimisuke, era amigo de Jisei y ella confiaba en él, nunca se había comportado mal, ni insolente o maleducado, en realidad siempre era muy respetuoso con todas y también tenía que reconocer que siempre había demostrado que Sumire le gustaba, vamos que se le notaba bastante.

- Venga, venga - habló Akane sonriendo y cogiendo del brazo a su amiga - Vamos, cuéntamelo todo, todo ¿Te gustó?

- ¡Akira! ¡Capitán! - los gritos de los niños llamaron la atención de todo el mundo.

- ¿Qué os pasa? - preguntó este.

- Nos han dicho que hay por aquí unas cuevas muy interesantes - habló Maseru - ¿Las podemos ver?

- No hay mucho que ver, solo son unas cuevas.

- Las cuevas son lugares apasionantes - insistió el niño - ¿Podemos ir a verlas?

- No, imposible. Esas cuevas son como un laberinto, os podéis perder.

- No somos tan tontos - gruñó Yusuke.

- No es cuestión de ser tonto - explicó Akira - Es que puede ser peligroso, para un niño y para un adulto.

- ¿Y vosotros no sois guías? - preguntó Hotaru.

- Si queréis - propuso Akira - Esta tarde podemos entrar, hay un camino ya hecho para que los turistas las vean.

- Bueh - refunfuñó Zumoso - Eso no suena a aventura.

- Os lo digo de veras, es peligroso, una persona puede perderse y estar días perdido.

- ¡Yo quiero verlas! - gritó Genki - ¡Es toda una aventura! ¿Qué os parece chicos? Seguro que hay cosas emocionantes.

- Bueno - habló Akira - Es una cueva, no hay mucho que ver.

- Pero seguro que hay vestigios antiguos - dijo ahora Shiho - A mi también me apetece.

- ¿Entonces le apetece a todo el mundo?

- ¡Si! - gritó Sumire - ¡Será emocionante!

- Bueno pues esta tarde iremos pero eso si, dos juntos, nada de "aventureros"

- ¡Bien! - gritaron varios niños a la vez… y Sumire y Genki.

Akane les observaba, algo le daba mala espina, a lo mejor era uno de esos presentimientos que decía tener Jisei o quizás solo que les había visto muy juntos y cuchicheando pero estaba segura que esos pequeños demonios tramaban algo y no era nada bueno.

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